Hace ya un año largo la famosa disidente cubana Yoani Sánchez sacó un libro sobre WordPress, editado en España por Ediciones Anaya, que técnicamente no me parece ni mejor ni peor que otros que existen sobre el servicio abierto de blogs porque ya sabemos que este tipo de libros se quedan viejos nada más salir y siempre me ha parecido excesivo pagar los más de 20 euros que vale libro impreso en papel. Lo que me llamó la atención de este libro es que el prólogo fuera de Esperanza Aguirre y aunque no encuentro el texto en la red les puedo asegurar que la populista presidenta de Madrid hablaba de todo en él menos de agregadores de noticias, post, entradas y editores wysiwyg ya que esta señora no tiene ni puta idea de todo esto sino que lo suyo es manipular, medrar y engañar a sus ciudadanos diciendo que el IVA es malo y luego que es bueno. Varias veces le he hecho constar a Yoani Sánchez lo repugnate que me parece que haya politizado de una manera tan burda, repugnante y mezquina un libro que versa de un sistema informático aludiendo a la supuesta libertad que le proporciona un blog a la disidencia cubana. En realidad al gusanaje que le mantiene el sistema y le recarga el móvil para que tuitee desde Cuba supuestamente.
Yo no defiendo a la dictadura y al gobierno cubano, todo lo contrario porque cada vez todos los gobiernos de una u otra manera me parecen lo mismo, pero creo que en cierto sentido es más digno que la disidencia cubana, ese gusanerío que vive en Miami esperando a que caigan los Castros para volver a montar el puticlub que había en la Habana en los años 50 de siglo pasado, que ya es un decir por lo sucio y corrupto que es el gobierno de Cuba. Máxime porque cuando parte de estos disidentes cubanos fueron acogidos en España por el gobierno del PSOE mostraron una repugnante ingratitud hacia nuestras instituciones, el gobierno y la mayoría de los ciudadanos que pagamos nuestros impuestos y de los que estos gusanos se favorecieron.
Esta vez Yoani Sánchez hizo un Follow Friday para Juan Ramón Lucas recientemente destiuído por la nueva cúpula de Radio Nacional de España que ha entrado a saco en la radio y la televisión pública para allanar el camino a los recortes, hachazos y demás infamias que el PP tiene previsto llevar a cabo en los próximos años. El texto en cuestión es este: #Cuba Mis respetos y un solidario #FF para @juanralucas con quien he tenido el honor de compartir micrófonos. Me importa un bledo que esta señora, o el gusanerío de Miami que le hace sus blogs e interviene en las redes sociales, me haya bloqueado a mi y a un millón de usuarios pero la siguiente entrada en mi blog, un blog que administro desde los servidores de Google competencia de WordPress y que nunca me ha hecho falta un libro inútil e imbécil como el suyo para hacerlo, pero me da mucho asco no sé si esta señora, no dudo que sea sincera en mucho de lo que dice, y el entorno que la ampara, la elevan como mártir de la comunicación porque son más impresentables que los dictadores Castro. Sobre todo lo que me parece más importante es desemascarar a todo ese gusanaje que es la ultraderecha antricastrista que no es la solución al problema de Cuba, lo que sucede en la isla es mucho más complejo que un diálogo de buenos y malos, sino parte de éste. Yoani Sánchez, en mi humilde opinión, más que una persona es un avatar que esta ultraderecha se ha encargado de crear para manipular a la opinión pública mundial.
Actualización 15 de Julio: Siempre me había parecido increíble que Yoani Sánchez fuera capaz de administrar su Twitter desde Cuba con sólo un teléfono móvil y vía SMS como la vi afirmar en muchos tuits y siempre había tendido claro que recibía ayuda desde Maimi. En todo caso en Twitter hay un hashtag, #yoanifraude, que me ha llevado hasta este artículo muy revelador de Salim Lamrani que analiza la actividad fantasma en el sitio de microblogging y llega a la conclusión de que Yoani Sánchez es un fraude.
El 5 de mayo de 2011 me mandaron este mensaje directo, DM, desde la cuenta de Yoani Sánchez. Debió de ser la primera vez que la mencioné por el prólogo del citado libro. Por supuesto, jamás contestó. |