En Canarias, aunque nuestros políticos sean tan simples como el mecanismo de un chupete, también existen este tipo de eufemismos y a un pelotazo de libro se lo llama pasar el frente de playa a dominio público o a una agencia medio ambiental encargada de legitimar el también pelotazo del puerto de Granadilla se le dice Observatorio Ambiental el cual habrá de vigilar, como si fuera cualquier cosa, todo la zona de la Macaronesia. A Antonio Machado, director de este despropósito ambiental, todavía se lo está esperando en el local de Ben Magec Ecologistas en Acción después del que el pasado 21 de mayo activistas de esta organización asistieran, con una pancarta, una conferencia de este biólogo sobre, casualmente, la biodiversidda y éste tratara de debatirles allí mismo.
En nuevo proyecto de puerto industrial de Granadilla es un disparate en toda regla que se burla de las normas fundamentales del intelecto humano. Qué alguien de la administración y de la Unión Europea explique cómo se puede declarar el proyecto de puerto industrial de primera necesidad social y económica tras reconocer el grave impacto ambiental que éste va a tener cuando la realidad, terca siempre, demuestra que el puerto de Santa Cruz está hoy en día muy por debajo de sus capacidades reales. Lo del trasplante de sebadales del LIC de Granadilla o lo del sistema de bombeo de arena, infraestructura que nunca se ha hecho en el mundo y que es la principal medida compensatoria a este puerto junto con la existencia de este Observatorio, no es sólo un disparate en toda regla sino una fórmula cosmética para imponer el proyecto. Estas medidas no se van a poder cumplir nunca.
El Observatorio Ambiental de Granadilla con la figura de Antonio Machado nace como una medida de impacto propagandístico del actual presidente de la Autoridad Portuaria de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Pedro Rodríguez Zaragoza, para diluir la disparatada adjudicación de las obras del anterior presidente de esta autoridad, el imputado por cohecho Luis Suárez Trenor, a través de un crédito que habrá de dejar endeudada durante décadas a esta Autoridad. Uno de los adjudicatarios de estas obras, no es casualidad ya que en Canarias funcionan las cosas así, es el empresario de la construcción Antonio Plasencia que, tampoco es casualidad, se encuentra en el punto de mira como imputado del Tribunal Superior de Justicia de Canarias por el pelotazo de Las Teresitas. Sabiendo cómo presumiblemente se adjudicó, junto con Ignacio González, la propiedad del frente de la playa de Las Teresitas quizás habría que paralizar la adjudicación de las obras de este puerto a este empresario por simple medida de precaución pero ya sabemos que en las islas las cosas se hacen a otro estilo.
Quienes conocen al biólogo Antonio Machado y me han habado de él coinciden en señalar que si bien es una persona muy válida lo pierde su vanidad. Quizá ha creído que este observatorio es un lugar a su medida para figurar pero parece que no se da cuenta en dónde se ha metido. Yo, que no me gusta ni el golf ni figurar ni mucho menos recomendar nada a nadie, le diría simplemente que siga practicando este deporte pues igual ahí puede llegar más lejos que como director de este despropósito hecho para dividir. De momento se ha ganado ser objeto de las críticas de los contrarios a esta infraestructura que es gente, todo lo contrario que el señor Machado suele clasificarlos, bastante cabal y que parten de hechos constatados para enfrentarse, con todas las armas que el sistema les otorga pues están en su derecho y deber, a esta desastrosa infraestructura. Antonio Machado ya tiene méritos de sobra para pasar a la posteridad con la creación, casi de la nada, del Patronato del Teide o con sus trabajos sobre la biodiversidad del escarabajo. Entrar a presidir este observatorio, no sé cómo evalúa él este tema, le va a significar un borrón grande en su carrera que puede que acabe empañando sus logros anteriores. De momento se ha ganando que una parte muy importante y preparada de la ciudadanía lo vean como un aliado de la mafia que mueve el piche y el cemento en las islas. Esto ya es motivo suficiente para verlo como un destructor de la biodiversidad que este proyecto va a provocar aunque ya sabemos que lo peor de este puerto es el gran impacto social y económico que va a producir. Por mucha vanidad creo que este biólogo no tiene necesidades, ni vitales ni económicas, de acabar en el punto de mira junto a los corruptos. Claro que cada uno sabe el sitio que, en cada momento, debe ocupar.
Canarias 24 Horas, 9 de junio de 2008.