Las
Islas Canarias siempre han tenido una desgracia que las ha hecho desafortunadas y es que siempre han
estado vendidas al mejor postor. En esto que me perdonen los nacionalistas
ignorantes radicales, me refiero a esos que empapelan sus casas con los
editoriales de Don Pepito de El Día,
pero este mejor postor nunca ha sido
España porque hemos estado colonizados
por gente tan inútiles, no hay más que ver las tristes derivas de la historia
contemporánea española, que el poder económico efectivo sobre el archipiélago
siempre ha estado muy lejos de Madrid: Inglaterra, Alemania o como ahora Bruselas
que hace de capital de la Unión
Europea. Esta dualidad de poder, el político en manos de gobernantes
incompetentes y el económico siempre dependiente de potencias extranjeras que
se benefician de una economía canaria enfocada a objetivos únicos que tantos
beneficios a dado fuera de estas islas, ha sido bien aprovechada por la chusma
dirigente y caciquil del archipiélago para amasar grandes fortunas a la par que
deterioraban irreversiblemente nuestro bienestar ambiental y social.
Prueba
de todo esto ese que Canarias lleva décadas en manos de una burguesía inculta,
analfabeta y a todas instancia compuesta por muertos de hambre que se dicen nacionalistas pero cuya una nación es la de amasar grandes fortunas
a costa de los canarios y que se circunscriben en torno a un partido de
zánganos llamado Coalición Canaria. Para ello no han podido estar solos, así
son las singularidades del sistema electoral canario que es el más injusto de
los que se conocen, y han necesitado a cómplices como los del PP en otras
legislaturas y los golfos del PSC PSOE que ha entrado en el gobierno después de
muchos años fuera del poder a colocar a sus amigos en direcciones generales y a
perpetuar el gobierno canario de tal manera que no se ve diferencia alguna entre
los dos gobiernos de Rivero, cuando estaba con el PP y luego en solitario, y
este de ahora con el PSOE. En los 30 años que Canarias ha disfrutado de un
autogobierno, en realidad se ha creado un sistema de perpetuación caciquil
autonómica, los esfuerzos en materia energética se han centrado en la compra de
energías fósiles contaminantes que nos han hecho siempre peligrosamente
dependientes del exterior y cuando único han interesado las energías
alternativas, como la solar o eólica que tanto abundan en nuestras islas, ha
sido como negocio rápido para cobrar las primas del estado y la Unión Europea
sobre la generación en estas fuentes. Ha pasado en Arico, por ejemplo, donde
sobre terrenos previamente subvencionados para plantar vid se han colocado de
una manera hasta ilegal placas solares como también en los concurso eólicos
encargados en Canarias y suspendidos por la justicia por escandalosos indicios
de corrupción.
Hablando
de concursos eólicos amañados la familia Soria debería tener mucho qué decir
sobre este tema. Luis Soria, el hermano de actual ministro de energía y turismo
José Manuel Soria puesto por éste como consejero de energía en el archipiélago
en tiempos de Adán Martín, es una pieza clave para entender lo que pasó con el
llamado Caso Eólico que se produjo durante
su mandato, que ah sido un caso muy sonado de presunta corrupción en Canarias y
que por éste se dejaron completamente suspendidos los otros concursos de
parques eólicos en las islas y que nos ha llevado a un retraso vergonzoso e
incompresible en materia eólica. Cabe recordar que una región como Navarra, de
unos vientos más moderados que los canarios, superan con creses la energía
eólica que se carga en sus redes eléctricas sólo porque allí han hecho las
cosas un poco mejor. Escandaloso es, además, que el actual ministro cuando era
Presidente del Cabildo de Gran Canaria viviera en un chalet propiedad de uno de
los adjudicados con el famoso concurso amañado y cuando se le pidieran los recibos del alquiler
los presentara de una manera que daba la sensación de improvisación y hechos a
mano.
El
caso de José Manuel Soria es el de un tipo para echarle de comer aparte porque
a los canarios nos va a hacer pasar mucha vergüenza porque la cara dura con la
que muchos se manejan en Canarias, tierra que consideran su coto privado de
pesca aunque no haya salmón, es vista desde fuera como una excentricidad al
principio pero luego con tanto estupor que acaba por producir bochorno. Soria
es la desgracia para Canarias como el hijo bobo lo es para la familia acomodada
y que hay que enchufarlo a hacer algo pero cuanto más lejos esté del núcleo
familiar mejor. Oyendo a Soria nos damos cuenta, sin embargo, que los bobos de
verdad somos nosotros pues, en su soberbia, cree y pretende hacer creer que se
las sabe todas. Es curioso que como ministro de industria haya quitado las
subvenciones a las energías alternativas que, curiosamente, tan bien parecieron
venirle a él y a su familia. La decisión de mantener la central nuclear de
Garoña, la de autorizar a Repsol las prospecciones petrolíferas frente a las
cotas de Lanzarote, donde hace poco tuvo que salir escoltado porque un grupo de personas le increpaba
por su golfería, o el hecho de reactivar las peligrosas regasificadoras en
Tenerife y Gran Canaria no sólo representa una política completamente errada
sino que significa el mantenimiento equivocado de este tipo de energías que
arrastran gran tipo de inseguridad estratégica y política que nos hacen
dependientes del exterior y que, como sabemos, el panorama internacional se va
a poner cada vez peor.
Que
un territorio hoy en día sea completamente capaz de abastecerse de energías
alternativas es, actualmente, algo imposible si exceptuamos a la isla de El
Hierro que recordemos es una isla completamente subvencionada con todas sus
cosas positivas pero, sin duda, muchas negativas. Esto es así porque los que
controlan las energías fósiles han conseguido los gobiernos de todo el mundo no
sólo les den la espalda sino que lastren su desarrollo. En una época en la que
el consumo de energía está completamente disparado, donde el petróleo tiene los
años contados y en la que hay grandes zonas del planeta es la biomasa y poco
más se hace completamente necesario potenciar el uso de otro tipo de energía
que no sean las de origen fósil y que redunden más la sostenibilidad de los
territorios. En este sentido Canarias sería un interesante laboratorio para
este tipo de cosas pero hemos perdido, seguramente para siempre e iremos al
lastre del resto del mundo, una oportunidad única de ser una región puntera en
este tipo de desarrollos energéticos. Ya perdimos nuestro momento que fueron
los años del boom de la construcción y el turismo que no sirvieron para
repartir prosperidad y beneficiar a la comunidad en este tipo de cosas sino
para que políticos corruptos y empresarios sin escrúpulos llenaran sus
bolsillos con aquel fenómeno. Con mediocres, empresarios belillos, ladrones,
políticos impresentables y caciques seculares Canarias no sólo ha estado en una
cola que nunca se ha merecido en su historia moderna sino que lo estará más por
los siglos de los siglos sin remedio y sin capacidad de prosperar como no nos
deshagamos, de una vez por todas, de las personas que por aquí hacen y deshacen
a su antojo.
Canarias 24 Horas, 20 de febrero de 2012.