15 marzo 2012

Ocho años del 11-M


Si los 40 años de la dictadura fascista de Franco con centenares de miles de víctimas se pudieron olvidar en un ridículo proceso sobrevalorado hasta la nausea llamado Transición las 191 víctimas del mayor atentado terroristas de la historia de España, perpetrado por Al Qaeda, del 11 de marzo de 2004 ya ni tienen una dignificación oficial decente por parte de las instituciones. Menos aún este año 2012 que el causante de que la organización terrorista árabe pusiera a España en su punto de mira, el Partido Popular, vuelve a gobernar después de aquella infamia que protagonizó en 2004 o que los sindicatos UGT y CC OO, principales valedores del terrorismo laboral que hemos soportado la clase trabajadora, hayan elegido ese día para una de sus protestas antes de la Huelga General convocada para el 29 de marzo.
En un país donde hay dos tipos de víctimas del terrorismo para la ultraderecha del PP, las suyas y todas las demás, los fallecidos por el 11-M y sus familiares ocupan la peor parte en la escala pues fueron las que desde su mentalidad falangista lo sacaron del poder a favor de Zapatero por lo que no sienten el más mínimo respeto hacia éstos. El nuevo fiscal general de estado Eduardo Torrés-Dulce, que no es más que un mandado del PP, ha instado a la fiscalía a reabrir el sumario del 11-M por unos restos de trenes depositados por RENFE en un taller de Madrid, que ya es cosa juzgada pues lo han dejado claro hasta 14 jueces distintos, a tenor de una información periodística firmada por una web de la ultraderecha mediática del excomunista y actual falangista republicano Jiménez Losantos. El PP sólo ha sido capaz de recordar a aquellas víctimas para manejarlas mediáticamente a su antojo y desenterrar una infamia que ya causa indignación. Esperemos que no lleguen muy lejos con estos intentos de revitalizar algo que lejos de ser revivido se estaba interiorizando de manera ejemplar por la sociedad civil.
Aunque la justicia se encuentra sumergida en unos lodazales que nos deberían de preocupar tras la advertencia que ha significado la inhabilitación al juez Baltasar Garzón hacia los jueces progresistas, el juicio y la posterior sentencia dictada el 31 de octubre de 2007 son un ejemplo de algo que no se le ha dado el debido valor y por el que nos deberíamos de sentir orgullosos todos los ciudadanos. Los juicios celebrados contra el terrorismo que asola el mundo nacido del atentado de las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001 han sido escasos por no decir nulos, de memoria no soy capaz de citar ninguno, y lo que se ha hecho es tomar la vía expeditiva como hizo Barack Obama contra Bin Laden ordenando su asesinato, que presenció en directo en una emisión privada que compartió con el estado mayor norteamericano, seguramente con la medalla del Premio Nobel de la Paz en el bolsillo para que le sirviera de talismán. Pocos en el mundo fueron capaces de censurar tal actitud mafiosa y criminal llevada a cabo por la nación que presume ser la mayor democracia del planeta pero que en realidad es la mayor causante de las desigualdades sociales que hacen que, equivocadamente, una gente completamente radicalizada sean capaces de dar su vida para que haya una gran cantidad de muertos y una total desolación. En España se tomó la vía jurídica, cosa que representa un hito en la justicia universal, y fue un logro no convenientemente reivindicado por el segundo gobierno de Zapatero seguramente porque se arrodillaron ante la ultraderecha mediática y dirigente del Partido Popular que se empeñaba en mantener la infamia de la autoría de ETA en el atentado.
Recordar aquellos días del 11 de marzo de 2004 da mucha tristeza y rabia a un tiempo por toda aquella mentira que se intentó mantener hasta el 15 de marzo, cuando hubieran pasado las elecciones, por Aznar que al poco se quitó el bigote pero que se le debería haber caído el pelo y su lacayo de entonces Acebes ahora retirado de la vida política. El gobierno de Aznar estaba instalado en la adulación perpetua de un genocida como el expresidente George Bush, Aznar decía que la Guerra de Irak significaba poner a España entre los países que hacen historia, que bajó la guarda ante las amenazas de atentados del terrorismo internacional en Madrid y así sucedió algo que si se hubiera podido haber evitado ahora estaríamos, en buena hora, con otras cosas.
Sobre la decisión de las organizaciones anti obreras UGT y CC OO de hacer una gran manifestación por Madrid no me parece mal pero creo que estos gandules que llevan décadas degradando a la clase obrera y viviendo a costa de los trabajadores podía haber hecho la manifestación otro día, el sábado día 10 hubiera sido perfecto, simplemente para evitar las declaraciones de manipuladores que se han vertido estos días desde la ultraderecha del gobierno y el PP. Y es que si estos sindicatos fuesen sólo manipuladores podrían estar en su deber que es defender a los trabajadores pero ya sabemos que su estatus está más relacionado con la mafia y el crimen organizado por el que sus delegados y liberados viven. En todo caso un día de estos debería poderse cerrar la herida abierta con este atentado y ojalá se pueda recordar sin la sensación de infamia y enfrentamiento que cada vez que llega este aniversario se siente. Ahí debería estar el verdadero respeto a las víctimas que podría haber sido cualquiera de nosotros, eran estudiantes y trabajadores, y sin que temor alguno para que este trauma pueda ser superado algún día.
Canarias 24 Horas, 12 de marzo de 2012.