En la semana de las presiones especulativas contra la economía española gracias a declaraciones de un subnormal profundo como Joaquín Almunia comparando a España con un país lamentablemente intervenido por la Unión Europea como es Grecia o en la de los editoriales contrarios a España de medios ultraliberales como Financial Times cabe decir que hay algo que es más enemigo y contraproducente para la clase trabajadora y para la ciudadanía en general. No estoy hablando de la grave corrupción que asola al planeta por entero y que es la causante de esta crisis económica sin precedentes que estamos viviendo o que los mismos organismos y entidades corruptas sigan en activo ahora especulado con la deuda pública de países enteros que representan a las pequeñas economías de muchísimos millones de personas mientras no hay leyes ni gobiernos que sea capaces de detener este tipo de estrategias sucias. Tampoco hablo del presidente de la patronal, Díaz Ferrán, que lo más que se puede decir de él es que es un sin vergüenza sin paliativos después de que fuera capaz de dejar quebrar sus propias empresas pues él representa como nadie la cultura del pelotazo empresarial y que no sabe crecer sino a partir de crear un valor falso y completamente especulativo. Aunque todo esto es terrible me estoy refiriendo a esas centrales que se definen como obreras y sindicales, no son más que instancias para pasar el rodillo del capital sobre los trabajadores y que lo más que llegan actualmente es a comportarse como empresas de trabajo temporal, que se inscriben bajos las siglas de CC OO y UGT.
José Luis Rodríguez Zapatero mentía, hacía demagogia y propaganda barata cuando, al principio de esta grave crisis, decía que no iban a ser lo trabajadores los que íbamos a pagar los efectos de esta devastadora debacle económica. Mientras los responsables de este desastre económico siguen libres, sin que nadie los detenga, haciendo lo que saben hacer, ahora se especula con las deudas públicas, y nadie los ha detenido ni se han hecho reformas profundas y de calado en el sistema financiero para evitar que esta situación vuelva a suceder, el sistema pasa el rodillo de los sindicatos sobre la clase trabajadora para que, una vez más, ésta pague los platos rotos de esta crisis que es una crisis ética y moral más que otra cosa. En los próximos años los trabajadores hemos de pagar esta crisis con retrasos en las jubilaciones, recortes de las prestaciones sociales, menos o ninguna indemnización por despido para acabar poniéndonos de rodillas de nuevo ante los empresarios y darles gracias por simplemente dejarnos existir. Los mayores responsables de que esta situación haya llegado a este punto son estas centrales mal llamadas sindicales que son auténticos submarinos de la patronal entre la clase trabajadora y que deben su gratitud estomacal de las subvenciones y prebendas que obtienen de los gobiernos que así compran su docilidad. Luego cuenta con esa figura terrible que en la mayoría de los casos lo que hacen es vivir a costa del estado y que son conocidos como liberados sindicales.
Para muestra del cinismo al que pueden llegar este tipo de centrales, les añado el epíteto de mierda para que no causen confusión, es el caso de Fundescan perteneciente a UGT creada en Canarias para pillar la pasta de los cursos del Icfem pero que en los últimos tiempos ha llevado hasta temas de violencia de género tema que, tengamos en cuentan, no interesa para nada a nuestros políticos sino como propaganda pues la violencia es sobre mujeres y a pocos dirigentes les importa realmente esta sangría sobre el géneros femenino. Para muestra los distintos organismos especializados en estas cuestiones de género se están desmantelando en Canarias sin que nadie diga nada. El caso es que Fundescan ha entrado en suspensión de pagos porque era una especie de tapadera creada para recibir subvenciones y cuando la economía ha entrado en quiebra ha acabado arrastrando a estas entidades. El resultado es que sus 180 trabajadores, que trabajaban para un sindicato y es aquí donde viene lo más lo fuerte, se han visto en la puta calle de un día para otro en una especie de despido colectivo que no tiene que envidiar a los que hacen las grandes empresas o el caso de las incontables chapuzas de Air Comet del mencionado Díaz Ferrán. El caso es que a este escándalo tan grande que clama al cielo nadie ha sido capaz de escandalizarse por esta operación que ha servido para que unos cuantos se hayan aprovechado del sistema para medrar mientras dicen defender a la clase trabajadora cuando lo que hacen es aprovecharse de ella y aplastarla. Y todo esto sin mencionar aquel famoso agujero del Icfem, tristemente superados por Tindayas y Tebetos, de los sindicatos en unos cursos que no llegaron a celebrarse pero que el dinero nunca apareció.
Es hora de que los trabajadores nos comencemos a organizar de otra manera porque con estos supuestos sindicatos las cosas están perdidas. Durante años han pactado lo que no estaba escrito con los gobiernos de turno y esta vez, cuando la economía está en banca rota, lo van a hacer también para que seamos todas y todos los que paguemos las vajillas que se han roto. Desde luego que está claro que Borbones que fueron desterrados, pero que volvieron para vivir como reyes gracias al trabajo de todos ciudadanos, ni tampoco Cándido Méndez de UGT o Ignacio Fernández Toxo de CC OO nos van a ayudar en nada.
Para demostrar que otra forma de hacer sindicalismo y profundizar en los derechos de los trabajadores es posible una pequeña buena noticia se ha dado estos días en La Laguna con el conflicto abierto en la Biblioteca Municipal. Buena notica matizable porque es estupenda para los derechos de los trabajadores pero muy mala para el erario público y los contribuyentes que vamos a tener que pagar como 80 mil euros por la mala gestión de sin vergüenzas como el alcalde de La Laguna, juro que ahora no me acuerdo de su nombre, y de la Concejala de Cultura Julia Dorta. CNT ha conseguido en los tribunales que fuera reconocida la relación laboral vinculante que tenía con los seis trabajadores el Ayuntamiento, que fuera declarado nulo el despido fascista que hizo la Concejala enviándoles la policía para echarlos de su trabajo cuando ejercían su derecho constitucional a la huelga y que sean indemnizados y readmitidos de manera indefinida en sus puestos de trabajo. Lo que duele de todo esto, cosa que he comentado con compañeros de CNT, es que hayan llegado sólo hasta el tema laboral y que no sigan en los tribunales porque esos 80 mil euros que pagaremos por la actuación claramente viciada de estos cargos, según las leyes, deberían de salir del bolsillo del Alcalde y de la Concejala que fueron los responsables, aun a sabiendas de que no estaban obrando según la ley, de que todo esto sucediera así porque han actuado como caciques y no como gobernantes democráticos y con transparencia.
Canarias 24 Horas, 15 de enero de 2010.