En realidad Francisco Camps no usa traje alguno, ni los ha comprado ni se los han regalado, sino que va desnudo a todas partes cuando hace funciones de Presidente de la Generalitat de Valencia pero lo que sucede es que los que lo vemos vestido con trajes fruto de sobornos somos unos indeseables que envidamos la posición de aristócratas que los magnates del PP poseen por la gracia de dios y del General Franco. Con ello no sólo no se ahorra ser sobornado sino que evita mancharse de anchoas del Cantábrico, que tanto le gustan a la señora con voz de hombre Rita Barberá, de paella o de cualquier churrasco por el estilo. Prefiero que me digan esto que no que me llamen gilipollas como hace todos los días la cúpula del PP cuando excusa la corrupción de Camps porque este partido se ha convertido en la última década en el paradigma de la corrupción, y eso que el felipismo del PSOE dejó el listón muy alto, y saben muy bien que ésta no sólo no les perjudica sino que les beneficia y por eso practican el más absoluto desparpajo con este tema. Los demás ladrones o son bobos porque se dejan pillar o meros aprendices.
Desde luego desde este punto de vista a estos dirigentes, en esto seguro que coincidimos muchos más, hay que ser unos bastos y unos vulgares chorizos como lo han sido el matrimonio y sus socios estanqueros que con pequeños bonos de guaguas de 12 euros, a lo sumo 30, han desplumado a la empresa tinerfeña de transporte TITSA la nada desdeñable cantidad de tres millones de euros durante bastante tiempo. Si bien lo de Camps es la punta del iceberg de prácticas de mayor calado a esta pobre gente la han pillado porque la avaricia les hizo romper el saco e imprimir bonos de guagua y tranvía como locos. No es sólo muy ostentoso que alguien que cobra solo 1500 euros al mes tenga 14 propiedades y varios coches de lujo sino que el nuevo gerente de TITSA, José Carlos Pérez Frías, ha hecho algo muy elemental como mirar los bonos que se han emitido desde las máquinas de la empresa y cotejarlos con las cancelaciones de los pasajeros y percatarse de este descuadre contable de 3 millones que no se puede ocultar debajo de la alfombra como si nunca hubiera existido. Los triste de todo esto no es que estos chorizos haya estado robando a una empresa cualquiera sino a una pública que debería ser el paradigma de la movilidad en la isla de Tenerife y que, por ello, nos han estado robando a todas y todos ya que los viajes bonificados en esta empresa están pagados por el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias. Los meses que, durante la anterior dirección, esta red de estafadores ha podido estar funcionando significa un fracaso en gestión y promoción del transporte público por parte de TITSA en la isla.
En Tenerife el tranvía es sagrado no sólo porque sus dos líneas en funcionamiento estén bendecidas por el obispo Bernardo Álvarez, ese que causó sonrojo al afirmar que eran los menores los que iban provocando la pederastia, sino porque se han convertido en el paradigma de la movilidad en Tenerife que, en muchos casos, ha dejado o está dejando vendido el transporte público y la movilidad general en la isla. Poco podrá hacer la nueva gerencia de TITSA, pensemos que la estafa de tres millones de euros en bonos de 12 euros tuvo que haberse realizado durante años aunque la empresa ha sabido callar estratégicamente la duración de esta estafa, cuando las directrices políticas de Melchior y sus asociados en el tranvía es priorizar el uso de éste medio sobre todo lo que se mueva sobre la tierra. El objetivo de la línea dos de 2 kilómetros 400 metros entre Tíncer y La Cuesta, ha costado más de cien millones de euros lo que significa que cada metro de vía tiene un precio de casi 42 mil euros, es la de recaudar para la empresa Metropolitano de Tenerife, con participación privada que busca beneficios, el jugoso dinero de los transbordos en las dos paradas que comparte con la línea uno y que si bien el pasajero no paga sí que lo hace el Cabildo que es el organismo que subvenciona el transporte. Los vecinos de la zona, sobre todo de El Tablero, se quejan de que están siendo eliminadas líneas o de que los tiempos de espera en los transbordos se han hecho eternos para trayectos que antes eran de poco más de diez minutos y que ahora se ha alargado hasta la media hora o más. El supuesto milagro del tranvía de Tenerife no obra efectos en la clase política dirigente que lejos de dejar aparcados sus vehículos oficiales nadie los ha visto subirse en un medio de transporte colectivo, salvo cuando hay inauguraciones que al final resultan parte de campañas políticas pagadas con el dinero de todos los ciudadanos. Mala herencia estamos dejando en nuestro territorio donde el transporte privado es la solución obligada para la mayoría de los ciudadanos en una tierra donde las cosas no se hacen si no benefician a alguien en concreto para hacer de la corrupción generalizada nuestra auténtica forma de ser. Un dato del INE que ha transcendido estos días es que el uso de la guagua en Canarias ha disminuido hasta diez puntos porcentuales en un año cosa que se entiende no sólo por la crisis económica, en toda España ha bajado el uso de la guagua, sino también por la poca fe que existe en el archipiélago por el transporte urbano de uso colectivo. Esto no es un fenómeno exclusivo de Tenerife porque ya sabemos que las ansias privatizadoras del transporte público están en todas partes y no hay más que ver la posición al respectos del Alcalde de Las Palmas Jerónimo Saavedra tratando de privatizar para sus amigos Guaguas Municipales que es la compañía más emblemática e importante del sector en el archipiélago.
El Foro por la Movilidad del Área Metropolitana es la única organización ciudadana no auto proclamada, compuesta por asociaciones de vecinos y grupos organizados que se preocupan por la movilidad en la isla de Tenerife, y que denuncia cosas como lo caro que es el transporte de la isla, mucho más caro que en Madrid pese a abarcar menos distancias, el desmantelamiento de líneas como la 105, 013 o 237 y la mala planificación del transporte colectivo en la zona. Creo que este Foro tiene vocación de ser más amplio y es muy seguro que si recoge las propuestas ciudadanas articuladas con inteligencia, en Canarias la gente que está movilizada socialmente de manera activa es una minoría vilipendiada por el poder que ve en ellas el freno a su avaricia pero que es capaz de parar puertos ilegales, podría empezar a paliar algo los despropósitos que existen con la movilidad en general. De momento, y esto ya es un éxito, existen de manera activa y son capaces de dar respuestas plausibles a muchos problemas concretos de movilidad en la isla.
El tranvía se ha demostrado en un medio a veces útil, no voy a afirmar lo contrario por cabezonería, pero al ser un medio rígido no soporta los imprevistos como fiestas o los asensos del Club Deportivo Tenerife donde se corta irremisiblemente el servicio en parte de Santa Cruz, las inundaciones y los apagones en la isla. Es un capricho muy caro ya que entre las dos líneas han costado más de 430 millones de euros, según información del Ministerio de Fomento el intercambiador subterráneo de metro y tren de Sol en Madrid que es un prodigio de la ingeniería moderna el cual dará cabida diaria a 70 mil pasajeros ha costado sólo 570 millones, y que no ha servido para remediar la movilidad en el área metropolitana de Tenerife sino que, muchas veces, ésta ha acabado vendida a éste. Lo mismo habrá de pasar con el tren al sur de Tenerife, si es que se llega a construir, porque recordemos que Tenerife es una isla y no un continente para emplear este tipo de medios de transporte que necesitan gran cantidad de kilómetros para ser rentables y eficientes. Hoy por hoy el medio natural, más flexible y adecuado para una isla de nuestras características es la guagua pero ya vemos la falta de fe que tienen las administraciones en este medio. Y es que a los grandes fastos de trenes y tranvías producen y generan rentas y comisiones que, la pobre guagua con sus características paradas dejadas de todo control y llenas de mierda, no producen para nadie salvo que se tenga acceso a la caja de los bonos y se sea un chorizo redomado como el empleado de TITSA encerrado en la cárcel por fabricarse sus propios bonos. Y es que así deberían estar muchos: encerrados.
Canarias 24 Horas, 13 de julio de 2009.