Muchas veces mirar todo aquello que se mueve en el entorno del poder judicial y del ejercicio de la abogacía es algo que da cierta repugnancia por decirlo de una manera suave. Nos encontramos con endogamia entre muchos jueces, unas estructuras del poder judicial que tienen sus raíces en el franquismo, precios pactados en forma de tarifas mínimas excesivas para abusar de la gente que necesita una consulta jurídica, abogados estrella y mucho clasismo pues los que acaban ejerciendo las profesiones que tienen que ver con la leyes son los hijos de fulanito de tal. Sólo hay que darse un paseo por una Facultad como la de Derecho de La Laguna, fijándose primero en los coches que hay en el aparcamiento, para constatar el nivel de peloteo y luchas internas entre los propios alumnos para unos estudios que en esta Universidad el plan de estudios apenas ha sido modificado desde los años 50 del siglo pasado. En todo este ambiente, sin embargo, siempre hay personas que hacen que nos podamos reconciliar con el ejercicio de la abogacía, siempre imprescindible para el buen funcionamiento de la democracia, como el abogado y activista Pedro Fernández Arcila.
Hablar de Pedro, de sus logros y de las muchas cosas que ha hecho en más de 20 años de carrera es una tarea muy complicada no sólo porque haya hecho mucho, que sería muy largo de contar y que la verdad no conozco bien, sino porque si hay algo que le caracteriza a esta persona y es la humildad, una capacidad increíble para el duro trabajo en segundo plano y la poca gana de ser protagonista. En su vida conjuga su actividad como abogado, casi siempre desde una perspectiva del bien social, un activismo ecologista y su trabajo de cooperación internacional directa y como voluntario en Senegal del que es un auténtico especialista en la situación pasada y presente de este país. Muy pocos saben, sin duda por el poco afán de protagonismo que ha guiado su vida pero también porque entiende el trabajo desde una perspectiva más como una labor de equipo, que su nombre está ligado directamente con la sentencia de suspensión cautelar de la nefasta descatalogación del Consejero Contra el Medio Ambiente de Canarias, Domingo Berriel, de los sebadales y la consiguiente paralización de las obras ya iniciadas del nefasto puerto de Granadilla en marzo de 2009. Muchos somos lo que con menos nos llenamos de orgullo por algo que hacemos bien pero él ha permanecido consecuentemente en su habitual segundo plano después de esta sentencia histórica que ha dado la vuelta al mundo jurídico nacional e internacional pues ha conseguido, nada menos, que dejar en jaque a los mejores gabinetes jurídicos del mundo y dejar paralizado un nefasto proyecto, completamente especulativo y un pelotazo en toda regla, como es el del puerto de Granadilla y que contaba con un presupuesto de varios centenares de millones de euros. Sólo por esto Pedro Fernández Arcila merece todos nuestros respetos pero, por lo visto, hay gente que no ve estas cosas así no se sabe si por envidia o porque son meros trasmisores de la secular envidia cavernícola que es un mal crónico en muchos canarios.
Desde hace ahora unos cuatro años Pedro Fernández conjuga su trabajo regular, porque no olvidemos que de algo tiene que comer, y sus labores como activista con la militancia en la formación política Alternativa Sí Se Puede Por Tenerife. Esta formación ha cometido en el tiempo que llevan existiendo algunos fallos, a mi entender son problemas de comunicación externa de sus actividades basadas en cierta falta de estrategia de comunicación a través de internet porque es el medio que mejor les puede permitir expresar sus logros, pero también bastantes aciertos y lo mejor de todo es que su sistema interno se basa en una importante autocrítica para avanzar en sus estrategias. Esta formación ha tenido un papel muy activo en municipios como Tacoronte, ahí se puede decir que su Concejal ha sido alguna vez completamente chuleado en su buena fe por políticos profesionales de CC y PSOE más acostumbrados a lidiar con el chanchullo, y Santa Cruz en referencia a los nefastos Planes de Ordenación Urbana que se han aprobado o se han intentado aprobar como el completamente ilegal de Santa Cruz. El trabajo de esta formación, y concretamente el de Pedro Fernández Arcila, ha sido el de informar, casi puerta por puerta, de las estrategias y de lo que pueden hacer para presentar alegaciones y asesorar sobre estrategias jurídicas que se puedieran aplicar en cada caso. Si algo he percibido de muy primera mano en este abogado es una cosa muy importante que he visto en poca gente de esta profesión, más inclinadas a medrar que a hacer de la justicia un pilar básico del sistema democrático, es una importante capacidad de trabajo que, como ya he dicho, siempre trata de estar a la sombra.
Desde la radio que se autodefine del pueblo y cuya organización durante muchos años ha recibido 60 mil euros de subvención del Gobierno de Canarias para hacer una versión complemente falsa y mezquina de lo que es la cultura canaria o desde determinados abogados que parecen siempre al borde de un ataque de nervios y que lucen estar más vinculados con las estrellas de Pop que con su profesión, Pedro Fernández Arcila y su formación han recibido ataques durante estos días. Desde siempre en los movimientos sociales y grupos de izquierda se dan ciertos grupúsculos, que se podría denominar del hortelano porque ni comen ni dejan comer, que fastidian bastante toda la cohesión necesaria para enfrentarse a un enemigo que es inmenso, que gana con estas divisiones internas y que dan pábulo a individuos como Zerolo para mantener acusaciones de talibanismo y falta de representatividad que toman de estos elementos denostados. Si algo claro se puede ver en mis escritos recopilados en mi blog desde que empecé, hace ahora 4 años, es que mi estrategia es la de sumar y no dividir para enviar mis críticas siempre hacia el verdadero enemigo y no hacia los compañeros que lo serán siempre aunque haya lógicas discrepancias ideológicas. Pero esto que están haciendo con una persona que admiro tanto como Pedro Fernández Arcila me parece, para decirlo de manera suave, mezquino. Creo que sería mejor trabajar por el bien común que estar perdiendo el tiempo en intrigas sin ningún tipo de propósito, en este caso me aplico el cuento, pero es que creo que tenía cierto deber moral de escribir este texto.
Probablemente Pedro esté un poco incómodo con que yo haya escrito esto no sólo porque sabe que los halagos son la mayor arma de destrucción masiva sino porque sé que no le gusta aparentar ni aparecer en primer plano pero aquí está esto para que sepas que para muchas personas eres de lo mejor que podemos encontrar. Hace tiempo me comentaba un amigo que Pedro Fernández Arcila es de las personas que engañan porque detrás de esa cara bonachona hay todo un tipo que sabe lo que se hace, jurídicamente hablando, y que si en el hipotético caso de alguien lo intentara untar lo iba a tener muy jodido porque es alguien insobornable. En toda esta campaña contra tu persona y formación, Pedro, no sabes cómo me he acordado de estas palabras y de lo mucho que nos hace falta gente tan íntegra como tú.
Canarias 24 Horas, 18 de enero de 2010.
Actualización 19 de enero
En el blog La Casa de mi Tía enlaza este texto en su edición del Canarias 24 Horas y hacen una puntualización sobre cierta radio que nombro de pasada en el texto y que creo que es de justicia citar aquí:
"Ratifico, firmo, secundo y avalo todas las afirmaciones que hace Santi Peña sobre Pedro Fernández Arcila en este artículo aparecido en CANARIAS 24 HORAS. Pero me gustaría hacer una puntualización. Las opiniones, poco afortunadas que se han vertido sobre Pedro, han sido hechas, desde Radio San Borondón, pero no por Radio San Borondón. No matemos al mensajero, que es el único que tenemos en las ondas. De todas maneras, creo que los personajes que se metieron con Pedro y el mismo Pedro, aunque no tiene culpa en el tema, deberían intentar solventar las diferencias, para bien de los intereses populares, que todos ellos defienden. Y le pido a Santi que no le meta leña al fuego, sino que intente mediar para que estas fuerzas se enteren de que hay que sumar. Que la cosa está que arde, y no se puede perder tiempo y esfuerzos en luchas contra el enemigo equivocado. No se puede permitir que haya gente lastimada por fuego que debería ser amigo."
Tomo nota de este comentario y quién me conozca sabe que no soy farrullero y que la intención de este texto es más reivindicar la labor de Pedro Fernández Arcila que mear contra el viento.