Pude
leer en El País, no sin una amplia sonrisa en mis labios, que hace
pocos días un loro gris de origen
africano fue devuelto a la casa de su dueño en Japón porque el ave
misma le dijo la dirección completa a la policía. Según los
empleados de la clínica veterinaria a la que fue llevado en un
primer momento el animal era muy divertido ya que cantaba y decía
todo el rato su nombre Nakamura Yosuke-kun que, como bien
sabemos, en buen japonés viene a ser algo así como nuestro José
Manuel. Como cada uno es como es no pude evitar que el bicho me
recordara a un compañero de trabajo, lo de compañero es un decir ya
que éste es el mayor catador de glúteos patronales que haya
existido nunca, cuya misión principal es la de hacer de chivata en
la empresa. Si algún día tiene que hacer un Currículum Vítae para
cambiar de empleo su elemento más destacado no sería tener
conocimientos de informática o dotes de mando sino ser un chivato.
La analogía con Nakamura Yosuke-Kun se me ocurrió porque es
un hecho que hace falta ser primario para repetir todo lo que es
escucha como ha hecho el loro para volver a su casa. Me imagino a mi
chivón particular volviendo a la suya todos los días después de
trabajar repitiendo a la policía que se encuentra por el camino la
dirección completa de su domicilio con número incluido.
No
es que me quiera regodear en el tema, no es mi estilo, como venganza
por los años que llevo soportando a semejante lameculos porque no
soy un resentido. Simplemente me enfrento de manera jocosa a la
perplejidad que del hecho de la existencia de personas así producen.
Simplemente, y para que me puedan entender, imagínense tener como
compañero de trabajo, sentado mesa con mesa, a sujetos como Acebes,
Zaplana, o Aguirre. Habrá a quien les guste esta gente, el mundo es
así de variado y debe serlo, pero a la mayoría de la gente sólo
con pensarlo le darán arcadas en el estómago. Y es que la
estrategia del loro de, sin saber lo que dice, chivar la dirección
de casa a la policía para que ésta le lleve allí es una estrategia
eficaz para lograr determinadas cosas. Tanto ha repetido Rajoy por su
pico, hasta la saciedad la verdad, burdas mentiras y consignas falsas
que unos cientos de militantes y
simpatizantes de su partido se han revelado contra él mismo, en
una estrategia parecida a la del loro, llegando a manifestarse contra
él delante de la sede del PP en Madrid. Lo alucinante es que han
acabado usando contra el mismo Rajoy
una consigna que aquel repitió hasta la nausea durante cuatro años
contra todo el que cuestionaba su estrategia y era la de decir que se
estaba traicionando la memoria de las víctimas del terrorismo. La
situación en el PP sería para partirse de risa si la cosa no diera
tanta vergüenza ajena.
Desde
aquí, simplemente, me gustaría expresar la mayor de las simpatías
para animales que como el loro gris africano de Japón consiguió que
lo devolvieran a la casa de su dueño, un animal así domesticado no
hubiera sobrevivido en un medio urbano hostil, y mi mayor desprecio
para aquellos que medran en base crear mentiras y al lameculismo,
sean chivatos o estrategas políticos de profesión.
La
imagen que se reproducen en esta entrada está enlazada directamente
de los servidores de este periódico con un texto a pie de foto que
dice así: "El loro, Yosuke, dentro de su jaula, en la
comisaría de Nagareyama, al este de Tokio" Entiendo que
esta imagen está sujeta a derechos de autor pero la enlazo porque
los fines de este blog no son, en absoluto, comerciales y no voy a
ganar nada con él. De todas formas, y a través de un requerimiento
expreso de la dirección de este medio, no tengo problema ninguno en
retirar la foto.