En el último consejo de ministros del año 2006 fue aprobaba una subida de las tarifas eléctricas de un 4,3 por ciento de media que se materializa en un 2,8 por ciento para los consumidores domésticos y en un 5,5 para los grandes consumidores electricidad, esto es, las industrias y empresas. A partir de 2007 el sistema para fijar los precios de la energía eléctrica pasa a ser trimestral y se hará en base a los costos de la generación eléctrica que no hay que olvidar que en España ésta se obtiene básicamente mediante la utilización de energías fósiles y no renovables. Sin duda el gobierno socialista le ha dado una perita en dulce a las eléctricas, que cada día están más concentradas en pocas manos, para que incrementen sus cuentas de resultados a base de exprimirnos a los consumidores que no podemos evitar consumir energía y que estamos a años luz, nunca mejor dicho, de poder elegir suministrador real. El gobierno trata de adornar esta bajada de pantalones a los amos de la energía diciendo que este proceso se enmarca dentro de unas risibles medidas de ahorro energético cuando en realidad los gobiernos del mundo, cada día menos, ni regulan y legislan realmente las necesidades energéticas ni tampoco tienen poder para decidir la forma de generar la energía lo más sostenible posible. El actual proceso de concentración de capitales en torno a eléctricas, que hace que el gigante alemán EON que trata de hacerse con el monopolio europeo del gas natural a través de sus acuerdos con Rusia se trague a Endesa para evitar
En Canarias esta situación de desgobierno de la consejería de industria y energía del gobierno de Canarias se acrecienta, más si cabe, en la pleitesía que rinden al triste monopolio de Unelco Endesa que saca millones de euros de nuestro territorio y que apenas invierte un céntimo en el mantenimiento de su red, como ya se demostró con el apagón de noviembre de 2005 en Tenerife que afectó a más de 250 mil personas durante una semana larga y en la que la compañía perdió más de 150 torres de alta tensión a causa de los vientos de
Entre todo este panorama mundial y local de despliegue de las grandes empresas globalizadas se encuentran siempre los ciudadanos, ya sea como usuarios de estas compañías o bien como trabajadores en precario por éstas mismas, atrapados como víctimas en sus redes comerciales y financieras. El 23 de noviembre de 2002 tuvo lugar una manifestación en Santa Cruz de Tenerife para mostrar el rechazo para que en el pequeño municipio de Vilaflor la compañía Unelco Endesa instalara una línea de alta tensión por medio de un paraje natural protegido. A aquella manifestación acudió la plana mayor de coalición canaria en Tenerife para manipular el sentir popular contra el tendido eléctrico, hoy uno de ellos está imputado por cohecho por el juez de
En este contexto de las organizaciones sociales se encuentra el Tagoror Achinech que se ha opuesto con firmeza desde hace un año largo a la instalación en Chío, en la zona de Los Pajales, de unas turbinas generadoras de electricidad. Según Unelco Endesa éstas han sido necesarias para suplir las carencias de suministro energético en la zona debido, precisamente, a la falta del tendido eléctrico del sur de la isla de Tenerife. Como siempre suele ocurrir en estos casos la verdad es terca y acaba dando la razón a quienes la sostienen muchas veces en contra de todas las administraciones y medios de comunicación que normalmente prefieren defender lo que es su verdad particular porque tienen intereses oscuros en ello, todos recordamos las tristes declaraciones de determinados señores que se enfrentan a imputaciones penales y que han definido a las organizaciones sociales como los del no o terroristas sociales. El caso es que según ha informado los últimos días de 2006 el Tagoror Achinech las turbinas de Los Pajales llevan desde el 14 de diciembre sin producir electricidad precisamente en la época del año, pensemos en la excesiva iluminación navideña de los municipios tinerfeños, que más consumo eléctrico hay.
Esta organización lleva mucho tiempo denunciando no sólo lo innecesario de esta instalación que tiene un impacto ambiental por contaminación de humos y ruidos muy alto sino por las reiteradas ilegalidades que se han producido en su construcción y que se traducen en que las distintas administraciones públicas se han plegado a los intereses de la compañía eléctrica. Parece ser que el parón que han sufrido estas turbinas se debe a que la consejería de industria ha tenido que hacer caso a un recurso que presentaba esta asociación y que, entre otros, está basado en la normativa sobre Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas. Tagoror Achinech señala que va a seguir luchando para que no se instalen otras turbinas en la zona de El Vallito y se desmantelen las de Arona y piden que se investiguen los verdaderos motivos por los que se han promocionado estas instalaciones tan nocivas e innecesarias. Ellos señalan que pueden haber presuntos intereses económicos particulares que pueden estar ocultos en el negocio de la generación y el transporte de la energía eléctrica. Viendo lo que hemos visto estas últimas semanas y tomando con ejemplo el caso eólico de la consejería de industria a nosotros ya no nos extraña nada.
Que los ciudadanos suelan estar a una distancia más que considerable de los que les gobiernan es algo que cada día es más incuestionable. El caso es que organizaciones como este Tagoror dignifican muchos a los colectivos sociales y es un ejemplo que muchos de ellos deberían seguir. Suponemos que muchos ya saben a lo que nos referimos. Todos recordamos siempre la imagen de Toño Linares que, después de haber recorrido más de ochenta kilómetros para asistir a una asamblea larga e interminable un sábado por la tarde en