12 septiembre 2014

El loro, la chivata y la estrategia


Pude leer en El País, no sin una amplia sonrisa en mis labios, que hace pocos días un loro gris de origen africano fue devuelto a la casa de su dueño en Japón porque el ave misma le dijo la dirección completa a la policía. Según los empleados de la clínica veterinaria a la que fue llevado en un primer momento el animal era muy divertido ya que cantaba y decía todo el rato su nombre Nakamura Yosuke-kun que, como bien sabemos, en buen japonés viene a ser algo así como nuestro José Manuel. Como cada uno es como es no pude evitar que el bicho me recordara a un compañero de trabajo, lo de compañero es un decir ya que éste es el mayor catador de glúteos patronales que haya existido nunca, cuya misión principal es la de hacer de chivata en la empresa. Si algún día tiene que hacer un Currículum Vítae para cambiar de empleo su elemento más destacado no sería tener conocimientos de informática o dotes de mando sino ser un chivato. La analogía con Nakamura Yosuke-Kun se me ocurrió porque es un hecho que hace falta ser primario para repetir todo lo que es escucha como ha hecho el loro para volver a su casa. Me imagino a mi chivón particular volviendo a la suya todos los días después de trabajar repitiendo a la policía que se encuentra por el camino la dirección completa de su domicilio con número incluido.
No es que me quiera regodear en el tema, no es mi estilo, como venganza por los años que llevo soportando a semejante lameculos porque no soy un resentido. Simplemente me enfrento de manera jocosa a la perplejidad que del hecho de la existencia de personas así producen. Simplemente, y para que me puedan entender, imagínense tener como compañero de trabajo, sentado mesa con mesa, a sujetos como Acebes, Zaplana, o Aguirre. Habrá a quien les guste esta gente, el mundo es así de variado y debe serlo, pero a la mayoría de la gente sólo con pensarlo le darán arcadas en el estómago. Y es que la estrategia del loro de, sin saber lo que dice, chivar la dirección de casa a la policía para que ésta le lleve allí es una estrategia eficaz para lograr determinadas cosas. Tanto ha repetido Rajoy por su pico, hasta la saciedad la verdad, burdas mentiras y consignas falsas que unos cientos de militantes y simpatizantes de su partido se han revelado contra él mismo, en una estrategia parecida a la del loro, llegando a manifestarse contra él delante de la sede del PP en Madrid. Lo alucinante es que han acabado usando contra el mismo Rajoy una consigna que aquel repitió hasta la nausea durante cuatro años contra todo el que cuestionaba su estrategia y era la de decir que se estaba traicionando la memoria de las víctimas del terrorismo. La situación en el PP sería para partirse de risa si la cosa no diera tanta vergüenza ajena.
Desde aquí, simplemente, me gustaría expresar la mayor de las simpatías para animales que como el loro gris africano de Japón consiguió que lo devolvieran a la casa de su dueño, un animal así domesticado no hubiera sobrevivido en un medio urbano hostil, y mi mayor desprecio para aquellos que medran en base crear mentiras y al lameculismo, sean chivatos o estrategas políticos de profesión.
La imagen que se reproducen en esta entrada está enlazada directamente de los servidores de este periódico con un texto a pie de foto que dice así: "El loro, Yosuke, dentro de su jaula, en la comisaría de Nagareyama, al este de Tokio" Entiendo que esta imagen está sujeta a derechos de autor pero la enlazo porque los fines de este blog no son, en absoluto, comerciales y no voy a ganar nada con él. De todas formas, y a través de un requerimiento expreso de la dirección de este medio, no tengo problema ninguno en retirar la foto.