04 diciembre 2007

Alumbrado de navidad




Estos días, cuando todavía queda mucho tiempo para que llegue la navidad, en nuestras calles, barrios y pueblos se han encendido ya las luces de navidad. Este alumbrado eléctrico, completamente inútil para nuestras vidas corrientes, hace que se emitan a la atmósfera miles de toneladas de CO2 más de lo normal. Estas luces no harán que seamos más felices o que los reyes magos o papá noel nos tengan más en cuenta porque como ya sabemos éstos no existen. Toda esta parafernalia se enmarca en una estrategia de despilfarro que sería mejor ahorrárnosla.

No soy un aguafiestas. Que particularmente no me gusté la navidad no significa que desee que a todo el mundo se le ponga duro el turrón por la envidia que pueda sentir del que disfrute en estas fechas. Creo que se pueden celebrar estas fiestas de otra manera. El ayuntamiento de Gijón ha iniciado una campaña de eficiencia energética, colocando luces de bajo consumo, con lo que ha logrado reducir los recibos que paga a la multinacional de turno del sector eléctrico de 34 mil euros en las navidades de 2005 2006 a sólo 12 mil en las de 2006 2007. Esto se traduce en muchos menos gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera. Así en Gijón se ha mantenido el alumbrado navideño aunque mucha gente piensa, sin duda por la inercia del despilfarro, que éste es algo pobre. Ya dije antes que esta luz no va a hacer mejores nuestras vidas. También otra medida sería apagarlas antes ya que no se entiende que puedan estar encendidas desde que oscurece hasta que amanece.

La solución no es que lo millones de personas que no saben qué es la navidad ni para qué sirve, más de cuatro mil millones de personas, vivan a todo trapo como lo hacemos nosotros. Si en todo el Planeta se viviera al estilo en que se hace en Europa, y eso que no es el mayor ejemplo de despilfarro, necesitaríamos dos Tierras y media para para producir lo recursos que malgastamos o absorber los desperdicios que generamos a este ritmo. No parece lógica ni físicamente viable esta manera.

Con nuestro gasto superfluo de energía que no produce absolutamente nada, lo más que los comercios tengan más clientes por el fomento del consumo o que Unelco Endesa se forre con dinero público que todos le pagamos, poco ejemplo damos de tener buenos sentimientos de humanidad hacia esa inmensa mayoría de habitantes del Planeta que viven en la miseria porque nosotros estamos en la opulencia. Y lo mejor que podemos hacer por ellos no es desear que un supuesto espíritu navideño les sea benévolo porque sí. Lo que debemos hacer es moderar nuestro consumo de cosas que no nos sirven para nada, actuar exigiendo la justicia social y apagar las luces que no estemos utilizando. Sobre todo esos adornos navideños que tienen hacia lo rancio y cutre a poco que los analicemos.

Cuentos y Noticias desde Canarias, 3 de diciembre de 2007.