Es
posible encontrar una palabra que defina mejor que nada al Partido Popular pero
ésta no sería, a pesar de que esto términos recogen perfectamente mucha esencia
de esta formación política, ni franquismo ni corrupción ni ultraderecha ni sinvergüenzas
ni tampoco meapilas. La palabra que está en la esencia de este partido es el
término mentira. Con una burda
mentira de manipulación masiva y 191 cadáveres dejó Aznar el gobierno de la
séptima legislatura, por toda aquella infamia de acusar a ETA de un atentado
islamista realizado Al Qaeda en la triste estación de Atocha, y con una
mentira, igual de burda pero más elaborada recogiendo las últimas técnicas de
manipulación de masas, regresa Rajoy a La Moncloa en esta décima legislatura de
la democracia, ceremonial, española. No es que el PSOE estuviera exento de este
tipo de pecados en los casi ocho años que transcurrieron entre estas dos
legislaturas, todo lo contrario, pero por lo menos había un majadero, el ex
presidente José Luis Rodríguez Zapatero, dando la cara cuando hacía falta
porque este tipo se ha creído una suerte de mesías ya que confía que la
posteridad lo recuerde como un ser que se sacrificó por su país cuando lo que
probablemente pase es que lo recuerden como un mediocre y mal presidente como
hoy en día pasa con muchos de los de la Primera República y del reinado de los
Borbones.
Soraya
Sáenz de Santamaría salió como pregonera del segundo Consejo de Ministros del
Gobierno de Rajoy el día 30 de diciembre para dar a conocer el mayor recorte de
derechos sociales y unas medias completamente anti sociales decretadas contra
millones de personas que formamos las clases medias, cada vez más bajas, y que,
en una mentira sin precedentes, desde una presidencia de gobierno se dijo que
se aprobaron en cinco días debido a lo grave de las cuentas del estado y al
déficit público que se había reescrito en dos puntos más, pasaron del seis al
ocho por ciento, porque la herencia del PSOE, no podía ser de otra manera, era
más terrible de lo que se figuraban no sólo durante la campaña electoral sino
durante el traspaso de gobierno. Utilizando un lenguaje completamente perverso
la vicepresidenta dice que para el 2012 va a haber una subida temporal de determinados impuestos pero a poco que se mire
no se puede ocultar la realidad: en esta época de graves problemas económicos
de los que los ciudadanos no tememos la culpa vamos a ser nosotros los que
paguemos los platos rotos de los otros que lo han hecho mal y aquí me refiero a
los sectores financieros, sobre todas las cosas, más que a los políticos que
son meras correas de transmisión de sus caprichos. Ya lo decía mejor Lisa Simpson
que la misma vicepresidenta.
Más
que condenar la actitud de Sáenz de Santamaría, al fin y al cabo ella es sólo
una mandada, es para hacerlo con la de Mariano Rajoy que permanece escondido como
un cobarde en La Moncloa como si estuviera allí revisando los ordenadores a ver
si encuentra una foto de Zapatero desnudo para reírse un rato. Yo no recuerdo
cual fue la última vez que Rajoy dio la cara por algo, si no fue en una
tertulia futbolística tuvo que haber sido cuando fue vicepresidente y dijo lo
de los hilillos de plastilina en la
crisis del Prestige porque Aznar tampoco
era un tipo que le gustara mucho dar la cara. Recién elegido presidente Rajoy
viajó a Europa a explicar lo que se decidió el día 30 en el Consejo de
Ministros al igual que se lo contó a Emilio Botín que fue de las primeras
personas con las que se reunió en España tras su arrolladora victoria del 20 de
noviembre.
Al
gobierno de Rajoy no hay que darle día alguno de gracia porque ya mismo está en
tiempo de descuento. Esta legislatura es la que va a triunfar por la
utilización de manera masiva de gabinetes de comunicación especializados en
hacer creer a la ciudadanía que las mentiras que nos van a contar desde este
gobierno son cosas positivas y por ello van a poner mucho empeño en hacernos
creer como positivas cosas que no sólo no lo son sino que además nos
perjudican. Las clases medias bajas, esas donde están muchos de los
trabajadores que cayeron en la trampa de la derecha y le dieron el voto con el
que el PP arroyó en las pasadas elecciones, lo vamos a pasar francamente mal
durante mucho tiempo no sólo porque ya se proclama como irreversibles los
recortes iniciados por el PSOE, y continuados por los Populares, sino el
absoluto colapso del estado en materia de inversiones va a significar una
agravamiento de la crisis y más paro. Esto es de libro, si lo sé yo por
descontado lo sabe el equipo de Rajoy pero habría que preguntarse a quiénes
tratan de beneficiar con estas medidas tan impopulares que no puede disimularse
ni con los usos del lenguaje más perversos.
Y
todavía queda más que aguantar porque esto es el inicio del inicio. Sobre el día 15 de enero se prevé un acuerdo
laboral que acabará por dejar en manos del capricho de los empresarios la vida
de millones de trabajadores, también a esos mencionados más arriba y que
arroparon a Rajoy hasta La Moncloa porque hace mucho que los que trabajamos
tenemos una conciencia de clase muy escasa, y donde sindicatos como UGT,
probablemente también CC OO, van a pactar lo que sea con los empresarios para
evitar el colapso de estas organizaciones cuya misión primordial es sobrevivir
a cualquier gobierno hundiendo más si cabe a la clase trabajadora. El otro día
escuchaba a un sinvergüenza como Cándido Méndez alabando a la nueva Ministra de
trabajo, Fátima Báez García, y decir que en una reunión había encontrado mucha
sintonía con ella en un ejercicio de lameculismo tan descarado que hasta el
presentador, era Pedro Blanco en la SER, se mostraba extrañado que en unas
horas Méndez se mostrara más cercano al PP que al PSOE en ocho años. Por
cierto, apúntense bien el nombre de esta Ministra porque esta va a ser la de ocurrencias
varias de nuevo gobierno de Rajoy ya que a José Manuel Soria le conviene no
llamar mucho la atención no sea que se investiguen sus chanchullos.
Canarias 24 Horas, 2 de enero de 2012.