01 febrero 2008

Rajoy, cuatro años después



Nada menos que cuatro años, lo que dura una legislatura y con el cambio de la fotografía química a la digital incluido, han pasado entre la imagen de arriba y la de abajo. Si Marianito vuelve a perder esta elecciones dentro de tres años no volverá a haber una tercera valla y lo mejor que puede hacer es pedir asilo político en Marionetas sin Fronteras. Digo eso porque Rajoy es un cafre que en su partido no manda nada y tiene que tragar lo que la Santa Madre Iglesia le ordena, lo que le imponen gentuza como Acebes, Zaplana, Fraga o Aznar y hasta aparta de las listas a lloronas como Ruiz Gallardon porque una pija como la Aguirre, que nunca justificará de dónde sale su patrimonio pese a que ha dicho en un libro editado por El Mundo que tiene problemas para llegar a fin de mes, así se lo exige.

Esta legislatura ha estado dominada por el terrorismo cuando, en el mayor de los supuestos, no es el tema que más agobia a los ciudadanos. No ha pasado ni un sólo día del gobierno de Zapatero en el que la ultraderecha que manda en el Partido Popular haya hablado del tema ya sea para relacionar el atentado del 11M en Atocha de Al Qaeda con ETA o para criticar el fracasado dialogo del Estado con esta organización terrorista que por culpa de la cobardía del gobierno por miedo a enfrentarse a la ultraderecha se acabó frustrando para, de una vez por todas, dar una solución política a un conflicto que viene de muy lejos y que es, en verdad, un conflicto político. Ya lo dice muy bien Juan José Millás cuando critica al PP: si el terrorismo desapareciera de repente de la faz de la tierra a este partido se le acabaría por completo el discurso y no sabrían de qué hablar. Y es que me da vergüenza pensar que al PP no le interesa para nada que desparezca esta lacra porque sacan un buen rédito electoral de toda la mierda de la muerte. Y no es que yo afirme esta iniquidad sino que sus acciones y discursos desde el mismo 11 de marzo de 2004 así lo demuestran.

En estos cuatro años la vida civil se ha polarizado casi por completo y se han vivido momentos que recuerdan al ambiente de pre guerra civil del año 1936. El más rancio fascio que habita en la iglesia católica española se ha quitado el complejo de haber llevado bajo palio a un dictador fascista como Franco durante 40 años y se ha dedicado a proclamar a los cuatro vientos que la familia y la forma de vida corriente están en peligro cuando ellos son el auténtico peligro para esta sociedad. Personajes como el de la foto, segundones, mediocres y calzonazos, son la correa de transmisión de esta vieja ideología fascista oculta tras un velo de normalidad mediática y de mentira que pervierte todas las lógicas de la razón y del discurso. Y es que no creo que como dice el nuevo eslogan de campaña del PP las ideas estén tan claras. Más bien a muchos nos tienen hasta el gorro con su basura un día sí y otro también.

Actualización a 13 de febrero: Me ha dicho José Mesa que el mural en cuestión es de un chico que se llama Eloy Fernández y ha calificado su arte como algo original y difícil de encontrar. Pinchando aquí puedes ver un resumen de su trabajo.