Como no podía ser de otra manera el Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha mantenido la suspensión cautelar, de manera indefinida y sin la fianza de 31 millones de euros que la Autoridad Portuaria de Tenerife reclamaba a Ben Magec, sobre la entrada en vigor del decreto de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias por el que se descatalogaba la especie Cymodocea nodosa del LIC Sebadales del Sur de Tenerife como excusa para empezar las obras del puerto de Granadilla en espera que salga la sentencia definitiva sobre la conveniencia o no de mantener dicho decreto. En el momento que escribo este texto han pasado diez horas desde que se diera a conocer públicamente esta sentencia del mantenimiento de la suspensión cautelar del decreto presuntamente amañado por Medio Ambiente y Domingo Berriel no ha dimitido y, lo que es mucho peor, el presidente del gobierno Paulino Rivero ni le ha desautorizado ni lo ha cesado. Esto no va a pasar porque en la larga memoria de la existencia de la democracia ceremonial que conocemos ha sido muy poca la gente que contada con los dedos de una mano y sobran dedos, el último ha sido hace pocos días el justamente discutido ex Ministro de Justica Bermejo, ha tenido el valor y la dignidad de dimitir cuando han visto que han hecho algo mal o han sido desautorizados por las circunstancias como ha sido este caso. Después de una larga tarde de silencio el gobierno canario, como no puede ser de otra manera, ha sacado una nota volviendo a defender el puerto. Uno se pregunta qué demonios debe haber detrás de toda esta patraña del puerto de Granadilla cuando tipos aunque mediocres pero con futuro dentro de ATI como Domingo Berriel o Pedro Rodríguez Zaragoza son capaces de poner sus cabezas en juego en todo esto para servir de tapadera a los caza primas que defienden esta descabellada obra con el único fin del enriquecimiento personal y lejos de todo interés general para servir a éstos de mamporreros.
Estos días también hemos escuchado las escandalosas declaraciones de otro mamporrero de este proyecto, éste de carga de vergas finas y flácidas, como es el biólogo Antonio Machado que preside el montaje del Observatorio del Puerto de Granadilla, institución completamente desautorizada y totalmente parcial que lo único que se sabe que ha hecho hasta ahora es pagar su sueldo, defendiendo el dichoso puerto con más vehemencia que el propio contratista y beneficiario de las obras Antonio Plasencia. En mi opinión este respetado biólogo y aristócrata vanidoso del a contracorriente ha conseguido con su presidencia y esta desaforada defensa de un proyecto que no se sostiene bajo racionalidad alguna un gran mérito: ser el único biólogo de la galaxia que defiende esta descabellada obra que va en contra de Canarias y del verdadero interés general. Con el tiempo ya se le juzgará y veremos si esta negra mancha de piche en su expediente habrá valido la pena para todos sus logros. Quizá no le valga mucho pero eso ahora parece que no le importa.
No hay que engañarse, esta victoria de la ciudadanía representada por la valentía y el trabajo de Ben Magec Ecologistas en Acción y el abogado que ha llevado toda esta demanda Pedro Fernández Arcila, no significa que se haya ganado la guerra sino que representa la consecución de una importante batalla. Ya he dicho alguna vez que lo más probable es que esta historia del puerto de Granadilla no se acabe nunca, lleva más de 30 años yendo y viniendo, y siempre habrá un iluminado que desde el poder verá en estas costas la fórmula mágica del enriquecimiento personal. Durante una década, en distintos foros y desde distintas situaciones, se ha estado luchando contra este disparatado macroproyecto y tras la alegría que ha habido hoy en el entorno de las luchas sociales se sabe perfectamente que lo que queda por delante es tan duro o más que lo que ha pasado. Hoy se ha demostrado que la ciudadanía organizada es capaz de hacer mucho más, de mejor manera por el interés general y con mucha más calidad, por el medio ambiente, la sociedad y la economía de Canarias que los políticos que viven de nuestros impuestos y que tienen como paradigma el Parlamento Autonómico que menos palo al agua da de todo el estado español y que se permite el lujo de no admitir a trámite una Iniciativa Legislativa Popular para proteger las costas de Granadilla o de crear una auténtica Ley de Moratoria Turística y que contaron las dos con las firmas de más de cien mil ciudadanos.
En la lucha contra este puerto ha habido de todo por parte de la administración, la auténtica terrorista ambiental y social de Canarias y la del no a todo lo que signifique desarrollo sostenible, desde manipulación de unos informes ambientales, mentiras de intoxicación masiva de los supuestos beneficios del puerto que se han ido desmontado una a una, descalificaciones contra la ciudadanía, manipulación mediática e informativa, chapuzas, falta de debate democrático y mucho golpe autoritario y más mentiras y engaños burdos a las administraciones que sueltan las subvenciones para estos proyectos como el gobierno de España ya las instituciones europeas. Ahora los defensores de esta dichosa obra hablan estos días de los puestos de trabajo que se pueden perder con la suspensión del puerto pero que en realidad, ellos lo saben muy bien, no van a ser tantos y en todo caso lo que es pan para hoy será hambre para mañana al dejar devastada una importante parte de nuestra costa y la economía que de ella vive. Y es que de esta manera se ha vivido en Canarias, del pelotazo burdo con Tindaya, el Icfem, Tebeto, la Playa de las Teresitas, las moratorias turísticas del salmón, los negocietes de los colegas en los parques marítimos, las marinas de San Andrés en el reverso de un sello de correos y una total desconexión de la realidad social y económica de las islas que han sido un paraíso de especuladores y de multinacionales que siempre han tenido las puertas abiertas en este archipiélago bananero que, sin embargo, trata de limitar los derechos de las personas que por causas de las penurias económicas causadas por el capitalismo salvaje llegan hasta nuestro territorio. Han creado un sistema económicamente dependiente de energías fósiles y grandes proyectos que para nuestro archipiélago son inviables mientras que han marginado la innovación y el desarrollo o lo más que han hecho es importarlo de postín porque eso significaba cobrar una subvención. En Canarias se ha creado un sistema meritocrático que valora al mediocre segundón y que ha condenado al ostracismo cuando no a la inmigración y al destierro al auténtico capital humano que por centenares de miles de personas se han criado y ha vivido en nuestro archipiélago y han visto las cosas de otra manera pero que no les han dejado expresarse. Ahora echarán la culpa a la ciudadanía concienciada que lucha por su tierra y que entiende que el desarrollo puede ser de otra manera y sostenible porque lo único que ellos han sabido hacer es cultivar el monocultivo del pelotazo, de la especulación financiera y de la corrupción. Ante estas patrañas la ciudadanía concienciada deberemos empezar, de una vez por todas, a informar bien y a tratar de crear ciudadanos conscientes y con capacidad democrática.
Ahora más que nunca el 14 de marzo habrá una manifestación contra el puerto de Granadilla y que lejos de suspenderse será una excusa más para mostrar la alegría pero para avisar que la ciudadanía en lucha y democrática y pacíficamente organizada tiene mucho que decir sobre lo que le conviene o no a la mayoría. Y eso se hace no como hasta ahora: sin dogmas pero con debate y razones democráticas. ¡Gracias por días como éste compañeros de Ben Magec!
Canarias 24 Horas, 5 de marzo de 2009.