Decía el inepto de Rajoy a unas pocas horas de la gran manifestación independentista de Barcelona de la Diada que sacó a la calle a más de millón y medio de personas pidiendo la independencia de Cataluña que en España no estamos para la algarabía, los líos, la disputa y la polémica. Sólo un mediocre impresentable como este Rajoy puede ver hilillos de plastilina en un petrolero hundido, una línea de crédito preferente en el rescate bancario a un país que nos hará padecer la miseria más absoluta o una algarabía en la manifestación soberanista más contundente de toda la historia reciente de la democracia ceremonial española. Un cobarde mentiroso de la categoría de Rajoy había esperado para dar una entrevista en la televisión pública al desembarco de su partido en la Corporación RTVE poniendo a un manipulador cercano a Aguirre en Telemadrid como Julio Somoano al frente de informativos creándole un entorno para que este ser antipático, poco falto de transparencia y nada pródigo en entrevistas en los últimos meses estuviese cómodo. Justo 24 horas después la nueva dirección del PP en los informativos de TVE no pasó la prueba de fuego, la televisión que pagamos todas y todos volvía a la más absoluta de las desvergüenzas, y puso en el quinto tema de la parrilla del informativo de la noche a la manifestación más importante que ha tenido lugar en mucho tiempo en este país y que pedía la independencia para Cataluña.
Creer
que lo que Franco, un Borbón puesto por el dictador y una Constitución que
traicionaba los principios republicanos de la legalidad vigente hasta el golpe
de estado de 1936 contribuyeron a crear es algo absoluto y eterno, me refiero
al concepto rancio de nación española, es estar muy equivocado no ya mirando
los movimientos de siglos en estas fronteras sino las dos últimas décadas y los
cambios en el este de Europa con la caída de la URSS, la guerras en los
Balcanes y el desmembramiento de la Antigua Yugoslavia. Sin duda un análisis
paleto a priori como el de Rajoy de la manifestación soberanista de Barcelona o
el actual intento de ignorar el fenómeno por parte de su gobierno de
incompetentes, cuando no de restarle importancia como esa vergonzosa portada
del ABC que mostraba una pírrica victoria de la selección de fútbol en un
partido de poca monta que se celebró el mismo 11 de septiembre, puede traernos
debates bastante irreflexivos y encontrados en los próximos meses. La
demostración de fuerza del independentismo catalán, por mucho que sea un
nacionalismo de derechas tendente hacia la ultraderecha burguesa, que es
utilizado por un tipo manipulador como Artur Mas es algo que debería estar en
la agenta de muchos y que no se puede ocultar debajo de las alfombras del
nacionalismo español máxime cuando debajo de éstas están las cloacas del estado
que en el siglo XX provocó centenares de miles de víctimas tras la guerra del
36.
Sin
entrar a discutir si esta manifestación es un chantaje a Rajoy, que en muchos
casos lo es por parte de un partido corrupto como es CiU, o si los pueblos
tienen su derecho a elegir su autodeterminación, yo creo que sobradamente si
logramos identificar a eso que se llama pueblo,
creo que habría que fijarse en las razones sociológicas del éxito de una
manifestación del calibre de la del 11 de septiembre en Barcelona. Una de ellas
es el repugnante y sistemático desprecio por parte de la ultraderecha del PP a
todo lo que sea catalán, de su entramado mediático y del centralismo
provinciano que representa Esperanza Aguirre desde Madrid. Hay que recordar
toda la furia en la tramitación parlamentaria hacia el Estatut y aquel boicot de los productos catalanes apoyado por
empresarios de la ultraderecha del PP. Luego también está el descontento de una
importante parte de la ciudadanía que también se fue a manifestar en Barcelona
en la Diada donde sorprendía la
heterogeneidad de personas que componían la manifestación: desde jóvenes, gente
trabajadora, abuelos con sus nietos y supongo que algún que otro inmigrante también.
Es de libro pero parece que en Europa cuando la situación económica va bien se
rompen las fronteras y cuando hay problemas éstas surgen con más fuerza si
cabe. Ya lo he dicho alguna que otra vez: esta crisis, que en muchos aspectos
es inducida porque los que tienen la receta
fácil de detenerla no lo han hecho por no se sabe por qué oscuros motivos,
va a dejar todo revuelto, irreconocible y, no es de extrañar, que una de las
cosas que se resienta sea el mapa de España. Ya hubo un President de La
Generalitat que proclamó la independencia de la República de Cataluña por unas
horas como Lluis Companys que fue un hombre honesto y valiente, acabó entre
rejas y luego fusilado por los franquistas, aunque quizá Mas estaría abocado a
acabar entre rejas por asuntos de corrupción que ha escondido en su partido que
por sublevarse a España.
Si
por guapo Artur Mas se merece más que nadie el título honorífico de
Payasos sin Fronteras sin duda Paulino Rivero debería ser el presidente
ejecutivo de esta organización sin ánimo de lucro cuya finalidad es poner una
sonrisa donde la miseria parece que no deja hacerlo. Al día siguiente, 12 de
septiembre, y tras un forcejeo con una alumna en la inauguración del curso
académico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria el presidente canario
corría a declarar a los medios la especie de orgasmo que había sentido el día
anterior viendo en la televisión las imágenes de la manifestación
independentista de Barcelona y se preguntaba a sí mismo, en una de sus
habituales retóricas que seguramente avergüenzan a sus asesores, que por qué en
Canarias no se daba ciertas condiciones objetivas para, por encima de los
partidos, poder celebrar acontecimientos de este tipo. Pues en primer lugar
porque Canarias no es Cataluña y no contribuye al estado más de lo que recibe
sino que en Canarias es el paraíso de la subvención y donde las grandes
fortunas, empresas locales y foráneas no pagan impuestos, léase mediante las
herramientas legales de evasión
fiscal como la RIC y la ZEC, y somos
los trabajadores y los pequeños autónomos los que financiamos todo este
tinglado de mamandurria y corrupción. Además en Canarias el nacionalismo serio,
el chocarrero, fascista y adulón causa miedo y no hay más que ver los
comentarios que hacen de mis artículos en el Canarias 24 Horas, afortunadamente no quiere saber nada
de estos pájaros de CC ni de las editoriales racistas de José Ramírez en El
Día. Además de esta gente hay que reconocer que no saben hacer cosas de este
tipo sino sólo manipular directamente a la opinión pública. Para muestras la manifestación xenófoba contra el
inmigrante que organizó El Día en 2006 con todo su aparato
mediático cuando era, con CC, culo y mierda y a la que acudieron poco más de
dos mil personas.
Los
ciudadanos permitimos que la Construcción Europea fuera un fenómeno
antidemocrático y opaco donde cedimos soberanía a cambio de que nuestra
economía fuera manejada por grandes sectores financieros donde, en primera
instancia, nos trajo mucha fortuna pero ahora nos han dejado completamente
vendidos al capital ya que somos el aval que les asegura que estas entidades,
principalmente alemanas, van a cobrar sus deudas. Si con establecer fronteras
cada vez más pequeñas se cambiara todo esto yo firmaba donde fuera pero me temo
que la creación de pequeños estados nación nos traerían a los ciudadanos muchos
más problemas en tanto que serían las élites corruptas las que tomarían el
poder. Yo como trabajador me siento más cercano con una trabajadora de una
maquila filipina, aún sin conocer su lengua, que con personajes como Antonio
Plasencia o representantes de las élites y del golferío como Paulino Rivero
aunque los tres conozcamos muy bien el significado de la palabra gofio y compartamos una supuesta cultura
que, ¡y una mierda!, nos hacen iguales. Es cuestión de clase social y yo, no sé
si por fortuna o no, sé exactamente donde pertenezco y a quién puedo llamar
compañero.
Canarias 24 Horas, 17 de septiembre de 2012.