A
la mayoría de los canarios les sonarán de pasada pero pocos sabrán
lo que significa, y mucho menos lo que implican, siglas como REF
(Régimen Económico y Fiscal), ZEC (Zona Especial Canaria) y RIC
(Reserva de Inversiones de Canarias). Junto con las siglas de CC
(Coalición Canaria) y la inestimable ayuda del PSOE más corrupto
del estado desde hace tres años, el PSC, han configurado nuestro
sistema económico que tiene la peculiaridad de poseer históricamente
las tasas de desempleo más altas del país al mismo tiempo que
tenemos los sueldos más bajos, la cesta de la compra más cara, el
nivel de fracaso escolar más espectacular, la economía sumergida
más boyante de todos los tiempos y un sistema económico
completamente dependiente del exterior, de Europa no
de España, que se ha caracterizado por ser una economía
subvencionada y poco productiva. Constatativo es que a la muerte de
uno de los impulsores de este sistema que ha empobrecido a centenares
de miles de canarios Adán Martín, el peor presidente de Canarias
con el permiso de Rivero, se le haya puesto su nombre al mayor templo
del despilfarro de las islas como ha sido el Auditorio de Tenerife,
ese pudridero de la cultura donde la inculta burguesía chicharrera
le gusta ir a mirarse el ombligo.
No
estamos en contra de que Canarias tenga un régimen económico y
fiscal diferenciado del resto del estado español ni que éste sea
singular dentro de la Unión Europea, todo lo contrario, pues hasta
la fallida Constitución de 1978 recoge las diferencias y
singularidades históricas de nuestro sistema económico sino
del desequilibrado reparto que se produce de la riqueza y de que
seamos los de siempre los que financiemos el sistema.
Un modelo
económico que siempre ha dependido, esto a ver si se enteran esas
mentes más simples del nacionalismo canario romántico e ingenuo, de
potencias europeas, antes Gran Bretaña ahora Alemania, aunque
siempre hemos estado mal gobernados políticamente por un país con
una historia tan mediocre como es España. Lo que si estamos en
contra es que el REF que ha padecido el archipiélago haya estado
siempre en manos de la burguesía más triste, cortoplacista e
improductiva de la historia de la humanidad. Una burguesía, junto
con la casta de trileros políticos que la defienden formada por CC,
PP y PSOE a la que actualmente se está incorporando NC, que se
exhibe allí donde viaja como los caciques criollos de un
archipiélago ultraperiférico que se considera superior a los
ciudadanos que la mantienen, a los que les gusta tratar como
indígenas,
en busca siempre de aquella subvención que mejor satisface sus
negocios y su alto tren de vida. Este sistema ha traído una
desigualdad nunca vista en estas islas donde tan sólo 21 familias
controlan el 8 por ciento del PIB de Canarias mientras uno de cada
tres canarios está viviendo por debajo de lo que se considera el
umbral de la pobreza.
En
Canarias pocas son las empresas que se puedan consideran productivas
y que sean
capaces de producir
la innovación que nos debería sacar de esta crisis que en el
archipiélago es crónica, hasta en la época de la burbuja el paro
tenía cifras que daban vergüenza, sino que viven de la caza de
subvenciones y se situarse bajo el paraguas de lo público en un
sistema autonómico de orden caciquil y bananero que se congratula
con una casta política completamente corrupta. Miguel Concepción,
que debe su fortuna a ser amigo personal de Paulino Rivero, Antonio
Plasencia, Ignacio González padre
e hijo,
el imperio Lopesan o José
Carlos Francisco,
un ultraliberal de conveniencia exconsejero de economía y hacienda y
actual presidente de CEOE Tenerife cuya fortuna personal jamás se
entendería sin la información privilegiada que tiene sobre el
sistema público que no duda en criticar siempre que puede, son los
paradigmas de enriquecimiento
escandaloso mientras
estas islas han llegado a la mayor degradación moral, social y
ambiental de toda su historia tras la conquista por parte de los
castellanos en el siglo XV.
El
REF de Canarias ha significado un completo fraude de ley, amparado
por todos los gobiernos de la democracia, los partidos políticos,
las organizaciones empresariales, los sindicatos verticales y por la
Unión Europea, que compraban así las voluntades de los
terratenientes del archipiélago en previsión de que éstos
resultaran molestos. El resultado es que ha sido la clase
trabajadora, los asalariados y también los trabajadores autónomos,
la que ha soportado las mayores cargas fiscales que han servido para
mantener este sistema mal administrado en el que una casta política
formada
por un
puñado de profesionales,
que cobran auténticas fortunas en comparación con los salarios
medios de los canarios muy cercanos a la miseria, han ido saltando de
cargo y de partido en estos 30 años de existencia del sistema
autonómico. Para las grandes fortunas se desarrolló una forma de
tributación fiscal especial, un sistema de evasión de impuestos que
ha convertido a las islas en un paraíso fiscal, como ha sido la RIC
que ha servido para ahondar las diferencias entre ricos y pobres y
que es el origen del pozo en el que nos encontramos metidos.
El
truco de esta burguesía ha consistido en minusvalorar las ventajas
competitivas del archipiélago, su situación, su clima y hasta su
calidad de vida, confiriendo a nuestra región como ultraperiférica,
atrasada y con carencias de comunicación para así apropiarse de las
subvenciones de la Unión Europea. Precisamente a pocas horas de las
elecciones al Parlamento Europeo Paulino Rivero se traía bajo el
brazo desde Madrid
el nuevo REF que se
supone entrará
en vigor el uno de enero de 2015 y que ahonda en las ventajas
fiscales de los que más tienen en contra de los ciudadanos que, si
todavía no hemos emigrado de estas islas, seremos lo que sigamos
manteniendo este montaje llamado
sistema autonómico. Ahora cualquier punto del archipiélago será
zona ZEC, lo cual significa que las grandes empresa que quieran venir
tendrán vacaciones fiscales perpetuas, se potencia la posibilidad de
desviar fondos financieros a África, no para invertir en el
desarrollo de este continente sino para especular con la misera de
esta región pues la burguesía del archipiélago se ha hecho rica
siempre gracias a la pobreza
de los demás, y la RIC dicen ahora que servirá para crear
empleo
pudiendo invertir parte de su montante las empresas que creen puestos
de trabajo superiores a 30 mil euros anuales (sic). La guinda a todo
esto es el proyecto de ley que prepara Domingo Berriel de tramitación
preferente de Inversiones Estratégicas
que convierte a Paulino Rivero en un caudillo antidemocrático para
decidir a dedo, saltándose todo tipo de garantía administrativa,
qué inversión es
prioritaria y
cuál
no lo es para
el desarrollo del archipiélago. Conociendo que su frase favorita es
la de que
allanaría
las condiciones para la construcción del puerto de Granadilla
y que su dedo fue el que forjó la
fortuna del
empresario mayor del régimen, Miguel
Concepción Administrativa,
la suerte de este archipiélago está echada al lodo mientras dure
este nuevo REF que empieza en 2015 si la ciudadanía no hacemos nada
para evitarlo, cosa que ya se sabe que no haremos.