No hay forma de verse libre
de esa plaga repugnante y asquerosa que sin duda es la operadora de
telefonía más impresentable del planeta, con el permiso de
Telefónica Movistar, como es Jazztel. Hace dos años ya, ¡24
meses!, que consiguieron mi número de teléfono fijo no se sabe de
qué manera mafiosa y me llaman cada dos o tres días desde teléfonos
distintos, tengo números suyos para repartir 917 079 600,
911 820 686, 922 980 150, 955 328 793, 640 008 814 o 922 980
154, a cualquier hora del día o de la noche. Les importa un
bledo que le digas lo que les digas: que no te interesa, que los
insultes, que les cuelgues o lo que sea porque tu número permanece
en su base de datos y el sistema marcará y marcará una y otra vez
tú número.
Hace unos días les he
preparado una trampa para pillar a sus vendedores y por lo menos
echarse uno unas risas a costa de esta empresa cutre, chabacana y
tercermundista que es Jazztel y que lo único que le importa
es tratar de colocar sus productos de mala calidad engañando a quien
caiga en sus redes comerciales repletas de impresentables. Yo tengo
la suerte de no usar mucho el fijo sino sólo para internet por lo
que ya nadie me llama a ese número pues para hablar con alguien
todos usamos ya los móviles. El método es muy sencillo: grabar
un mensaje de bienvenida en el buzón muy corto, el mío dice un
¿dígame? que apenas dura décimas de segundo,
para que enseguida salte el buzón. El resultado es un comercial
hablando solo durante un rato con el buzón de voz sin darse bien
cuenta de lo qué ha pasado. Si consigo sacar de mi contestador en
red estos mensajes prometo que algún día haré un vídeo con los
mejores momentos.
Desde que los ciudadanos no
somos ciudadanos sino que hemos sido degradados al nivel de
consumidores al oligopolio de las empresas de
telecomunicaciones les importa un bledo vulnerar todas las Leyes de
Protección de Datos y de Consumo del mundo y andan crecidas pues
saben que la ineptitud de la administración, de este gobierno del PP
pero de los del PSOE también, es manifiesta pues son incapaces de
aplicar las propias leyes que dictan, estas empresas se las pasan por
el escroto y siempre, y si algún día hay sanción saben que les va
a ser más barata pagarla que no hacer el grave daño que nos están
haciendo a todos los que tenemos que contratar sus servicios con unas
o con otras. Y es que todas, en el fondo, son iguales aunque estos de
Jazztel se hayan pasado ya millones de años luz del límite.