Aquí está la segunda entrega prometida de "Escaparates de una deflación". La primera la realicé en el Casco Histórico de San Cristóbal de la Laguna y esta vez el reportaje es en la zona tradicional del comercio, que tiene más solera que la de 3 de Mayo llena de cortes ingleses y centros comerciales modernos, de la capital de Santa Cruz de Tenerife. Las mayores manifestaciones de los seres humanos no son por el clima y la ya fracasada cumbre de Copenhague, ni por los Derechos Humanos y la salud de la compañera Amenetu Haidar, ni porque los golfos de CC quieran rebajar la categoría de protección de muchas especies endémicas canarias, tampoco en contra de la construcción del puerto de Granadilla ni mucho por la marchas de la Conferencia Episcopal para defender lo que no hace falta convocan diciendo que son millones donde hay unas cuantas decenas de miles. La mayor manifestación del ser humano es por el consumo y por el derecho a éste y a su derroche. Este año este derecho está seriamente limitado por una crisis capitalista, que es una crisis de valores y moral por el alto grado de corrupción del sistema, y por los grifos cerrados de la banca pues la gente vivía endeudada. Ya nadie habla del refundar el capitalismo no sólo porque nadie se creyó que se habría de refundar sino que lo que siempre se ha querido es volver al derroche. Me temo, en cierta manera hasta me alegro, que todavía hay que espera mucho tiempo.
