Si
hay un imputado por excelencia en
Canarias ese es, sin duda, en Imputadísimo
Don Miguel Zerolo Aguilar, marqués de playa de Las Teresitas, hombre de gran
fortuna en los juegos de azar, maestro de vivir con dinero en efectivo durante
más de un lustro y gran conseguidor para sus amigos como el periodista Andrés
Chávez con el que iba a hacer prácticas de tiro a las instalaciones de la
policía local y siempre, como no puede ser de otra manera, porque para él el
dinero público está para sus fines. Desde el 19 de julio de 2011 este señor ha pasado a mejor vida pues ahora es
senador por designación digital y autonómica lo que significa que vive a todo
tren en Madrid a costa del contribuyente sin dar puto palo al agua como se
desprende de su casi nula actividad
como senador en la web del Senado en casi dos años de representación
de Canarias en Madrid. Quizá ahora que tiene más tiempo y de manera más
discreta, sin que la policía le pise los talones, se podrá reunir con más tranquilidad
con su compañera de partido la populista Ana Oramas para hablar de sus cosas.
El caso es que si hubiera que buscar un responsable de la huida hacia adelante
que organizó este miembro fundador de ATI, con el cambió del ayuntamiento de
Santa Cruz al Senado las causas que tenía abiertas tuvieron que pasar del
Superior de Justicia de Canarias al Supremo con todo lo de dilación y posibles
prescripciones que ello supone, este sería, sin duda, no su partido sino el PSC
PSOE que por las miserables cuotas de poder que tiene en la actualidad pactaron
con CC salvar a este presunto delincuente en el Senado donde, desde hace casi
dos años, nada se sabe de él. Lo más seguro es que el senador acabe yéndose de
rositas por muchos de sus delitos pero quiero dejar constancia que si a alguien
hay que pedirles cuentas algún día, y de manera eterna, será a los dirigentes
miserables, infames y corruptos del PSOE en Canarias.
Sin
embargo, muerto el perro no se acabó la
rabia y Miguel Zerolo ha dejado una herencia muy emponzoñada y los
contribuyentes tendremos que pagar, seguramente por décadas, la mala gobernanza
que durante mucho tiempo este personaje sometió a Santa Cruz de Tenerife en
particular pero a toda Canarias en general con sus decisiones que pueden
calificarse, sin exagerar, de cacicadas absolutas. Mucho se ha escrito ya del
mayor pelotazo, y más burdo, de la historia de Canarias como ha sido el de la playa
de Las Teresitas, con la ayuda financiera y criminal necesaria de la difunta
CajaCanarias, y donde todavía nadie se ha sentado en el banquillo porque el
juicio se dilata de una manera inverosímil y que cada día que pasa deja un poco
más de impunidad no sólo a Zerolo sino a los empresarios que se forraron con el
tema como son Ignacio González o Antonio Plasencia.
Menos
espectacular que este caso de Las Teresitas son las corrupciones menores, que
en comparación pueden calificarse de pequeñas
pero que hay que tener en cuenta que un solo euro malversado de cuentas
públicas es ya un delito muy grave, como es la del llamado Caso Lerena de un empresario de Güímar que se levantó más de dos
millones de euros en poco más de cinco años porque tenía una mujer enchufada ilegalmente
en la gerencia de urbanismo, Candelaria Martín, a la que pagaba de su bolsillo
para que le informara de manera irregular de las previsiones de equipamiento en
la zona de Anaga y acabar, como no puede ser de otra manera, adjudicándose los contratos por contar con
esta información privilegiada. Los movimientos en los últimos años en los
plenos del ayuntamiento para que José Antonio Lerena cobrase el dinero que en
teoría se le debe, incluyendo el
sacarlo del plan a proveedores del PP que no es otra cosa que un crédito mal
planteado, por parte de CC dan cuenta del terreno enfangado en el que nos
movemos donde la corrupción de los sobres ha sido, sin duda, algo común en toda
la etapa democrática de Santa Cruz pero sobre todo en la nefasta etapa de
Miguel Zerolo como alcalde.
Las
miras del senador Zerolo estaban situadas siempre bien altas, se entiende que
hablamos de la corrupción. Su nombre, junto con el del expresidente de la
Autoridad Portuaria Luis Suárez Trenor y del actual Pedro Rodríguez Zaragoza,
habrán de pasar a los anales como los responsables que hicieron que un puerto
importante del Atlántico, como el de Santa Cruz de Tenerife, esté ahora
completamente hundido y en la mayor de las miserias que jamás ha atravesado en
sus siglos de historia porque, como no podía ser de otra manera, había que
potenciar el pelotazo de las costas de Granadilla. La plataforma de empresarios
y políticos de ATI que trataba supuestamente de defender el modelo de
comunicaciones de la isla, Tenerife de
Mueve, erró completamente su objetivo de enfrentarse a las organizaciones
sociales que en Tenerife siempre han creído que otro modelo de isla es posible
y debió, en buena hora, pedir cuentas a Miguel Zerolo de cómo ha quedado dicho
puerto en los primeros años de este siglo XXI. Las adjudicaciones a dedo a
amigos del régimen de ATI en el Parque Marítimo han acabado por dejar a éste en
franca decadencia durante muchos años y al igual que muchas obras faraónicas,
ahí está la Plaza de España remozada en su fachada exterior de ciudad
manteniendo el decorado fascista pues no olvidemos que ATI surge del más cutre falangismo
chicharrero, han dejado las arcas municipales completamente vacías.
Pero
el paradigma de la era Zerolo será para siempre, sin duda, los 15 mil ciudadanos de más apuntados, de manera
completamente burda y con documentos de identidad falsos, en el censo de la
ciudad y que durante décadas dejaron un dinero al ayuntamiento de Santa Cruz
que en una ciudad como esta, que lleva muchos años en alarma social con una
grave crisis de empresa públicas dedicadas a la acción social como es el caso
de Mararía, se marcharon en sobres y demás corrupciones no sólo de CC sino del
PP que gobernó hasta hace poco y del PSOE que aceptó sin escrúpulos el pelotazo
de la playa de Las Teresitas y que, sin duda, fueron los agentes colaboradores
necesarios para todo ello. Es de esperar que lo de los 15 mil fantasmas del
censo haya sido un acto completamente burdo de alterar la realidad para recibir
más dinero de las cuentas del estado y que estos ciudadanos inexistentes no hayan votado ni hayan recibidos
prestaciones ni mucho menos subvenciones porque, en este caso, estaríamos ante
un delito mucho más grave, un pucherazo en toda regla y algo del que no hay
precedentes inmediatos en todo el estado.
Definitivamente
la última y mayor herencia de Miguel Zerolo en Santa Cruz ha sido, sin duda, su
heredero en el cargo el continuista José Manuel Bermúdez que cuando llegó a la
alcaldía, procedente del Cabildo, tenía algún que otro asuntillo de unas fincas
en el sur de la isla de Tenerife. Reconociendo a título personal la oposición
más que importante que hacen Asún Frías y Pedro Fernández Arcila el resto de la
corporación es un ente patético donde los grupos tratan de sacar rédito
político a golpe de salir en los telediarios, recordemos la grotesca propuesta
de quitar las cuentas de Bankia, empezando por ese profesional de la traición llamado
José Manuel Corrales que debe de llevar ya como seis partidos distintos en los que
ha tratado siempre de medrar egoístamente. Dinosaurios como Ricardo Melchior, Isaac
Valencia y Antonio Castro están dejando el poder, ahora que estamos a mitad de legislatura,
para promocionar a sus herederos escogidos
a dedo porque la casta de ATI está viviendo un relevo generacional en el que los
neo caciques que rondan la cuarentena larga entran ahora en juego de la mano de
sus padrinos políticos. Nosotros como ciudadanos tragaremos con ello, la sociedad
se ha mostrado bastante dócil y conformista para que sigamos creyendo en ella, y
como las soluciones intermedias no sirven para cambiar las cosas todo va a seguir
igual. Seguro que veremos a muchos sin vergüenzas y caraduras en acción pero pocos
como Miguel Zerolo. Políticos de casta como él hay muchos pero con una completa
falta de vergüenza y falto de complejos, afortunadamente, habremos de ver pocos.