Este año el día de Canarias cae viernes por lo que casi el único atractivo de la festividad oficial de la Comunidad Autónoma es que, los que puedan hacerlo porque su trabajo se los permita, pueden hacer puente. Algunos se podrán ir de viaje fuera del archipiélago, otros dentro de él pero la mayoría nos quedaremos en nuestras casas porque la cosa no da para mucho más. Lo que sí está claro es que a la mayoría de los canarios el hastío hacia las instituciones, transmitido por la clase política del archipiélago durante los 26 años de autonomía, hace que pasemos bastante del tema y cuando no miremos a las institucionales con bastante fastidio. A los actos de autocomplacencia de los discursos oficiales institucionales del 30 de mayo se va a dar un correlato de indiferencia por parte de la mayoría de la ciudadanía. Recordemos que en las islas no se gobierna para los habitantes sino para los amigos de los que ocupan cargos de responsabilidad.
En Canarias hay muy poco que celebrar. Con índices históricos de paro, mala situación de la sanidad o la educación, con casi la cuarta parte de la población viviendo en el umbral de la pobreza, con la administración amañando concursos para ese monstruo inútil de tragar dinero público que es la Televisión Canaria, con la creación de cuerpos de policía innecesarios, con el PSOE pensado ya como si fueran gobierno en cómo sus empresario pueden pulir el dinero que las empresas evaden de los impuestos mediante la RIC en el exterior y con pelotazos de corrupción urbanística que son calificados como de libro por las altas instituciones tributarias parece que Canarias debería estar más de luto que de fiesta. La táctica de ATI CC de buscar la gratitud estomacal de la población a base de llenar de papas, mojo y gofio el estómago del canario medio se volverá a poner en marcha este año con su afición a la chuletada porque esto es lo único que entiende este partido como ser nacionalista.
El vacío de gobierno que vive el archipiélago después de las elecciones del 27 de mayo de 2007 ha dejado a las instituciones completamente fuera de juego y sin ningún tipo de capacidad de decisión más allá de los grupos de poder que mandan realmente en las islas. Miembros del gabinete de Paulino como Milagros Luis Brito, prisionero éste del PP de José Manuel Soria, han conseguido lo que nadie había logrado nunca en la enseñanza de las islas: que una parte muy importante del profesorado canario se haya movilizado por su derecho a la homologación aprobada por ley hace ahora más de 15 años. A la falta de legitimidad democrática de este gobierno en el día a día se la trata de suplir con las salidas de tono habituales de la Consejera, renegada de la tiza que la llaman muchos, o golpes autoritarios como los de Rivero cuando dice que los profesores nunca conseguirán la homologación. Y es que las formas caciquiles que Rivero utilizaba en lo único que hasta ahora había gobernado, el ayuntamiento de El Sauzal, no valen para todo el archipiélago. En su partido no saben cómo quitárselo de encima y pase lo que pase, gobierne ahora un mes o lo haga hasta el final de la legislatura, el mal fario en las islas está echado.
Triste sino el de esta tierra única canaria ya que si ahora mismo ATI CC perdieran el gobierno y éste pasara a manos del PSOE, parece que su dirigentes se están frotando las manos desde hace semanas, casi nada cambiaría. Este partido, bien situado en las jugosas sobras de corrupción que CC les ha dejando en sus feudos caciquiles como La Gomera o el Sur de Tenerife, no es el más adecuados para cometer la regeneración institucional que Canarias demanda desde hace ya mucho tiempo. Esta semana ha pasado algo que si me hubieran dicho hace meses no me lo habría creído. A Mariano Rajoy se le viró la tortilla y ha sido atacado con las misma basura y patrañas que ha empleado desde hace cuatro años: manifestaciones de rancios fascistas en su sede en Madrid y que alguien le dijera que marchar sin María San Gil era traicionar la memoria de las víctimas del terrorismo. La muerte política de Rajoy se da ya por segura pero ¿deberá de pasar algo parecido en el archipiélago para poner fin a esta mamandurria montada por el trile CC, PP y PSOE? Yo, que siempre he sido más radical, creo que lo que habría que hacer es desmontar todo lo existente y empezar de nuevo pero esto es una cuestión que no abarca sólo a Canarias sino que tiene una dimensión más global. Juntos, y sin remedio, parece que habremos de seguir celebrando más rancios días de Canarias como este. Y deseando que caigan en puente.
Canarias 24 Horas, 26 de mayo de 2008.