12 mayo 2010

El nacionalismo de CC y las especies protegidas




Hay algo que hace que CC y PP sean parecidos aparte del latrocinio que han organizado en Canarias que se traduce en un saqueo de lo público hacía intereses privados concretos. En España a parte de un puñado de desgraciados auto declarados nazis no existe un partido referente de la ultraderecha porque ésta está integrada completamente, sin complejo alguno, dentro del Partido Popular. Un franquista como José María Aznar gobernó España durante ocho años desde la soberbia y su mandato acabó con la mayor matanza terrorista de la historia reciente y todavía se mantiene una infamia, la negación de la autoría de Al Qaeda y no de ETA en los atentados, que hace que este partido se pueda declarar ilegal por la misma ley de partidos  que PSOE y PP aprobaron ad hoc para ilegalizar Batasuna y el entorno de liberación nacional vasco como durante una época le gustaba decir al señor Aznar.
En el caso de CC esta formación ha sabido atraer a sus filas a los sectores más nacionales socialistas del nacionalismo canario para, en su estrategia constante de sacar favores de donde sea, hacer un chantaje continuo al Estado aprovechándose de sentimientos nacionalistas que son siempre legítimos en su esencia. El objetivo es hacer creer a las fuerzas de seguridad del estado y al gobierno de España que en Canarias se da una tensión nacionalista que puede acarrear problemas como sucede con el irresuelto caso vasco y con ello hacer un chantaje de lo más burdo y simplón que se ha conocido nunca en estas tierras. La cabeza visible de toda esta estrategia, consistente en un salto al vacío permanente y sin vuelta atrás inmediata, es la del Presidente del Gobierno de Canarias Paulino Rivero Baute que, manipulado por los sectores empresariales canarios que se han enriquecido durante décadas del boom de la construcción y que ahora necesitan grandes inyecciones de dinero público para mantener sus chiringuitos, actúa irresponsablemente en este tema diciendo lo que le dicen que diga y dando a entender que él dice como gobernar no es más que servir a la voz de su amo. La vehemencia con la que este triste suplente de presidente anda defendiendo estos días el puerto de Granadilla no es más que un tirón continuo de orejas que el empresario Antonio Plasencia ejercita a menudo con lo que piensa que son sus obras, no en vano se las adjudicó a dedo un imputado como Suárez Trenor cuando fue presidente de la autoridad portuaria en el último acto en esta institución, y que deja ver que tiene al presidente muy bien cogido por los huevos para que no pueda ni silbar una folía.
La clave de todo este montaje está en un diario que se llama El Día que se consolidó por hacer los favores al franquismo y cuyo propietario tiene secuestrada la edición y la línea editorial, para más inri de los periodistas serios que trabajan en este medio, con una mezcla de fascismo de toda la vida, insularismo, exaltación de los valores militares y un nacionalismo canario de ultraderecha que si algún día se acaba imponiendo va a generar campos de concentración y una exclusión forzada para una importante parte de la ciudadanía canaria. Nunca en mi vida había leído unos pastiches tan vergonzosos como la que dedicó este sector nacionalista a Ben Magec Ecologistas en Acción, a la vez que la mayor concentración de faltas de ortografía posible por palabra, cuando esta organización decidió hacer una concentración en toda Canarias contra el nuevo catálogo de especies el 6 de marzo de 2010. El acto de Ben Magec coincidía, sin pretenderlo por parte de esta organización, con el de este sector nacionalista de ensalzamiento de la identidad canaria en una manifestación en Las Palmas de Gran Canaria. Barbaridades en contra es esta organización se leyeron muchas en aquellos días, hasta mi correo personal llegaron insultos por gente que no conozco por dar publicidad a la concentración, pero solían tener un denominador común: Ben Magec era una organización españolista que intentaba boicotear un acto tan importante al que al final acudieron a penas un millar escaso de personas. El discurso de este sector nacionalista funciona en base al victimismo más secular del que somos aficionados gran número de canarios pues nuestros políticos lo usan siempre que pueden n sólo para hacer chantaje sino para esconder sus culpas: nuestros males siempre ocurren porque los de fuera nos oprimen y porque los de aquí de nobles que somos, somos aplatanados.
Desde que Canarias accedió a la autonomía los mayores males sobre nuestro territorio, sobre nuestra economía y sobre el libre acceso de oportunidades de la ciudadanía se debe a que el mal está dentro de nuestro sistema y se le conoce como corrupción y está, básicamente, en las filas de Coalición Canaria. En casi 30 años se ha establecido un sistema caciquil, con unas élites dirigentes que tienen bastante de burguesía criolla arrogante, que ha sido la causante de que Canarias se encuentre en un estado de degradación social, política y económica sin precedentes a causa de los usos y manejos de una clase política que actúa como unos auténticos anti sistema. Se ha llegado hasta el colmo de que las leyes son hechas ad hoc que no favorecen el interés general sino para sino que facilitan el saqueo de lo público que realiza la clase empresarial del archipiélago. A lo que más se ha llegado en este caso de manipular la ley para hacer la trampa es a la del nuevo catálogo de especies protegidas de canarias que se tramita en el Parlamento de Canarias y que va a ser inminentemente aprobada por la cámara en unos pocos días.
Que el nuevo catálogo de especies canario va a acabar en contradicciones con el Catálogo Nacional que se está actualizando ahora es algo que nadie ha tenido dudas porque pocas cosas en las islas han tenido un rechazo tan unánime como este engendro legal creado a la imagen y semejanza de un topo de fomento metido a Consejero de Medio Ambiente como es un triste e imputado Domingo Berriel. Desde amplios sectores sociales como instituciones y grupos ambientales, los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente o la misma Consejería canaria, la comunidad científica del archipiélago y una cada vez más concienciada ciudadanía se ha rechazado este catálogo, que en su proceso de enmiendas se ha conseguido no sólo no hacer más farragoso sino una peor ley, cosa que no es de recibo pues ya se sabe lo difícil que es poner a mucha gente de distintos ámbitos de acuerdo en un tema cosa que han logrado Coalición Canaria y el PP que son los únicos que apoyan este engendro legal en todo el mundo.
El sector ideológico de CC, soportado por el nacionalismo de ultraderecha citado más arriba y que cada vez es más excluyente, ha conseguido disfrazar este claro retroceso legal, ambiental y social como una buena ley porque dicen que con ella se preservará la biodiversidad canaria cuando lo que se está haciendo es todo lo contrario. El caso es que un tipo de naturaleza tan burda como es el actual Presidente de la Autoridad Portuaria, quien lo escucha hablar con su estilo completamente changa no puede dejar de pensar qué coño tuvo que venderse en CC para que un absoluto iletrado como él ocupe un cargo tan importante y del que no tiene ni puta idea, ya no se corta y en foros más o menos públicos dice que con el nuevo catálogo que se va a aprobar se salvan los actuales escollos legales para construir el dichoso puerto de Granadilla a riesgo de que un día se muerda la lengua y se envenene el mismo de tanta burda mentira que tienen sus palabras. El resultado es que en breve comenzarán de nuevos las obras de este infame puerto porque la elaboración de este catálogo no tiene otro fin que desproteger las especies canarias para que se puedan hacer todo tipo de burradas en las islas al tiempo que esta vergüenza de ley está inspirada en el comienzo de estas obras para el puerto de Granadilla.
La ciudadanía necesita menos nacionalismo romántico y torpemente excluyente como el que patrocina CC para hacer chantaje y más información de cuestiones democráticas. Una ley que debía servir a la participación ciudadana y al asesoramiento de la mejor generación de biólogos que ha existidito en el archipiélago y que están en las dos universidades canarias, biólogos que nos han costado a los ciudadanos mucho dinero y que sin duda están más que encantados de servir a éstos con sus conocimientos, se ha secuestrado de la ciudadanía y se ha hecho de manera chapucera, oscura y pagando con dinero público a empresas privadas que justifican lo injustificable con dinero. Quizá suene a poco pero Ben Magec está haciendo una serie de charlas sobre el catálogo para informar a la ciudadanía sobre este despropósito. La próxima será en La Laguna el 13 de mayo en el Colegio Mayor San Fernando. Esperemos que este pequeño pero importante acto contribuya a desenmascarar para muchos el verdadero talante de los sinvergüenzas que nos gobiernan. 
Canarias 24 Horas, 10 de mayo de 2010.