31 marzo 2014

Debate de la nacionalidad canaria


Aplazado al miércoles 26 de marzo por la muerte del expresidente Suárez una vez más tuvo lugar la gran farsa de la vida parlamentaria canaria: el Debate sobre el Estado de la Nacionalidad Canaria. Un trámite para que sus señorías aumenten sus nóminas del mes con más dietas, para que algunos periodistas apesebrados boten de gratitud junto a éstos cubriendo el acto en el primer Parlamento ocupado del mundo y para que los ineptos del pacto de gobierno, PSOE y PP, sigan estimulándose los genitales a menos de 15 meses de las elecciones autonómicas de 2015 antes de una ruptura que se planteará a última hora como siempre ha sucedido. Mientras, la miseria se apodera de las Islas Canarias con unas tasas de paro insoportables, con una pobreza indecente, con una economía sumergida de vértigo y cuando cierta casta política se plantea blanquear el dinero robado de los impuestos a todos los canarios en las empresas por la RIC en África para contribuir aún más a la economía especulativa.
A los ciudadanos ni les importa ni mucho menos conocen el debate que se produce, ya digo que éste se hace de espaldas a la sociedad porque es una especie de rito pagano de paso del invierno a la primavera que traerá consigo las vacaciones parlamentarias de verano, a obra y gracia de una casta dirigente que sólo vive para mantener sus privilegios ayudando a la burguesía canaria que es la más improductiva del planeta pues su fortuna proviene de la sinecura que estos les aportan. La gente, como no iba a ser de otra manera, ha estado más pendiente de los 18 minutos que nos sumieron a los canarios, una vez más, en una gran vergüenza mundial tras la falsa alarma del avión supuestamente caído en el mar en Telde. Y no es que los servicios de urgencia no se puedan equivocar, todo lo contrario, sino que lo que es terrible es que un completo incompetente tuviera el permiso de tuitear el fallido accidente creando una alarma innecesaria cuando esta alerta no hubiera aportado nada al rescate que se estaba poniendo en marcha para el caso que el accidente hubiera sido cierto. Como siempre las responsabilidades se diluyen en un limbo de acusaciones mutuas entre gobierno central y autonómico apaciguadas por el alivio que sentimos de que la catástrofe, afortunadamente, no fuera tal sino una falsa alarma.
Sin haber estado mucho al tanto de la escenificación del debate que no me interesa para nada, bien estaría un día ver a Rivero conduciendo y aparcando en Santa Cruz una mañana cualquiera para que tuviera un mínimo de idea de lo que sucede en la sociedad y no las pajadas que estaba contando, la intriga estaba, más allá del falso debate del petróleo, en ver cuántos puestos de trabajo prometía Rivero esta vez. Sumando las anteriores veces de su mandato, durante la mayor destrucción de empleo en el archipiélago que haya existido nunca, llegarían a millones la suma de los puestos prometidos en estos años que no se llegaron a crear sino todo lo contrario. Esta vez Rivero era más modesto y sólo habló de planes de formación para jóvenes y poco más consciente sin duda que su gobierno es un gobierno de perdedores que no tienen ninguna capacidad de acción y que si algún día saldremos de esta crisis será por factores externos antes que por la dinámica propia de los que cobran de nuestros impuestos para gobernarnos. El resto del discurso estuvo basado en la propaganda de estos meses que no es otra que el tema de las prospecciones petrolíferas frente a las cosas de Fuerteventura y Lanzarote y que ahora este impresentable está utilizando de manera torticera para hacerse la campaña dentro de su partido a favor de su candidatura a las elecciones de 2015 frente a las pretensiones de Marcial Morales de arrebatarle dicha candidatura. Lo que es completamente incompresible es por qué la que se define como izquierda alternativa canaria o el ecologismo de Ben Magec que un día estuvo a la vanguardia política de las islas no son capaces de salir a denunciar la campaña sucia, partidista, falsa y tramposa de la Coalición Canaria de Paulino Rivero con el tema de las prospecciones.
Es curioso que unos de los parlamentos del mundo que se elige con el sistema electoral más injusto del mundo y que es capaz de ignorar el voto de decenas de miles de ciudadanos sea capaz luego de celebrar estos aquelarres para la gloria y el bolsillo de sus señorías. Es curioso como el PSOE más miserable del estado español, el de Canarias, ya no hace campaña para cambiar este sistema que le perjudica no sólo porque ya sentó a sus profesionales vividores de la política en un echadero institucional sino porque el papel de secundario en la política del archipiélago le es muy cómodo y viendo el enfrentamiento entre Rivero y Soria pronostican de una manera u otra larga vida al pacto mientras que con ello se preserve el empleo conseguido por éstos porque ello saben que el trabajo está muy mal ya que ellos tienen las competencias del empleo en el archipiélago y, por tanto, son culpables de las fatales cifras.

Otra Canarias es posible, sin duda, pero sin la rémora de la casta política que ha saqueado el archipiélago y liderada por los ciudadanos. El problema surge cuando nos preguntamos si tenemos una ciudadanía a la altura de las circunstancias y la respuesta rotunda sería no. Más que debates estériles que no sirven para nada lo que se necesita es que la ciudadanía se eduque en la política para que ella misma sea capaz de coger las riendas de por dónde quiere ir porque lo que tenemos ahora es una falsa democracia o si se quiere una suerte de dictadura guiada por el paternalismo. El problema es el de siempre, ¿cómo se le pone el cascabel al gato y se educa a los individuos como seres responsables de sus decisiones y capaces de ejercer la política activa?