By Camelia.boban (Own work) CC-BY-SA- via Wikimedia Commons |
Del
lo
dijeron por la tele
hemos pasado al lo
vi en Internet.
Parece que el ser humano siempre necesita buscarse una explicación
autorizada externa, de ahí puede que venga el gran negocio que las
religiones de todo tipo han realizado engañando a la humanidad, y en
nuestra época la Red, un sistema intangible con virtudes y con
defectos que hacemos todos, sea la
nueva forjadora
de mitos. No
está de moda pensar, creo que nunca lo ha estado, y en esta sociedad
de los 140 caracteres valoramos lo inmediato, nos parece viejo lo de
hace una hora y lo de ayer ya lo olvidamos por completo.
Ya
he contado alguna vez esta anécdota pero es que con el paso de los
años no he dejando de sentir asombro por lo que pude comprobar. Eran
los tiempos en los que las redes sociales estaban poco desarrolladas
y en los que mucha gente nos tupía el correo electrónico reenviando
presentaciones, la
mayoría
estúpidas y chorras, en las que se colaban muchas falsas cadenas, lo
que en Internet se conoce como hoax.
En pocos días me llegaron dos de éstas reenviadas por dos señores
como castillos,
uno periodista de RTVE en las islas y el otro alto funcionario de
Educación en Canarias ambos jubilados y con un bagaje cultural
declarado e indudable. En una se afirmaba que la agrupación de
Stonehenge, el monumento del megalítico situado en Inglaterra, era
una falsificación
del
siglo XIX cuando en realidad todo
era
una inocentada
de la revista National Geographic
y en
el
otro se
contaba que
se habían
recuperado dos imágenes de una cámara del accidente aéreo de Air
France en medio del Atlántico, recordemos que se tardaron años en
encontrar las cajas negras, de 2009 cuando
en realidad eran capturas de la serie Lost.
La del monumento se coló en una lista de correo que recibían
centenares de personas y que yo sepa nadie dijo nada aunque también
es verdad que viendo las chorradas que a veces difundía el
abuelo
creo que nadie leía ya sus correos. No es que yo sea más listo que
nadie, todo lo contrario pues cada día que pasa noto más mis
lagunas algunas irremediables, pero sí que tengo algo que estos dos
señores me temo que no tienen: la duda ante todo y todos. Sin ser
desconfiado hasta la nausea creo que muchas cosas que hoy en día
aparecen como ciertas, pienso ahora en ciertos sofismas económicos
que los ultraliberales nos imponen cada día como es el suicidio de
la austeridad, hay que ponerlas al menos en cierto remojo y
en
cuarentena.
Sin
duda Internet es la mejor herramienta que la humanidad haya creado
nunca, es una suerte de Aleph
Borgiano
en el
que
cada punto es un centro mismo de conocimiento disponible a
la punta de nuestros dedos, pero como todas las cosas es susceptible
de
manipulación
humana. Nos hallamos en los pañales del procesamiento masivo de
datos, los Big
Data,
que están
llegando a producir predicciones
sin necesidad de la existencia de teorías basándose en la noción
acertada de que si bien de manera individual los sujetos somos
libres,
ciertamente
imprevisibles, sin embargo
los patrones en los que se mueven los grandes grupos sociales son más
limitados, por
tanto
predecibles, de lo que habíamos
pensado.
Las grandes máquinas son muy
eficientes en el procesamiento masivo de datos, hace algo más de una
década secuenciar el genoma humano tardaba años y costaba
más
de cien millones de dólares cuando hoy se puede
hacer
en 24 horas por menos de mil, pero todavía no lo son, no se sabe si
lo serán alguna
vez,
en analizar y sacar conclusiones a toda esta ingente masa de datos
que han sido filtrados por los algoritmos con
los que trabajan.
Para
eso, humildemente, estamos los seres humanos y para que este nuevo
sistema de analizar las sociedades traiga más bienestar y calidad de
vida y no explotación pura.
Con
miles de Retweets
veo un tuit que afirma que sucederá una alineación planetaria sobre
las tres Pirámides de Giza, cosa que sólo ocurre cada 2.737 años.
Menos mal que hay gente como este
muchacho que puede pasar horas haciendo un trabajo mínimamente
serio para desmedir estas burdas y absurdas patrañas con argumentos
científicos. Quizá esta sea la clave: la verdad y la mentira, o
partes de esta ya que no hay nada absoluto en este mundo, están en
la red a una misma distancia, la que media a través de un clic.
Una
sociedad auténticamente democrática necesita de ciudadanos
preparados, que sean capaces de construirse a sí mismo y con
capacidad crítica constante y permanente. Atrás quedaron los
momentos de los grandes relatos en los que los ciudadanos eramos
meros espectadores de los que las clases dirigentes, y unos
intelectuales al servicio del poder muchas veces, decidían por
nosotros. Ahora tenemos la posibilidad de construir la realidad de
manera dialógica
a través de la posibilidad que las tecnologías de la información y
la red pueden aportarnos. Por eso, cada vez que fomentamos en la red
una mentira, una patraña y una cosa sin contrastar fracasamos como
ciudadanos formados y hacemos que la red, que es de todos y que puede
ser el mejor aliado de la democracia, sean más como un medio
convencional y vertical de difusión, y de manipulación, de la
información como lo son los grades grupos de comunicación y los
periódicos de papel cuyo paradigma en España es difunto diario El
País.