Jamás
he creído en aquel dogma ultraliberal que a muchos políticos de turno les gusta
exhibir de vez en cuando, dejando toda su gestión a la altura de lo dudoso por
supuesto, que desde el sector privado se pueden gestionar mejor las empresas y
los servicios públicos para justificar así una privatización que, casualmente,
siempre beneficia a empresas privadas determinadas. Nunca me creí los supuestos
beneficios para el consumidor, eludiendo
así deliberadamente la palabra ciudadano
en el discurso, que la gran privatización del cien por cien del sector
industrial y financiero, perpetrada por los sin vergüenza de Felipe González y
José María Aznar, en la última década del siglo XX iba a suponer para todos. No
creo que sea necesario recordar ahora la verdadera tragedia que representa para
los ciudadanos contratar un servicio con oligopolios como Telefónica, Endesa,
Iberia o Repsol que de manera eficiente han subido el coste de sus servicios en
pos de su cuenta de resultados y en contra de los consumidores que nos encontramos completamente indefensos ante sus
abusos. Esto por no hablar de la banca y de los excesos hipotecarios que han
conducido verdaderas mafias como Bankia, La Caixa o BBVA que en su día tuvieron
parte pública o se gestionaron de manera directa por los partidos políticos y los sindicatos y
que nos han llevado hasta donde ahora estamos. Por supuesto que mucho menos se
puede apoyar la segunda fase de las privatizaciones en la que nos encontramos
inmersos, empezó ésta hace más de una década, que consiste en traspasar al
sector privados servicios esenciales como la gestión del agua, la sanidad, la
educación y los servicios sociales a los que tan adictos son personajes de tan
baja catadura moral como Esperanza Aguirre, Ignacio González o Paulino Rivero.
Toda
esta larga introducción es para dejar claro que a mí nadie me vende la moto de
que las privatizaciones son positivas ya sea alguno de éstos que he nombrado ni,
mucho menos, el alcalde de Sí Se Puede de Buenavista del Norte Antonio
González. Parece ser que la Escuela
Infantil del municipio atraviesa una mala situación y
que, según dice, lo único que se puede hacer es privatizar la gestión de ésta
con una suerte cooperativas, comunidades de bienes, economía social que
privilegie a los parados de la zona y recogiendo una propuesta que el PP (sic)
quiere elevar al pleno municipal. Yo no sé si el alcalde hace bien o no, en
principio busco información sobre la situación de esta Escuela o el plan que
hay para su privatización y no veo nada por lo que el tema no me parece tan
transparente como el mismo alcalde dice, pero esto es una grave contradicción
en el seno del partido que, por ejemplo, en Santa Cruz defienden la vuelta al
sector público de la empresa de aguas EMMASA. Ante estas contradicciones no me
creo ya nada de lo que me dicen máxime cuando Buenavista fue uno de eso
municipios que accedió al plan de proveedores de Rajoy, con el que se ató de pies
y manos para ejercer cualquier política independiente, y las condiciones leoninas
del crédito y las políticas del déficit hacen que en este ayuntamiento esté, en
cierta medida, gobernado por el PP desde Génova. Yo ante estas contradicciones sólo
veo, en principio, dos actitudes radicales: o abandonan el discurso de que lo
suyo es una manera distinta de hacer y abordar la situación política, cosa que
no es cierta porque como vemos en estos dos años han demostrado que son más de lo mismo, o asumen una forma de
funcionar completamente pragmática y se mezcla con, o en, partidos como CC, PP
y PSOE y dejan de engañar a la gente y a ilusos que, como yo, hace dos años y
algo les dimos nuestro voto y toda la confianza. Como a este partido les gusta
hacer un eslogan que contiene su nombre aquí les propongo este: Sí Se Puede privatizar los servicios
públicos.
Estaba
cantado que un partido de la categoría de Socialistas por Tenerife, por cierto
que cada día Sí Se Puede me recuerda más a esta gente, estaba condenado a
desaparecer como así está sucediendo. En Santa Cruz el profesional de la
traición José Manuel Corrales les robó las siglas hace ya un tiempo y las
añadió a Izquierda Unida con lo que este personaje, carente del más mínimo
sentido de la vergüenza, se postula desde IUC en un viaje de retorno después de
haber pasado por cuatro o cinco partidos en poco más de una década. En La
Laguna Santiago Pérez se ha marchado del ayuntamiento dejando ahora a Ignacio Viciana con los 60 mil euros que
gestiona el partido en esta ciudad y dejando en la puta calle, parece que a
este hombre siempre le pasan estas cosas, a José Manuel Castellanos que era el
liberado de esta formación y el que le hacía todo el trabajo sucio a Pérez.
¿Qué dice Sí Se Puede en La Laguna de sus socios en las elecciones del 20 de
noviembre de 2011 ante este tema completamente sucio? Nada o mejor tonto el último no sea que vayan a
perder la asignación que tienen para el concejal y el liberado con el que
cuentan y que, con criterio maquiavélico, supo poner a sueldo el alcalde
Clavijo para callar la boca a la oposición y hacer lo que este grupo ha hecho
en estos dos años de legislatura: absolutamente nada. No quiero ser descortés y
decirles a quién pienso que en 2015 deberían de pedirles el voto pero que para mantener
a estos dos y a los que se puedan sumar no cuenten con mi voto jamás porque no
voy a votar nunca más o antes de hacerlo por ellos lo haría a CC. Es más,
cuando acabe la legislatura respiraré mejor porque sabre´que no ocupan el
puesto gracias a mí. Aquí va otro eslogan: Sí
Se Puede vivir del cuento.
En
Granadilla de Abona sigue la construcción del puerto de Granadilla, ese gran
pelotazo que ya nadie se molesta en justificar porque la evidencia de lo
innecesario de esta infraestructura es manifiesta, delante de las narices del
concejal de Sí Se Puede, muy cercano del PSOE y buen amigo por entonces del
imputado alcalde Cejas, Antonio Cabrera. De cómo Sí Se Puede cobró allí una
pasta gansa, con viajes a Bruselas y personal liberado mientras Cabrera era
concejal con sueldo, habría mucho qué decir, sobre todo de la documentación que
se levantó uno de estos liberados cuando se rompió el pacto dejando a la
Plataforma Contra el Puerto de Granadilla literalmente en bragas, pero no es mi
misión hacer esto sobre todo para evitarme que funcionarios
oligofrénicos me escriban a mi correo para llamarme ignorante cuando es él
jamás ha dado la cara por su partido y a mí me insultaban por defender
públicamente el pacto antinatural que tuvo Sí Se Puede en Granadilla con CC y el
PP. Parece que ahora Antonio Cabrera anda metido en temas de energías
alternativas ahora que éstas están penalizadas por el ministerio de José Manuel
Soria y uno se pregunta qué enchufe debe estar viendo este hombre para dedicarse
a este tema. Probablemente el puerto de Granadilla acabe quedándose inacabado y
si le debiéramos de dar las gracias a alguien serían a tres ciudadanos, sólo 3,
que han elaborado un mapa de las canteras ilegales que están surtiendo de
áridos el puerto y que usa la fiscalía para documentarse. Tres ciudadanos que
viven a decenas de kilómetros de la zona de la obra y que si Cabrera tuviera
algo de lo que hay que tener se le caería la cara de vergüenza. Otro lema: Sí Se Puede parar el puerto de Granadilla
pero que lo hagan otros.
El
Consejo de Ministros del viernes 26 de abril de 2013, con la vicepresidenta
Soraya y los ministros económicos De Guindos y Montoro, supuso la rendición
completa del PP ante la crisis económica y el paro, mientras un vividor
miserable y cobarde que sólo sabe cobrar en negro como Rajoy permanece
escondido, porque la solución a lo que nos está pasando está muy lejos, en
instancias como Bruselas o el FMI, y además éstas no son ni democráticas ni
siquiera políticas dichas instancias. El Consejo de Ministros vino a
escenificar, además, el tremendo fraude electoral que supuso la mayoría
absoluta del PP y la deslegitimación moral y política que goza este gobierno de
ineptos y cobardes. A nuestra escala a Sí Se Puede se le puede acusar también
de fraude electoral cometido a dos niveles: por un lado una cierta ingenuidad
de corte cristiano en su militancia
que piensa que inexorablemente como llevan la razón las cosas van a acabar
siendo como ellos creen que deben ser sin fijarse que la mayoría de la sociedad
permanece ajena a sus cosas y también a sus cuadros de dirigentes, como
Cabrera, que han sabido manipular bien las asambleas con esta pobre creencia. Con
buenismo no se pueden hacer las cosas
y este error ha sido utilizado por Rajoy conscientemente e ingenuamente por Sí
Se Puede. ¿Qué nos queda después de esta defunción certificada de la política?
Quizá algún movimiento social con el PAH, al que por cierto Corrales en Santa
Cruz trata de acercarse para que lo confundan con él, que defiende unos
derechos muy particulares, en mi caso nunca me creí que con mi sueldo me podía
hacer con una hipoteca que regalaban sólo con entrar en un banco y por eso mi
situación es más aliviada que la de muchos, pero que lo están haciendo muy
bien, aunque acabarán cayendo en contradicciones, y que encima se tienen que
enfrentar con el poder mediático de auténticas mafias financieras como la banca
española y poderosos como Emilio Botín. El último lema es este que vi una vez
en una pintada: Sí Se Puede cambiar las
cosas sin pasar por las urnas.