No
sé qué me tiene más revuelto si la crisis del PSOE, mandándose mensajitos
cobardes en forma de documentos como Mucho
PSOE por hacer o Yo sí estuve allí,
o el retorno de la ultraderecha cavernaria al poder que se ha producido esta
semana y que debería haber tenido como culmen la foto del nuevo presidente
disfrazado de Papá Noel en la estúpida vídeo conferencia con las tropas
españolas que seguro que nos cuesta un ojo de la cara para que el estirado del
nuevo Presidente se estrene. Creo que para ese PSOE, que se pegó el peor
batacazo de su historia el día del aniversario de la muerte de Franco marcado
por el regreso de la derecha anti sociedad civil al gobierno pero que lo que
les ha pasado es poco comparado con lo que se merecen, vuelva otra vez a tener
cierta fortuna lo mejor que pueden hacer es nombrar a Mariano Rajoy Brey como
secretario general de esta formación pues ya lleva las insignias del poder de
la doble marca que el PPSOE representan.
La
continuidad entre los gobiernos del PSOE y del PP esta misma semana es algo que
no sólo repugna bastante sino que significa un insulto a la inteligencia y debería
ofender a muchos votantes, sobre todo a los del PP, porque la sintonía entre
ambas políticas económicas es inmensa por no decir idéntica. Hasta hace dos
semanas el PP se cebaba en contra del PSOE echándole a Zapatero la culpa por
todos los males, este tipo es responsable de muchas cosas malas que han pasado
pero la dimensión de la crisis sobrepasó por completo a este auténtico mediocre,
y ahora Rajoy parece haber descubierto, desde que pisó La Moncloa y durmió la
primera noche en ella, que la crisis económica existe, que es internacional y
que el escenario al que se va a tener que enfrentar los próximos años es peor
de lo que nos decía aunque, claro está, esto ya lo sabía perfectamente porque
lo así lo supo cualquiera ya que a su lado todos debemos ser gilipollas. En su
toma de posesión el nuevo Ministro de Competitividad Neoliberal y Lehman
Brothers del Gobierno de España, Luis de Guindos, elogiaba la labor de la
Ministra socialista saliente, Elena Salgado, diciendo que las políticas con las
que esta señora se empleó contra millones de ciudadanos eran las correctas.
Esto puede ser algo más o menos acertado pero ahí vemos la catadura moral y el
cinismo con el que se emplea el nuevo Ministro que trabajó el tiempo que estuvo
el PP alejado del gobierno para ese símbolo de la crisis que es Lehman
Brothers.
Hoy
mismo se ha filtrado en los medios una mala noticia para todos los ciudadanos
pero que debería de calar en los votantes del PP, no los que representa las
grandes fortunas ni los que viven de rentas sino los que se levantan todos los
días a trabajar por lo que cada vez más es un miserable sueldo y que fueron los
que arroparon al poder al PP con la mayoría absoluta, y es que el ejecutivo de
Rajoy planea eliminar la autorización previa para todo tipo de despidos
colectivos, los famosos ERE, pero habrá que ver si en una vuelta más de cinismo
se nos vende esto como una medida para crear empleo cuando lo que va a producir
es, de manera inmediata, el fenómeno contrario. Cuando personajes completamente
perversos como el Presidente de la Patronal de Madrid, Arturo Fernández, son
capaces que sus ocurrencias sobre los puentes y los días festivos lleguen hasta
el discurso de investidura de Mariano Rajoy tenemos la absoluta certeza que
estos años que nos tocan por vivir no sólo van a ser duros, eso ya lo tenemos
muy claro, sino que además la estupidez más absoluta se va a hacer cargo del
país.
Lo
que consiguió Zapatero después de casi ocho años como Presidente del Gobierno
fue una pensión vitalicia, un cargo en el Consejo de Estado convenientemente
remunerado y un chalet de un millón de euros en La Moraleja, Madrid. Supongo que
en primera instancia Rajoy busca lo mismo y un abono gratis vitalicio. También,
a todos los partidos de todas las ligas importantes del mundo. Detrás de esta
gente no hay ningún tipo de ambición más que la de lo personal y la de las
camarillas cercanas que dependen de personajes así para mantener su cuota de
poder y su bienestar personal. Pensar que la casta política trabaja para el
bien común es pensar demasiado bien de una gente que no lo merece o que hacen
todos los méritos para que pensemos mal de ellos siempre.
Gobierne
quien gobierne siempre hemos de padecer esta dictadura de los más torpes y que
nosotros paguemos siempre los platos rotos de los sectores económicos que nos
han llevado, yo no seguirán llevando, a debacles inmensas como la que estamos viviendo
desde de 2008. Quien pensaba que ahora con el PP las cosas iban a ser otras
tenía el derecho a hacerlo, o a seguir haciéndolo en la medida de sus
posibilidades, pero esperemos que con esta última se acabe la época de los
engaños de intoxicación masiva que los dos grandes partidos del este país, el
PSOE y el PP, predican todos los días para cada cuatro años recoger beneficios
en un sistema electoral que ya no tiene legitimidad alguna y donde la dignidad
de los ciudadanos está por los suelos. Y ya no nos cabe apelar al Honor y al
Rey, como se hacía en las obras de Calderón de la Barca, porque si miramos a la
Corona ésta se sitúa a niveles irrespirables de suciedad con el encubrimiento
de la Casa Real de yerno Urdangarin de sus negocios turbios en la Fundación
Nóos y que tiene todo el derecho a la presunción de inocencia pero que resulta una
vergüenza a todos los niveles.
Canarias 24 Horas, 26 de diciembre de 2011.