29 diciembre 2011

Cambio de gobierno



No sé qué me tiene más revuelto si la crisis del PSOE, mandándose mensajitos cobardes en forma de documentos como Mucho PSOE por hacer o Yo sí estuve allí, o el retorno de la ultraderecha cavernaria al poder que se ha producido esta semana y que debería haber tenido como culmen la foto del nuevo presidente disfrazado de Papá Noel en la estúpida vídeo conferencia con las tropas españolas que seguro que nos cuesta un ojo de la cara para que el estirado del nuevo Presidente se estrene. Creo que para ese PSOE, que se pegó el peor batacazo de su historia el día del aniversario de la muerte de Franco marcado por el regreso de la derecha anti sociedad civil al gobierno pero que lo que les ha pasado es poco comparado con lo que se merecen, vuelva otra vez a tener cierta fortuna lo mejor que pueden hacer es nombrar a Mariano Rajoy Brey como secretario general de esta formación pues ya lleva las insignias del poder de la doble marca que el PPSOE representan.

La continuidad entre los gobiernos del PSOE y del PP esta misma semana es algo que no sólo repugna bastante sino que significa un insulto a la inteligencia y debería ofender a muchos votantes, sobre todo a los del PP, porque la sintonía entre ambas políticas económicas es inmensa por no decir idéntica. Hasta hace dos semanas el PP se cebaba en contra del PSOE echándole a Zapatero la culpa por todos los males, este tipo es responsable de muchas cosas malas que han pasado pero la dimensión de la crisis sobrepasó por completo a este auténtico mediocre, y ahora Rajoy parece haber descubierto, desde que pisó La Moncloa y durmió la primera noche en ella, que la crisis económica existe, que es internacional y que el escenario al que se va a tener que enfrentar los próximos años es peor de lo que nos decía aunque, claro está, esto ya lo sabía perfectamente porque lo así lo supo cualquiera ya que a su lado todos debemos ser gilipollas. En su toma de posesión el nuevo Ministro de Competitividad Neoliberal y Lehman Brothers del Gobierno de España, Luis de Guindos, elogiaba la labor de la Ministra socialista saliente, Elena Salgado, diciendo que las políticas con las que esta señora se empleó contra millones de ciudadanos eran las correctas. Esto puede ser algo más o menos acertado pero ahí vemos la catadura moral y el cinismo con el que se emplea el nuevo Ministro que trabajó el tiempo que estuvo el PP alejado del gobierno para ese símbolo de la crisis que es Lehman Brothers.

Hoy mismo se ha filtrado en los medios una mala noticia para todos los ciudadanos pero que debería de calar en los votantes del PP, no los que representa las grandes fortunas ni los que viven de rentas sino los que se levantan todos los días a trabajar por lo que cada vez más es un miserable sueldo y que fueron los que arroparon al poder al PP con la mayoría absoluta, y es que el ejecutivo de Rajoy planea eliminar la autorización previa para todo tipo de despidos colectivos, los famosos ERE, pero habrá que ver si en una vuelta más de cinismo se nos vende esto como una medida para crear empleo cuando lo que va a producir es, de manera inmediata, el fenómeno contrario. Cuando personajes completamente perversos como el Presidente de la Patronal de Madrid, Arturo Fernández, son capaces que sus ocurrencias sobre los puentes y los días festivos lleguen hasta el discurso de investidura de Mariano Rajoy tenemos la absoluta certeza que estos años que nos tocan por vivir no sólo van a ser duros, eso ya lo tenemos muy claro, sino que además la estupidez más absoluta se va a hacer cargo del país.

Lo que consiguió Zapatero después de casi ocho años como Presidente del Gobierno fue una pensión vitalicia, un cargo en el Consejo de Estado convenientemente remunerado y un chalet de un millón de euros en La Moraleja, Madrid. Supongo que en primera instancia Rajoy busca lo mismo y un abono gratis vitalicio. También, a todos los partidos de todas las ligas importantes del mundo. Detrás de esta gente no hay ningún tipo de ambición más que la de lo personal y la de las camarillas cercanas que dependen de personajes así para mantener su cuota de poder y su bienestar personal. Pensar que la casta política trabaja para el bien común es pensar demasiado bien de una gente que no lo merece o que hacen todos los méritos para que pensemos mal de ellos siempre.

Gobierne quien gobierne siempre hemos de padecer esta dictadura de los más torpes y que nosotros paguemos siempre los platos rotos de los sectores económicos que nos han llevado, yo no seguirán llevando, a debacles inmensas como la que estamos viviendo desde de 2008. Quien pensaba que ahora con el PP las cosas iban a ser otras tenía el derecho a hacerlo, o a seguir haciéndolo en la medida de sus posibilidades, pero esperemos que con esta última se acabe la época de los engaños de intoxicación masiva que los dos grandes partidos del este país, el PSOE y el PP, predican todos los días para cada cuatro años recoger beneficios en un sistema electoral que ya no tiene legitimidad alguna y donde la dignidad de los ciudadanos está por los suelos. Y ya no nos cabe apelar al Honor y al Rey, como se hacía en las obras de Calderón de la Barca, porque si miramos a la Corona ésta se sitúa a niveles irrespirables de suciedad con el encubrimiento de la Casa Real de yerno Urdangarin de sus negocios turbios en la Fundación Nóos y que tiene todo el derecho a la presunción de inocencia pero que resulta una vergüenza a todos los niveles.
Canarias 24 Horas, 26 de diciembre de 2011.