Telemaratón solidario Mírame TV en La Laguna, diciembre de 2012 |
En
algunas de nuestras calles más concurridas o
entradas a centros comerciales organizaciones como Greenpeace, Cruz
Roja, Médicos del Mundo, Aldeas Infantiles, Intermón Oxfan o la
Asociación Española contra el Cáncer nos acosan, utilizan para
ello a muchachos jóvenes contratados por medio de la
personalidad jurídica de una autónoma
completamente
opaca
radicada en el sur de Tenerife, intentando captar socios a toda costa
sin una mínima ética aunque luego estas ONG se vendan como ejemplos
universales de buenas prácticas. La insistencia, cuando no la
pesadez, de éstos en varios puntos de La Laguna ocupados alegal
y estratégicamente
al mismo tiempo es lo más cercano a un escrache
que he vivido. Un tanto de lo mismo son las plataformas de
solidaridad online como
Change
o Avaaz,
empresas privadas con total y completo fin de lucro que ganan
millones de euros y que nos han hecho creer que con hacer tres clic
estamos cambiando el mundo, pero su obstinación viene más bien por
las redes sociales y correos electrónicos. Aunque a mi todas estas
cosa me parecen de entrada bastante antipáticas no voy a negar que
puede tener cierta función social pero, a poco que revisemos sus
prácticas y escándalos, muchas de estas organizaciones tienen más
que ver con la mafia que con la búsqueda desinteresada de los fines
a los que prometen hacer frente. Nuestra sociedad, en la que todo es
susceptible de transformarse en mercancía, ha acabado por abandonar
de manera directa la lucha contra las desigualdades y ceder, con
una buena compensación económica, a estas ONG cosas que nosotros
como sociedad deberíamos estar gestionando.
Una
sociedad que pueda enorgullecerse de ser decente debería de luchar
porque en su seno impere la justicia social y no la caridad,
entendida en el sentido más cristiano, mezquino e hipócrita de la
palabra pues es lo que este tipo de organizaciones desean ya que el
hecho que hayan carencias de tipo sanitario, social o ecológico hace
que éstas empresas sean un buen negocio. No digo que todos los que
trabajan o participan en estas organizaciones tengan una visión así
de cerrada, estoy seguro que hasta muchos de sus directivos se creen
de sobra los fines que dicen perseguir, pero que cuando entran el
conflicto con el sistema capitalista ultraliberal
éste es el que acaba triunfando y dominando lo
otro. Quizá si desde este tipo de organizaciones como de partidos
políticos de izquierda y sindicatos se hubiera tenido claras este
tipo de cosas ahora los tiempos irían por otro derroteros.
No
hay pueblo más indigno que aquel que se sabe derrotado moralmente
pero que hace exhibición y negocio con sus miserias. En Tenerife
desde hace unos años no las remediamos sino que determinados
impresentables hacen negocio con ellas a través de una televisión
que, cada cierto tiempo, convoca un telemaratón
solidario,
como es Mírame TV, para celebrar
por quinta vez estas navidades que estamos hundidos en las mayor de
las miserias, no sólo económicas sino morales y sociales también,
y que somos muy buenas personas en lugar de tratar de condenar a los
responsables de la casta política que se han llenado estos años los
bolsillos a costa de este futuro incierto al que nos enfrentamos. No
voy a hablar hoy aquí de una persona como Manuel Artiles, que bien
puede
ser considerado como malo
cuando no paga lo que debe a sus trabajadores o utiliza su televisión
para amedrentar a sus rivales, porque creo que el personaje se
retrata muy bien a sí mismo y poco podemos decir de él que no se
sepa.
Lo que sí desconcierta es el hecho de que le tengan miedo y que
nadie sea capaz de verter ni una pequeña crítica hacia esta
exhibición de la miseria.
No estoy en contra que se canalice ayuda para la gente que no tiene
mucho que comer a pesar que cada vez estamos viendo cómo el tema de
los bancos de alimentos es un negocio redondo para empresas que
desgravan fiscalmente con esta acciones supuestamente altruistas.
Lo estoy en contra de la exhibición de llenar de comida un estanque
vacío en una Plaza de reminiscencias franquistas como la de España
en Santa Cruz, montando un operativo exagerado que seguramente en
costes supere el de todos los alimentos que allí se recogen, y que
nos debería de llenar de vergüenza a un pueblo como es el de
Tenerife que ha asumido su derrota como sociedad y que lo único que
puede hacer son estos gestos de caridad. Después de esto que Artiles
me llame miserable si quiere pero que
se sepa que
no sólo el tiempo sino el sentido común me darán
la razón.
Decía
que no quería hablar de esta persona sino de los cómplices
necesarios
que hacen que esto se pueda llevar a cabo con la impunidad más
absoluta. En primer lugar me debo referir a los partidos políticos,
y no a esos trileros de CC, PSOE y PP que ya sabemos que son todos lo
mismo, sino a los que se arrogan tres meses antes de las elecciones
de ser de izquierda alternativa y que no se han atrevido a hacer
ni la más mínima crítica a esta triste exhibición por miedo a que
el personaje los vete o saque sus trapos sucios en su televisión.
Me refiero a Sí Se Puede, a
Izquierda
Unida y a
eso que queda de aquel mejunje de buen rollo llamado Por
Tenerife
y que ya ni se sabe quién lo representa. En concreto, a un
habitualmente sobreactuado José Manuel Corrales, buscando este buen
hombre siempre un eterno echadero ya ha estado en cuatro partidos,
habitual de rasgarse las vestiduras cuando tiene un micro delante,
metafóricamente hablando porque la ropa cara de marca que siempre
lleva gracias a nosotros se nota que la cuida muy bien, pero que esta
vez calla como lo que es. Tampoco hay un sindicato que haya opinado
sobre el asunto, ni los mayoritarios y verticales pero tampoco los
más pequeños y decentes por lo que yo haya oído, ni organizaciones
empresariales ni mucho menos el entramado empresarial de la Iglesia
Católica como Cáritas que también viven gracias a que haya miseria
en este mundo. A parte de algunos discrepantes a título particular
sólo se ha escuchado críticas de Eloy Cuadra y de la Plataforma
por la Dignidad,
parece que se han ganado en odio con Artiles y que jamás saldrán en
su televisión, y como siempre de las noticias del Foro
Contra la Incineración de Residuos.
Estos que callan, por cuestiones de interés miserable en lugar de
ejercer la crítica a la que están obligados,
hacen que me sienta avergonzado de vivir en Tenerife más que los
promotores de esta exhibición macabra porque aunque se las arroguen
de ser progresistas sólo
representa un pragmatismo bastante cobarde y legitimador de la
situación que estamos viviendo.
Actualización 19 de diciembre:
En honor a la verdad hay que decir que Cáritas en Tenerife, a través de su director José María Rivero, ha salido estos día a criticar este tipo de espectáculos que canalizan la solidaridad para hacer ayudas puntuales pero que se olvidan que las situaciones de pobreza son, siempre, un todo. Valga mi crítica siempre a esta organización como un entramado sectario católico pero, en esta ocasión, hay que reconocer el acto de valentía que ha tenido José María Rivero al criticar este espectáculo máxime cuando ninguna de las fuerzas vivas de Tenerife se han atrevido estos días a hacer lo mismo pues ya sabemos que todos le tienen miedo a Manuel Artiles.
Actualización 19 de diciembre:
En honor a la verdad hay que decir que Cáritas en Tenerife, a través de su director José María Rivero, ha salido estos día a criticar este tipo de espectáculos que canalizan la solidaridad para hacer ayudas puntuales pero que se olvidan que las situaciones de pobreza son, siempre, un todo. Valga mi crítica siempre a esta organización como un entramado sectario católico pero, en esta ocasión, hay que reconocer el acto de valentía que ha tenido José María Rivero al criticar este espectáculo máxime cuando ninguna de las fuerzas vivas de Tenerife se han atrevido estos días a hacer lo mismo pues ya sabemos que todos le tienen miedo a Manuel Artiles.