Es un hecho que nadie duda ya: el petróleo tiene los días contados y que las reservas mundiales durarán cuarenta años a lo sumo. Este hecho junto con que el petróleo barato no volverá nunca y los graves problemas medio ambientales derivados del abuso de los combustibles fósiles por parte de la humanidad hacen que el actual modelo de crecimiento y desarrollo mundial esté agotado y herido de muerte. Nunca había existido en el planeta una humanidad tan grande, somos ahora mismo algo más de 6 mil millones de personas que es una cantidad mayor que todos los seres humanos que han pisado el planeta jamás, ni tampoco tan dócil aunque sus tres cuartas partes pasen hambre y penurias a diario. Y es que el miedo como control social se ha convertido, virtud a una serie de tecnologías del yo, en el arma fundamental para el control de la disidencia social tomando como excusa la protección contra las prácticas del nuevo terrorismo internacional.
Uno de los problemas mayores es que los dirigentes políticos, que siempre vivan donde vivan cobran de la ciudadanía o cuando no la someten a sus voluntades, es que no se dan cuenta de esto que está sucediendo y se empeñan en seguir con las viejas recetas que ya no funcionan. Y es que en la actualidad, probablemente más que nunca, el poder político está sometido al mando de la economía que es la que, bajo en amparo de las grandes empresas, lleva el gobierno absoluto de la situación.
En Canarias no nos libramos de estas fórmulas ya desfasadas, tanto en lo político como en lo económico, sino que debemos sumar el analfabetismo funcional de la práctica totalidad de la clase política y dirigente de la región. La avaricia de esta clase dominante y el secular pasotismo de sus habitantes hacen que las islas sean una región muy singular no sólo desde el punto de vista vegetal, en Canarias hay más de 500 especies endémicas mientras que en la isla de Gran Bretaña sólo 19, sino cultural. Por ello es muy posible que esta sí que sea una Tierra Única. Por eso quizá nuestros dirigentes se empeñan en aplicar recetas cada vez más desfasadas a nuestro territorio en un horizonte donde el cambio hacia otra cosa, no se sabe si mejor o peor, se impone.
En Canarias, con un siglo de retraso sobre el panorama occidental, se trata todavía de imponer un sistema industrial completamente agotado por parte de la burguesía canaria que con aires criollos va a pedir subvenciones o prebendas financieras a lo que podría hacer hoy en día de metrópoli como son las instituciones europeas que son las que han financiado la degradación de nuestro archipiélago estas dos últimas décadas. Por ejemplo, en la isla de Tenerife, en el tardo franquismo de 1971, se presentó lo que se conoce como el Plan Doxiadis por el que ya se contemplaba para esta isla el anillo insular de carreteras, el puerto de Granadilla, el aeropuerto de Sur o un sistema ferroviario insular. Con alguna de estas infraestructuras construidas como la del aeropuerto del Sur, y con la mayoría de ellas en litigio social se quiere dar, casi 50 años después de concebidas y en un horizonte internacional que las hace innecesarias, un nuevo giro de tuerca hacia el subdesarrollo de Canarias. Mientras las luchas sociales en torno al anillo insular de carreteras no acaban sino de comenzar hace unos meses el puerto de Granadilla, casi el caballo de batalla de las luchas populares de Canarias, parece situarse en un nuevo estadio en el que ya ni el propio presidente del gobierno, Paulino Rivero, cree en él. En las próximas semanas una delegación del Parlamento Europeo vendrá a la isla a conocer de cerca cómo no se están poniendo en marcha las medidas compensatorias por las que Bruselas permitía el proyecto y es de suponer que esto significará una nueva dilación en este burdo pelotazo.
Y es que de eso se vive en Canarias, de engordar las economías privadas con dinero público a través de sectores como la construcción de infraestructuras especuladoras o de creaciones de dinero negro como es el sistema de la RIC. En Canarias se desprecia la I + D + I o cuando no se manipulan concursos de energía eólica para que, como siempre, las prebendas vayan a parar a los caciques de turno. Caciques que, me consta, cuando van a negociar las ventajas fiscales y las subvenciones para sus cosas, se hacen los criollos que gobiernan a gentes atrasadas e incultas ante los dirigentes europeos que, parece ser, cada día menos se tragan este discurso. Mientras el mundo se encamina hacia un nuevo paradigma energético y económico, basado en el mismo capitalismo esto es un hecho, los políticos canarios del PSOE, PP y CC siguen subidos al mismo carro, usando las mismas mentiras y cobrando de las mismas manos que siempre los han alimentado. Y es que con ello se impone una necesaria nueva era de la ciudadanía, con ciudadanos que un día sí y otro también demuestra que sabe hacer bien las cosas, porque ya sabemos que con la clase política que se nutre de nosotros no hay nada qué hacer. Y es que a las islas que han sido llamadas Afortunadas siempre han tenido mucha mala suerte con quiénes ha regido sus destinos.
Canarias 24 Horas, 21 de julio de 2008.