09 noviembre 2006

Trabajando para el 18 de noviembre






Estos días se está preparando lo que será la gran manifestación del 18 de noviembre que por tercer años consecutivo se celebra por estas fechas para protestar contra los grandes planes de infraestructuras que afectan a todo el territorio y en particular en contra del puerto industrial en Granadilla. Cada año esta ya tradicional cita ha tendido su característica peculiar.
La manifestación del 27 de noviembre de 2004 estuvo marcada por el boicot que sectores empresariales, con la segura financiación de dinero público y amparadas por sus lacayos políticos de coalición canaria, se dedicaron a hacer mediante una campaña mediática con cuñas de radio, televisión y pegando carteles con esperpénticas banderas de Tenerife encima de los de las organizaciones convocantes. Ese día salieron a la calle alrededor de 100 mil personas.
La del 26 de noviembre de 2005 estuvo marcada por el más absoluto desprecio de los cargos públicos, que cobran su sueldo de los impuestos de las personas y que deberían estar a su servicio y no al de los empresarios y especuladores de la construcción, hacia los manifestantes y miembros de las organizaciones convocantes. Después de lo acontecido en el ayuntamiento de Telde es para pensar que el dinero que cobran los políticos del erario público es solo de calderilla y que la mayor cuantía económica del sueldo de éstos es a través de las comisiones que cobran de los empresarios. Ese día salieron a la calle alrededor de 70 mil personas.
Este año, al igual que otros pero en éste el silencio es descarado, se está caracterizando por un boicot informativo brutal. Los políticos sometidos de la coalición, el PP y el PSOE se han dado cuenta que hablar, cualquier cosa, es ya una forma de hacer publicidad y por eso callan al mandato de sus amos. También se caracteriza este año por una represión brutal de los derechos fundamentales, no sólo se ha recortado la duración de la manifestación sino que se ha prohibido colocar pancartas en los puentes de las autopistas. José Segura, el Subdelegado de Gobierno, hace un flaco favor a la democracia y se alía con sus antepasados en el puesto, los gobernadores civiles, que durante el franquismo reprimieron todo aquello que se movía. Este 18 de noviembre, y eso se nota en el ambiente, saldrán a la calle también muchos miles.
El lunes 6 de noviembre la comisión europea se posicionó a favor de la construcción del puerto. El documento del posicionamiento es una sucesión tras otra de disparates: no hay un céntimo para la financiación, se reconocen los impactos ambientales del proyecto pero se justifica éste por cuestiones de necesidad imperiosa y se proponen unas medidas correctoras que insultan gravemente la inteligencia humana. Ya se está trabajando, desde hace tiempo además, para llevar el asunto a los tribunales de justicia nacionales y europeos.
La gente que estamos trabajando para realizar esta manifestación no hemos desfallecido ni un minuto por la noticia de la aprobación del proyecto ya que el veredicto estaba cantado desde hace meses por las presiones políticas de los gobiernos de España y de Canarias hacia la comisión europea. En Canarias hay muchos medios de comunicación que dan pena pero hay uno que, particularmente, da vergüenza ajena para la mayoría de la gente que vive en estas islas y que es decente. Me refiero al periódico El Día que se caracteriza por tener una línea editorial fascista, racista, xenófoba y cercana a la burguesía bananera de Tenerife. Alguna vez en sus páginas han hablado de lo que llaman oro amarillo para decir que estas manifestaciones se financian con dinero de la isla hermana de Gran Canaria y que los que las hacemos somos unos traidores que queremos que Tenerife se hunda. Nuestras manifestaciones se hacen con poco dinero, con mucho trabajo de gente particular y anónima que no cobra por ello, haciendo carteles y pancartas a mano y haciendo pegadas todas las noches. Sí vemos a alguien, sea de donde sea, que comparte nuestras ideas y nuestra visión de la realidad lo acogemos con gusto porque en una causa digna como la nuestra caben todos. Bueno, casi todos. Hablo de esa calaña de políticos-empresarios-periodistas que están chupando de los recursos de nuestra tierra y que la están dejando inservible para nuestros descendientes. Esos, cuando llegue el día, no cabrán ni en la cárcel porque todas las del archipiélago se van a quedar pequeñas.
En las fotos se puede ver una pequeña parte de los trabajos que los compañeros han estado haciendo para la preparación de esta manifestación de la dignidad.