08 febrero 2010

Desastres no tan naturales


En la semana de los desastres naturales como inundaciones y terremotos cabe decir que el Canarias hay algo más destructivo que estos fenómenos y que se llama Coalición Canaria. No voy a culpar a CC de que las nubes descarguen en pocas horas una cantidad media, tendiendo hacia alta, de agua o de que la tierra tiemble pero sí que les critico por la gestión tercermundista que se hace en el archipiélago de este tipo de catástrofes naturales pero, sobre todo, de la avaricia y la ambición que esta formación, que lleva más de 15 años robando a manos llenas a los canarios, por el deterioro brutal e irreversible que se ha hecho de nuestro territorio y donde se han dejado infraestructuras completamente vendidas.
Siendo claros las lluvias que el pasado 1 de febrero cayeron sobre Canarias, en algunos casos de manera bastante intensa, no fueron como para dejar zonas como el Área Metropolitana de Tenerife totalmente tiradas y con una estampa más parecida a una ciudad pobre del Tercer Mundo que a una capital ultraperiférica que hasta hace poco enriquecía sobremanera a muchas empresas y empresarios afines al régimen anti nacionalista de CC. Las primeras horas de estas situaciones son siempre claves para la propaganda y en esto estuvieron finos personajes como Paulino Rivero, Ricardo Melchior o Miguel Zerolo. No dudaron en arremeter contra organismos como el Instituto Nacional de Meteorología, como si este tuviera un botón que controla las lluvias y su intensidad, para que no se viera la responsabilidad que éstos tienen por haber dejado, desde sus distintos gobiernos y sus políticas activas favorecedoras de la especulación, unas infraestructuras que lo mejor que se puede decir de ellas es que son de mierda, mientras la mayoría de la población se buscaba la vida para salir al paso de la que estaba cayendo por, entre otras cosas, no hacer caso de los avisos de protección civil.
Intentar confundir a la población y llamar a las lluvias que descargaron en las islas una cantidad bastante elevada de agua en un periodo de tiempo relativamente corto tormenta tropical no sólo tiene tela sino bastante mala leche sabiendo que este tipo de fenómenos en el archipiélago tienen muy pocas posibilidades de suceder. Las lluvias se produjeron por una borrasca atlántica debido a un choque de unas bajas presiones que venían por el suroeste y unas altas presiones que bajaban por el norte. En este sentido el Instituto Nacional Meteorológico clavó las predicciones y las actitudes de Rivero y Melchior ante la falta de previsión de este organismo no pueden sino ser calificadas de mentirosas, mezquinas y oportunistas pues han sido hechas de manera consciente y con el único ánimo de confundir y manipular a la población. Por mucho que se pudieran prever las lluvias desde Canarias, recordemos que al fin y al cabo fueron bien predichas desde el organismo meteorológico nacional, esto no iba a hacer que el caos que representan las infraestructuras canarias se plegara con benevolencia a estas previsiones. Es como si poniéndole el termómetro al paciente para medir la fiebre esta, al saber la temperatura, se regulara automáticamente. CC nos engañó en el famoso 31M, nos engañó con el Delta y lo ha estado tratando de hacer ahora con las lluvias del primero de febrero.
Las precipitaciones que cayeron estos días en las islas no son afortunadamente habituales pero sí que son una constante histórica en Canarias no sólo durante todo el tiempo que se tiene referencia histórica de ellas sino, probablemente, durante millones de años a juzgar  por la forma desgastada que tienen las partes más antiguas del archipiélago y que en mi caso puedo citar como ejemplo, pues las conozco mejor, el Macizo de Teno o el de Anaga con unas formaciones y unos barrancos trazados por la erosión de las aguas. Episodios torrenciales se conocen muchos como uno que se llevó por delante la antigua basílica de Candelaria junto con una de las tallas de esta deidad pero también a los fieles y curas que estaban refugiados en la iglesia rezando para que pararan las lluvias. CC ha conseguido que cada vez que llueva no tenga efecto ni siquiera el rezar para el bien de las almas de los creyentes. Está claro que lo que ha pasado en Canarias, pero sobre todo en Tenerife donde las aguas presentaron momentos de auténtico dramatismo, fue que algo ha cambiado drásticamente en estas dos últimas décadas y no precisamente el clima, aunque digan los expertos de manera general que también. En los últimos años los episodios recurrentes de lluvias torrenciales que se dan en el archipiélago se han visto dramatizados a causa del irreversible deterioro sobre nuestro territorio que ha servido para enriquecer a unos pocos adeptos al régimen de Coalición pero que nos traen muchas desgracias a la mayoría de la ciudadanía cuando caen cuatro gotas más de la cuenta. En el caso de Tenerife la sobre construcción, Paulino Rivero dice contruir porque no sabe hacerlo de otra forma, sobre todo en lo que son laderas o barrancos mismos y el taponamiento de éstos junto con la construcción de vías de manera disparatada, más pensado en las comisiones que generan que en las necesidades de los ciudadanos, de carreteras y líneas de tranvías  han dejado a la isla vendida no sólo a estos fenómenos sino a la especulación pura y dura.
Si duda alguien como Ricardo Melchior, un hombre con una tendencia neurótica hacia la megalomanía y con antecedentes nazis en su familia, quiere ser recordado como nadie en Canarias y de hecho esto va a ser así. Sin duda será para recordar durante muchos años que Melchior ha construido dos líneas de tranvía que han costado a los contribuyentes más de 400 millones de euros, que han dejado hipotecadas las arcas públicas durante décadas, pero que son de secano y que cuando llueve un poco fuerte se quedan completamente inutilizadas. No es que mi voluntad sea la de un opositor del no a todo pero más oposición a esta infraestructura que los hechos y lo que se ha visto estos días no puede haber nada. A pesar de haber marginado conscientemente la guagua desde el propio el Cabildo, porque esta no genera las comisiones que generan los sistemas tranviarios, habría que pensar qué habría sido de la movilidad en el Área Metropolitana sin éstas y no sólo por sus líneas independientes y flexibles, en contra de lo rígido del trazado del tranvía, sino porque durante más de 24 horas sirvieron como auxilio para el propio tranvía pues parte de su recorrido se hacía en guagua a pues el tranvía genera beneficios a empresas privadas y que funcionaran las líneas era una enrevesada prioridad. Mientras lugares como María Jiménez, el Valle Tahodio o en la zona de Anaga estaban abandonadas o había que llevar por helicóptero hasta víveres las autoridades del Cabildo, a través de los servicios públicos que todos los ciudadanos pagamos, se deshacía en poner en funcionamiento las dos líneas del tranvía a pesar de que había ciudadanos completamente olvidados en estos barrios y que la movilidad, gracias una vez más a la guagua, estaba completamente garantizada en esta zona. Como siempre los servicios públicos han ido al rescate de los intereses privados de los inversores del tranvía con el dinero de todos los ciudadanos.  Cabe una reflexión si todo el dispendio del tranvía, el dinero público que se ha puesto para el funcionamiento de éste, la cantidad de suelo que se ha consumido de manera exclusiva para este transporte en un territorio muy limitado y el hecho que su existencia haya significado que cuando llueve fuerte en el Área Metropolitana los efectos de las lluvias se incrementen, han valido la pena para un transporte que, a la hora de la verdad, deja tirado a todo el mundo y donde la guagua no tiene ninguna competencia.
Estos poco más de 13 kilómetros del tranvía de Tenerife no van a ser nada comparado con los más de cien kilómetros de trazados ferroviarios, que de llevarse a cabo las propuestas presentadas en Tenerife y Gran Canaria, va a hacer una más que importante herida a estas islas ya de por sí fracturadas en su territorio de manera irreversible. Recordemos que estas infraestructuras precisan de una adaptación brutal del territorio a la máquina y que sin duda en una sociedad que se considerara avanzada y con un mínimo de visión de futuro jamás aceptaría, en debates públicos sobre el tema, que se impusieran este tipo de infraestructuras que a los que únicamente beneficia es a los rentistas de CC y partidos afines. Encima se ha inventado una supuesta alta velocidad ferroviaria para Canarias, cuando esta es insostenible e imposible simlemente, para pillar las subvenciones a este tipo de infraestructuras que empelados como José Blanco de los lobbies ferroviarios están empeñados en imponer en todo tipo de territorios. Los amantes de lo trenecitos mejor harían en comprarse uno de juguete o irse por Europa de InterRail cada cierto tiempo que decir los disparates y barbaridades que dicen. Tristemente la lección del primero de febrero no nos servirá de mucho no sólo por la increíble capacidad de olvido de la ciudanía sino por las imposiciones del régimen a su prensa adepta o que la web del tranvía de Tenerife no avisara jamás de la importante avería de este transporte.
Como si de una Cuarta Plaga se tratara, está claro que Coalición Canarias es la primera pero no la única de origen humano que asola el archipiélago, estos días han subido las temperaturas y en nuestros cielos se ha pedido visibilidad por la calima. Y es que esto es la idiosincrasia de estas islas situadas en el lugar que siempre han estado en el Atlántico. Buscar explicaciones exotéricas o políticas a este asunto es marear la perdiz a no ser que se quiera confundir deliberadamente a la población a base de las mentiras tan graves que se han escuchado desde, nada menos, que el propio presidente Rivero que, cada vez más, no sólo es un inútil, un incompetente sino un mentiroso patológico que solo le gusta contruir. Esta calima sí que es metáfora de la ceguera crónica a la que los canarios estamos adaptados y que no nos deja no sólo ver nuestras propias desgracias sino el inmenso ridículo que hacemos cara al exterior.
Canarias 24 Horas, 8 de febrero de 2010.