Podía
haber sido el PSOE perfectamente pero es el PP el que ha roto el consenso y la
unidad de la década de los ochenta del siglo pasado y que constituyó un modelo
sanitario con muchos aciertos en el que se configuraba una sanidad universal
para todas las personas residentes en nuestro territorio, gratuita en el momento de la atención pues nada es gratis y menos si miramos la presión
fiscal que recae sobre el ciudadano tenga o no tenga papeles e igual para todas
las personas independientemente de la comunidad autónoma en la que residieran.
El Partido Popular ha pasado su rodillo ideológico, una ideología de
ultraderecha controlada por la facción del PP que es una TDT Party cavernaria, sobre el derecho universal mejor guardado de
la democracia ceremonial española: la sanidad universal introduciendo primero
una norma inconstitucional, para nada ya les sirve a estos la Constitución pues
son capaces de cambiarla en un fin de semana como hicieron PSOE y PP hace poco
más de un año, poniendo en grave riesgo sanitario a millones de personas pues
las enfermedades contagiosas no entienden de papeles por la no atención de los irregulares creando 17 auténticos cachondeos legales, uno por casa
comunidad autónoma, que se reserva el derecho de aplicar la norma como mejor
les viene o como más les interesa hasta electoralmente hablando.
Esta
crisis está sirviendo de excusa para desmontar todo lo desmontable y para
transferir billones de euros que ahora se articulan de manera pública, seguro
que con mayor transparencia de cómo se hará entonces, a sectores privados y que
llaman usuarios a los ciudadanos que
usamos la educación o la sanidad públicas. Nuestra crisis es una crisis de
deuda privada debido al sobre endeudamiento provocado por la burbuja
inmobiliaria y desde que ha estallado el paro hasta los cinco millones de
personas ha bajado drásticamente la recaudación de las instituciones públicas y
esta deuda ha pasado a ser pública pues de un superávit en las cuentas públicas
de los mejores años de la era Zapatero hemos llegado a no poder financiarnos.
El banco malo creado el último
viernes de agosto por exigencias de Bruselas, Rajoy aparte de inepto ya no pinta
nada pues es una marioneta de la Troika, apunta en esta línea y en hacer
públicas las deudas de los bancos que en última instancia deberían de asumir
ellos o hasta no se sabe si sería mejor dejarlos quebrar controladamente. Estos
agentes ultraliberales, sin le pudiéramos poner cara sería algo parecido al Club Bilderberg a cuyas reuniones
asisten falangistas como María Dolores de Cospedal o Zoraya Sáenz de
Santamaría, ni saben qué es lo que están haciendo de verdad, ni han aprendido
de errores pasados pero lo seguro es que los próximos años, viendo la terca
forma de la historia de la humanidad que siempre ha sido violenta, los
conflictos se van a generalizar y muchos de los que vivimos ahora no
sobreviviremos para contarlo.
Nunca
los sin papeles habían tendido tantos
papeles como los que van a tener con
esta reforma sanitaria. Ni el PSOE que se sigue hundiendo aún más en la
oposición, cosa que celebro sin ningún tipo de rencor sino más bien como una
posibilidad de regeneración de carácter democrático, han sido capaces de
plantear un proceso de regularización de estas personas que llevan años
viviendo entre nosotros de facto y que, según algunas cifras que he visto,
están en torno a las 950 mil personas. A estos sin papeles se les exigirá,
según la comunidad autónoma en la que residan, certificados de residencia,
empadronamiento, se les presentarán facturas, se enviarán éstas a los países de
origen aunque no haya capacidad segura de hacer esto y les exigirán
declaraciones de todo tipo para ser atendidos en una sanidad que simplemente el
consumo que hacen pagando IVA o IGIC ya ayudan a sostener.
La
reforma sanitaria que ha hecho el PP, por decreto ley a pesar que entró en
vigor casi seis meses después de aprobada y se podía haber hecho en el
Parlamento aunque ya sabemos que los idiotas de Rajoy tienen terror a la
democracia porque saben que sus dogmas no son defendibles con un mínimo de
coherencia de manera democrática y les da miedo el debate en el que tienen
todas las de perder, está guiada por preceptos más bien xenófobos y racistas
que por una lógica racional y argumentada. No hay más que ver el enorme
clasismo que los Rajoy y sus idiotas ministros ponen en práctica siempre que
pueden para comprender que estas decisiones irracionales son las que más
concuerdan con su ideario heredero de la dictadura franquista y basado en un
enorme rencor de clase. Nunca, también esto será verdad, una ley como la
reforma sanitaria puesta en marcha este 1 de septiembre será más papel mojado
pues no se va a poner en marcha ya que estas medidas de romper la universalidad
de la sanidad pública, aunque la cínica de la ministra Mato diga lo contrario y
no parezca tener problemas de insomnio, es para ahorrar dinero pero que si se
acaba llevando a cabo de manera rigurosa acabará siendo algo más costosos para
las arcas de las administraciones a parte de su inaplicabilidad en todos los
sentidos. La única manera de poner en práctica esta medida a rajatabla es con
un sistema de represión de los objetores de la medida como los médicos y los
enfermos, encerrando a estos sin papeles
en campos de concentración y deshaciéndose de ellos de la mejor de las maneras
posibles. Esto no va a pasar a pesar que en muchos sentidos estamos a un paso
de la barbarie y aunque una cierta minoría del PP no verían con malos ojos esta
medida segregadora.
Ante
esta crisis muchos nos hemos visto doblegados por el miedo que impone una
estudiada Doctrina del Shock que se
impone a escala global y por nuestras propias miserias que nos llevan a la falta
de acción. Lo que están haciendo muchos médicos es algo para tener en cuenta.
Seguramente hubo una época en que mucha gente se hacía profesional de la
medicina para ganar mucho dinero pero estos días he escuchado a muchos médicos,
son miles en todo el país, diciendo que no van a acatar el decreto xenófobo del
PP no sólo porque han hecho un juramento hipocrático sino porque su deber es
con el paciente y no con la administración. Sé que un importante número de
médicos se acabará vendiendo al mejor postor, cada vez nuestro panorama
sanitario se parecerá más al de Estados Unidos y veremos las salvajadas que se
hacen en ese país en materia sanitaria como algo normal en el nuestro, pero si todas y todos desde nuestros puestos
nos opusiéramos a los dos gobiernos ultraliberales que hemos tenido desde que
empezó la crisis las cosas, sin duda el ejemplo de Islandia está para algo, nos
irían de otra manera.
Quiero
acabar aquí señalando la manera miserable con la que ha gestionado este asunto
el Gobierno de Canarias formado por el infumable pacto PSOE y CC. Al principio
el PSOE amagó con echarle cara a Rajoy y no aplicar el decreto en las islas. En
Canarias el PSOE gobierna con CC porque estaba sediento de poder tras una
década larga sin mamar de éste y se han vendido completamente a CC por las
migajas que Rivero les deja. Los Cobiella y sus empresas sanitarias, que tanto
deben en crecimiento a CC, son grandes amigos de esta formación y no iban a
permitir que el PSOE metiera mano de la sanidad pública que es controlada
personalmente por Paulino Rivero. Ante el uso demagógico y electoralista de no
acatar el decreto se acabó por recular y ahora la oposición al decreto de la
destrucción de la universalidad de la sanidad de Rajoy se va a acatar y han
encontrado una fórmula de medias tintas para atender a los sin papeles. A Paulino Rivero y a José Miguel Pérez les importan
una mierda los enfermos. Los beneficios de las empresas sanitarias canarias que
tanto han chupado del bote de lo público no podían verse afectadas de ninguna
de las maneras. Con esta canalla gobernando perdemos los de siempre pero ahora
habrá ciudadanos de primera con tarjeta sanitaria y de segunda sin ella y
pagando en efectivo a precios de mercado que acabará por transformase en una especie de beneficencia. Y esta reforma,
que no es la única que habrá, acabará por extenderse a otros colectivos en lo
sucesivo pues está dictada por una ideología que se configura como racista,
xenófoba, machista y clasista. Tiempo al tiempo.
Canarias 24 Horas, 3 de septiembre de 2012.