Si algún tipo de sigla puede ser puesta al lado del devastador y terrorífico proyecto de puerto industrial de Granadilla esa es la de PSOE. No es sólo que la difunta, como ministra, Cristina Narbona tuviera aquel cambio de parecer que le llevó a estar en contra del puerto cuando estaba en la oposición para defenderlo una vez en el gobierno sino que en los algo más de siete años que esta infraestructura está siendo cuestionada desde este partido no se ha emitido una clara señal contraria. Dicen que en el PSOE están los de las distintas sensibilidades dentro del partido que van, y hasta organizan, las manifestaciones en contra del puerto pero que quizá por coherencia, y para demostrar que están al lado de los miles y miles de ciudadanos contrarios con los que dicen comulgar, se deberían de haber salido de su partido. Al fin y al cabo más podredumbre que la que tiene el PSOE en los ayuntamientos del Sur de Tenerife, incluido al ex alcalde de Granadilla Jaime González Cejas investigado por su labor frente a este consistorio, la isla de La Gomera o el municipio de El Rosario sólo la tiene Coalición Canaria gracias a la sinergia de gobernar en municipios claves de Canarias, controlar cabildos como los de Tenerife o estar en el gobierno de Canarias desde hace 15 años. Por eso al proyecto de puerto de Granadilla se le conoce como Puerto Socialista Oscuro y Especulador: PSOE.
Lo que molesta de este partido es que al mismo tiempo que se erigen en los defensores de lo público en Canarias, como mismo vino un patético López Aguilar se tuvo que ir de las islas sin reconocer explícitamente que la jaula de grillos de su partido no la cambian nadie, no son capaces de hacer nada para mejorar la situación del archipiélago que, en el fondo, les favorece como a los demás. El caso de la corrupción en Canarias no es exclusivo de ningún partido sino que es un fenómeno en contínuum que se despliega entre los tres partido mayoritarios, PSOE, PP y CC, y que tiene proporciones estructurales en unas islas en las que el caciquismo se ha asentado desde tiempos ancestrales. Ya decía un antiguo asesor del ex presidente Adán Martín que lo mejor es no sólo tener amigos en el gobierno sino también en la oposición.
Sin duda quiénes tienen claro que hay que tener amigos en todas partes son el Consejero de Medio Ambiente Domingo Berriel, el mismo que según transcripciones llamaba a un empresario de la construcción para tranquilizarle por lo suyo, y Pedro Rodríguez Zaragoza presidente de la Autoridad Portuaria y que sustituyó al imputado por cohecho Luis Suárez Trenor del que ha adoptado, no se sabe pero se supone hasta qué punto, una labor continuista del peor gobierno de la Autoridad Portuaria de la provincia de Santa Cruz de Tenerife haya tenido nunca. Y es que estos días estos personajes se han sacado de la manga el nuevo fichaje de Antonio Machado como director del Observatorio Ambiental del Puerto de Granadilla que es un profesor adjunto de la Facultad de Biología de la Universidad de La Laguna. Desconozco la trayectoria de esta persona, nunca había oído hablar de él hasta ahora, pero el hecho de que hayan puesto en la dirección de esta farsa de centro de observación a un profesor de la Universidad de La Laguna, tradicionalmente contraria a esta barbaridad de puerto, demuestra la mano sibilina que se encuentra ahora para legitimar este proyecto. Lejos quedan las manifestaciones de Trenor que mientras pedía presuntamente 25 millones de euros por conceder una marina deportiva en San Andrés llamaba terroristas sociales a los ciudadanos contrarios al puerto de Granadilla. Lo que esto años han perdido en decencia lo ganan ahora en comunicación.
Tras la pantomima de observatorio medioambiental de Granadilla, observatorio que sólo aceptan las partes interesadas ya que nace amañado, se insiste por la Autoridad Portuaria que las obras van a comenzar en breve. Este proyecto no tiene ni un solo céntimo de financiación pública, ni del Estado ni de la UE, sino que se pretende llevar a cabo con un crédito que va a tener endeudada, desviando dinero de otros proyectos, durante más de tres décadas a la Autoridad Portuaria de Tenerife y que hacen el proyecto inviable. Los que dicen que el nuevo puerto será primordial para el desarrollo de las islas son los que en realidad han metido en un lío al sistema portuario insular inventándose un problema, el del colapso del puerto de Santa Cruz, que jamás ha existido. Las obras proyectadas son sólo las del dique de protección, nada más. Parece que el objetivo está claro, ejecutar las obras de este dique para que las constructoras interesadas se lleven el importante pastel de dinero público que acabaremos pagando todos y dejar el puerto sin acabar. Todavía será peor que el inservible puerto de Arinaga. Desde el nuevo gobierno de Zapatero llegan malas noticias después de la buena nueva de la destitución de Narbona. La desaparición de Ministerio de Medio Ambiente a favor de uno más enfocado hacia las infraestructuras, se llamará Medio Ambiente, Medio Marino y Rural, es un guiño de los liberales del PSOE hacia los lobbys de las infraestructuras. Con ello el puerto de Granadilla, si llega a hacerse ya que todavía hay muchas dudas, será más socialista que nunca.
Canarias 24 Horas, 14 de marzo de 2008.