A los críticos literarios y demás entendidos de la literatura les encanta contar que la muerte de dos de los mayores literatos que han existido nunca, Miguel de Cervantes y William Shakespeare, se produjo un mismo día, el 23 de abril de 1616. Se supone que por ello se celebra el día del libro, una fecha que es más bien comercial como todas las que nos impone esta sociedad, debido a esta serendipia. Sin duda la comprensión contemporánea del alma humana sería mucho más rudimentaria sin la obra de estos dos autores como también la literatura se encontraría en un estadio más tosco sin el invento de la novela moderna desarrollada por Cervantes y del análisis de la profundidad de los personajes que instituyó Shakespeare. Esta coincidencia se disuelve y se encuentra la intencionalidad humana a poco que investiguemos sobre el tema. En Inglaterra en aquella época se contaban los días según el Calendario Juliano mientras que en España ya había entrado en vigor el vigente Calendario Gregoriano por lo que realmente Cervantes murió diez días antes que Shakespeare. Y aunque este hecho chafe la fiesta a los aficionados de las coincidencias la esencia sigue ahí: ambos escritores compartieron un tiempo decisivo y revolucionario no sólo en las artes sino también en el desarrollo de conocimiento humano en general.
390 años después en la isla de Tenerife el pasado 19 de diciembre de 2006 se daba otra coincidencia que si fuera sólo literaria valdría para el argumento de una novela pero que como se sitúa en la realidad cotidiana se presenta más bien odiosa. A eso del medio día la fiscal anticorrupción de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, María Fernés Martínez, presentaba en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias un escrito para que se iniciara una querella por cohecho y varios delitos más contra el alcalde de esta ciudad y otras diez personas, empresarios, concejales y políticos, en relación al pelotazo de 120 millones de euros sobre los terrenos de la playa de Las Teresitas, acantilados incluidos. Horas antes, y en la soledad de su despacho, José Manuel Castellano Gil conocía la sanción impuesta por el organismo autónomo, es un decir claro, de museos del cabildo de Tenerife que consiste en una suspensión de un año de empleo y sueldo como técnico de este organismo por hacer algo que Shakespeare y Cervantes hacían muy bien: escribir un libro. Éste en cuestión se titula El Paraíso según Adán y consiste en una recopilación de artículos de este doctor en historia y del periodista exiliado Ramón Pérez Almodóvar sobre la realidad canaria en estos 25 años de existencia del sistema de gobierno canario que califican como caciquismo autonómico.
Pareciera que tal como estamos desarrollando este artículo lo que vendría ahora es hacer una comparativa entre Castellano y Zerolo pero esto, la verdad, no cuadra de ninguna de las maneras. Aquel alcalde no tiene la dimensión moral de personajes como Hamlet, Sancho, Antonio del mercader de Venecia, Alonso Quijano o nuestro amigo Pepe Castellanos y por mucho que quiera vestir de tragedia todo lo que le está pasando ya sabemos que no sólo se lo tiene bien merecido sino que ha gozado de mucho tiempo de impunidad pues ha estado 30 años ocupando cargos públicos. Desde aquí sólo le recordamos que se sienta agradecido al sistema democrático, al que ATI y CC les resulta muy ajeno generalmente, pues según éste podrá defenderse con todas las de la ley y hasta con ventaja si no renuncia, como parece que no va a hacer, a su condición de aforado. En la base estadounidense de Guantánamo hay centenares de personas en un limbo legal y el próximo 11 de enero cumplirán allí cinco años sin que, efectivamente, se les acuse de nada. Aquí, afortunadamente, todavía no pasa eso y menos por ser coleccionista de sellos o andar por la playa en bañador ajustado.
Lo que le han hecho a Pepe Castellano es una autentica putada y también un atentado a un derecho básico como es el de expresión en todo lugar que se considere mínimamente democrático. Ya sabemos que las actuales estructuras de poder canarias fueron heredadas del franquismo y conservadas con el estatuto de autonomía y donde la familia política de ATI y de coalición canaria se ha acabado enquistando en el poder con formas que en muchos de los casos rozan el esperpento porque sus dirigentes jamás han creído en los valores democráticos. En todo esto la suspensión de empleo y sueldo contra nuestro compañero es una agresión directa hacia su persona con la que se pretende hacer parecer como normal algo que para nada lo es. La gente que ha orquestado todo su hundimiento físico y moral, y que al mismo tiempo son nuestros enemigos porque no creen en las personas válidas ya que son simples segundones que deben favores políticos ya que están designados a dedo, en principio no tienen nada que perder. No dudan en utilizar los medios públicos para sus fines personales incluso contratando abogados de fuera de la institución del cabildo, a pesar de que ésta tiene una asesoría jurídica que debiera ser suficiente para cualquier necesidad, como bien suele contar Pepe Castellano que hicieron cuando ganó hace unos años el primer juicio al que se hubo enfrentado por mobbing.
Sus enemigos, que ya decimos que también son nuestros, han elegido la vía administrativa para penalizar su intachable carrera profesional ya que el segundón, ese eterno estómago agradecido metido en las administraciones canarias, no es capaz de ganar nada por sí mismo si no es utilizando el juego sucio. Algún día toda esta basura que le han echado encima se demostrará que no es lógica, que desde ninguna entidad laboral pueden penalizar a nadie por lo que hace en su vida privada y fuera de horas de trabajo, porque nuestro amigo piensa ir a los tribunales a defender sus derechos. No es para menos. Lo que molesta de todo esto, lo que hace que todos seamos ahora Pepe Castellano como se decía en la concentración en su apoyo frente a presidencia de gobierno de Canarias el 30 de julio de 2006, es que funciona el axioma básico del calumniador de miente que algo queda.
Yo no te voy a abandonar a tú suerte, ya te lo he dicho. Sabes que tengo ese carácter brusco y explosivo que me caracteriza pero que cuando hay que estar lo haré como los primeros. Te puedo dar miles de razones para apoyar tú causa pero ahora se me viene a la cabeza una completamente egoísta: hoy eres tú, mañana será otro y un día puedo ser yo. Por eso no debemos pasarles una. Y esto no sería una casualidad sino una injusticia como la que estás viviendo.
Canarias Digital, 25 de diciembre de 2006.