24 mayo 2011

15 de Mayo de 2011


Sin duda todavía un momento muy incipiente para sacar conclusiones precisas y con un grado de particularidad amplio sobre este movimiento social que ha dignificado la palabra democracia en toda España, que se venía gestando por Internet hace unos buenos meses  y que hace apenas una semana, el pasado domingo 15 de mayo, nadie hubiera apostado un céntimo ni por ellos ni por el hecho que miles de personas, en su mayoría jóvenes, han sido capaces de sacarles los colores a más de un espabilado. A cada acampada que ha ido apareciendo en el mundo, a imagen de la Acampada de Sol que la policía acabó disolviendo brutalmente pero que se volvió a establecer, los discursos de dos insulsos como Rajoy y Zapatero se hacían insustanciales, los partidos parecían teatros de guiñol incluyendo Izquierda Unida que ha tratado de sacar partido de esta movilización ciudadana, los sindicatos de gratitud estomacal como CC OO y UGT aparecía como completamente innecesarios, la campaña electoral que había llegado a su clímax cansino pasaba a segundo plano, los medios de comunicación de masas se hacían totalmente viejos, los tertulianos a sueldo y estómagos agradecidos no hallaban una luz para iluminar las cavernas en las que habitan y el sentido de las elecciones del 22 de mayo cobraba otro carisma.
Aunque estas acampadas a través de todo el mundo acaben sin traer nada nuevo y las cosas acaben volviendo a la terrible normalidad esta semana ha valido la pena por una serie de cosas. Ver a los elementos de la TDT Party desgañitados tratando de culpar a Rubalcaba o al PSOE no sólo los retratan como lo franquistas que son sino que deja en un lugar hacia la ultraderecha al PP que es el que soporta a estos medios. La ciudadanía de manera seria, honesta, nada violenta y dando una bocanada de aire fresco hacia la esperanza ha sido capaz de dar un vuelco a la campaña electoral, que se tornaba aburrida, nauseabunda, sin propuestas y que era pura bulla de ladrones, imputados y mentirosos, hacia la verdadera política que es la que estos días ha habitado en nuestras plazas más que en los órganos de gobierno y en los partidos políticos a los que se le debe exigir que reformulen, tomando notas de estas protestas, su forma de relacionarse con la sociedad pues en su pura indecencia ya han estado haciendo pactos sin tener todavía los resultados. Estas protestas también han servido para ver el pelaje de determinados medios de comunicación, en realidad es una forma de actuar muy común de todos, cuyas redacciones ha acabado siendo pura opinión vía tertulianos que lo más que hacen es quejarse de todos desde sus altares y que acaben siendo pillados en un renuncio para saber que la democracia está enferma, entre otras cosas, gracias a ellos. Los mismos tertulianos que se hartaban de llamar a nuestra juventud aborregada y jaleaban las protestas en oriente medio, Egipto, Siria y el Líbano, ninguneaban o llamaban hippies a los sentados en las protestas los primeros días hasta que no han tenido más remedio que acabar asumiendo éstas que como la pólvora se han extendido de manera imparable por todo el planeta. Ahora no les ha quedado más remedio que aceptar que la gente puede ser realmente soberana y capaz de protestar pero lo más importante de todo: saben organizarse. Y es aquí donde la importancia de las redes sociales, sobre todo de esa maravillosa herramienta de microblogging llamada Twitter cuyo nombre es una premonitoria onomatopeya del canto de un pájaro, ha venido a hacer que la gente los utilizara como medio de comunicación directa dando información puntual generada por los activistas y alejada de las manipulaciones de la prensa convencional. Etiquetas como #acampasasol, #yeswecamp, #nonosvamos, #estoesreflexion #nolesvotes, #yovoto, #indignaos o #spanishrevolution han sido o son Trending Topic en algún momento en esta red que ha acabado siendo agradablemente monotemática sobre el movimiento social asociado al 15 de mayo.
El sistema ha llegado a su límite, ya no va a ser válido nunca más tal y como lo hemos conocido y otra cosa, según decía José Luis Sampedro en su texto del libro Reacciona pero también en una vídeo entrevista como motivo de los actos del 15 de mayo, habrá de llegar para lo cual deberemos estar preparados. No sólo ha sido por la explosión de juventud de estos días, aún así a las protestas se han unido personas de todas las edades y condiciones, sino porque quizá el ansiado cambio que muchos esperábamos y pensábamos que jamás se iba a producir puede estar, de alguna de las maneras, a la vuelta de la esquina. No es fácil cambiar el mundo desde acampadas y todavía es muy pronto para vaticinar lo que el movimiento Democracia Real Ya va a producir pero una cosa sí que está clara: este movimiento debe tener en el punto de vista objetivos claramente revolucionarios que signifiquen un cambio en el sistema político y de gobierno monárquico español, un cambio en el sistema de los partidos políticos, una democracia completamente participativa en la que los ciudadanos no sólo voten ceremonialmente cada cuatro años sino que impongan el día a día y una supeditación completamente democrática de los mercados financieros que son los causantes de que la mayoría de personas en este planeta sean infelices. Y esto no es una utopía ni entelequia sino que el modelo a seguir existe, es completamente pacífico, democrático y se llama Islandia.
Que este mayo de 2011 sea una anécdota más en la historia, como lo fue su día el Mayo del 68 pues el sistema acabó engullendo a la mayoría de sus líderes, o verdaderamente una fecha clave para dejar de contar no depende sólo de los miles que ahora mismo siguen en todo el mundo acampados, la Acampada de Sol ha decidido en asamblea permanecer una semana más en la Puerta del Sol de Madrid cosa que seguro acabará siendo imitada en la mayoría de las acampadas, sino de todos los ciudadanos que deberemos estar dispuestos a colaborar y a empezar a ejercer el derecho constitucional de participación en las decisiones políticas por la vía directa.
En la Acampada de Tenerife me decía mi amigo Rubén, que llevaba noches durmiendo en el suelo y yendo a trabajar por las mañanas, que lo que se debatía allí era simplemente maravilloso y que todas aquellas personas que participan en las asambleas tenían en común el asco que habían sentido la primera semana de campaña con la basura generada por la propagada electoral pero que el ambiente de entendimiento que allí se estaba generando había hecho ver las cosas de una manera más positiva pero sobre todo me señalaba con pasión una cosa: daba igual ganara quién ganara el 22 de mayo, las propuestas verdaderas estaban en la calle. Y ahora que las primeras horas del escrutinio dan una ventaja clara al Partido Popular de Imputados es tiempo no sólo de no abandonar la lucha sino de seguir profundizando y no abandonar este movimiento hermoso que ha surgido en las calles de toda España y parte del mundo.
Canarias 24 Horas, 23 de mayo de 2011.