Los días últimos de agosto de la infancia de muchas chicas y chicos, cuando desde el tardofranquismo comenzaba a verse una nueva forma de vida para la España atrasada por culpa de la Guerra Civil, significaban un cambio en la percepción de los olores que acontecían. Atrás empezaban a quedar los aromas a tierra seca, días de playa o fuegos artificiales de fiesta de verano para dar paso otros como el del polvo de tiza, la viruta de lápiz o una naranja recién pelada en medio de una clase de matemáticas. Con la llegada del otoño había que volver a clase para aprender algo para que el día de mañana no fuéramos unos pobres desgraciados sino gente de provecho. No sé si porque eramos tan pequeño que aún teníamos memoria histórica o porque, en cierto sentido, ya se percibían los cambios políticos que iban a acontecer, y que acabarían repercutiendo sobre lo social, pero aquellos días parecían de promesas. Hoy, más de 30 años después, a la gente de aquella generación se nos ha negado el presente que nos pertenecía como se hace con las actuales generaciones jóvenes, a causa de un sistema educativo miserable, que se les niega el futuro que dentro de unas décadas debería ser de ellos.
Algo huele a podrido hoy en día en la educación en Canarias. En los más de 20 años que la comunidad autónoma tiene competencias en educación se han hecho algunas cosas buenas, no vamos a negarlo, pero la mayoría han sido nefastas, sobre todo la década y algo que coalición canaria gobierna en las islas, más concretamente los seis terribles años que Ruano fue consejero de educación y desmantelación del sistema público de enseñanza en Canarias. En todo ese tiempo, que ha coincidido con la aplicación de la LOGSE, una ley que sobre el papel era buena pero que nació sin una voluntad presupuestaria que ha acabado matando la educación en general, los niveles educativos han descendido a grados pésimos y con una nula capacidad de formación de ciudadanos concienciados. Ya que estamos en esto hay que decir que el fracaso no es sólo de la educación. Pecaríamos de ingenuos, y pediríamos demasiado, si dijésemos que el sistema educativo es el único encargado en nuestra sociedad de formar individuos críticos y conscientes. La sociedad tiene grandes sistemas de creación de consciencias, la televisión es el mayor de todos, que resultan entes que tienen un poder tan brutal que son capaces de deshacer trabajos educativos de meses en pocas horas. Además, con el vuelco hacia el capitalismo salvaje de las últimas décadas, que en Canarias se ha acentuado con un ilícito sistema de generación de dinero fácil de la burguesía caciquil en base a especular sobre el territorio, las empresas han tomado el mando de la política mundial a través de grandes monopolios que controlan a los gobiernos. Lo que sí hay que criticar al sistema educativo es que no haya sido capaz de posicionarse contra esto sino que ha venido a ser una parte más legitimadora del sistema. Sin duda ha faltado interés político, en estos años nadie que se dedica al gobierno le ha dado la importancia fundamental que la enseñanza debe de tener, al mismo tiempo que se han recortado los presupuestos en educación. Y esto empezando por Canarias.
Las islas no tienen el sistema educativo que sus ciudadanos se merecen. Este es un engendro formado por la LOGSE, las dos posteriores reformas educativas del PP y del PSOE y una sarta de contenidos canarios, en su mayoría inventados, para, ideológicamente, tratar de crear una consciencia de nacionalismo canario que sólo busca beneficiar a coalición canaria y que van en contra de otros contenidos más básicos como es la filosofía, la ética, la historia o la lengua y la literatura. Tales son las burdas manipulaciones que esta coalición electoral realiza y que, encajando perfectamente con las prácticas de los regímenes fascistas, tienen como objeto perpetuarse en el poder buscando la confusión entre ser canario y votar a coalición canaria. Mientras tanto el ex consejero Ruano, que hoy se dedica a desmantelar la comunidad autónoma desde una vicepresidencia, hizo esto mismo con la enseñanza en sus días privatizando servicios por la cara o llenando de subvenciones a la enseñanza privada. Luego, a cada final de curso, presentaba un balance de resultados positivos con mucha pompa mientras hay unidades de primaria que no tienen suficientes sillas para todos sus alumnos, ha habido luchas abiertas por las condiciones laborales de los profesores universitarios e interinos de secundaria y primaria o los alumnos montaron huelgas, manifestaciones y encierros cuando éste se bajo los pantalones ante Pilar del Castillo, apodada del Caudillo pese a haber tenido un pasado maoísta, apoyando aquel intento de destruir la independencia de la universidad española que fue la LOU, probablemente una de las leyes más rechazadas de la historia de la democracia en España. La situación de los profesores interinos y sustitutos se ha hecho insostenible. Han pasado a cobrar por horas, como si estuvieran contratados por empresas de trabajo temporal, y hasta algunas veces duplicando centros. Hay muchas bajas que nos se cubren a tiempo primero por desinterés de la propia consejería, que busca ahorrar dinero con ello, pero también porque el sistema administrativo de sustituciones no funciona de manera ágil. Así, los chicos pasan semanas sin clase o son reubicados en otras aulas. Todo ello explica, por la falta de interés de la administración, que Canarias tenga el mayor índice de fracaso escolar del estado o ratios profesor alumno que son insostenibles. En las zonas costeras y turísticas de las islas se hacinan en las aulas alumnos de origen extranjero muy diverso y que no tienen un plan educativo sobre ellos porque en la consejería de educación no se atiende a la diversidad sino que son palabras vacías de contenido. Vamos encaminados, si este sistema se sostiene, a que los centros escolares sean centros para que los chicos pasen el día, porque hay una ley que obliga a la escolarización hasta los 16 años, que no sirven para enseñar mientras los que quieran que sus hijos tengan una oportunidad en la vida tendrá que pagar centros privado, como hacen los políticos y caciques que pagan a sus hijos estudios en universidades de la península o extranjeras para que cuando vuelvan a las islas puedan perpetuar su poder. Lo más triste es que en la enseñanza hay un capital humano, siempre con sus excepciones, muy bueno que o bien pasa de todo porque llevan años sin reciclarse o, lo más grave, se impide el acceso en condiciones a los nuevos profesores que están muy bien preparados pero que el sistema los rechaza. Lo peor de todo es que la educación está tan mal planteada que habría que desmontarla entera para volver a construirla. Hace falta mucho dinero para la enseñanza porque mientras esta no funcione, sobre todo la enseñanza primaria, la sociedad será la del fracaso en la que estamos envueltos. Mientras tanto lo políticos de coalición canaria destinan grandes sumas de dinero a macoproyectos como el puerto en Granadilla mientras los servicios públicos están sumidos en la beneficencia.
Los que creemos en una sociedad libre estamos indignados con la débil actitud del PSOE en torno a la religión católica. En un país en el que su constitución reconoce al estado como laico la enseñanza del dogma católico no tiene cabida. Es un grave error que con dinero público se pague la predicación de esta propaganda, como es la doctrina católica, que durante 20 siglos han hecho mucho daño a la libertad de las personas y a la permeabilidad de las sociedades y que es la institución con la mayor carga de crímenes y genocidio contra la humanidad de la historia. Debería suceder lo que se ha dicho siempre: que los dogmas católicos sean impartidos en sus propias instituciones y se alejen para siempre de la enseñanza porque ahí sus propuestas no tienen cabida. El tiempo que se pierde en hacer propaganda de la doctrina católica debería ser empleado en la creación de consciencias libres y críticas. No vale para nada ese parche que se han sacado de la manga que representa esa asignatura encaminada a promover los valores para la ciudadanía.
Oficialmente el curso escolar comenzará el 7 de septiembre con el inicio de las clases en la educación primaria. En los días siguientes se irán sumando las clases en secundaria obligatoria, bachillerato, ciclos formativos y finalmente en la universidad. Este año será un año poco movido porque hay unas elecciones en mayo de 2007. Como buenos bananeros los de coalición querrán evitar bronca en la educación y estarán más pendientes de sacarse la foto inaugurando tranvías y auditorios. Todavía recuerdo a un patético José Carlos Mauricio cuando unos profesores interinos y sustitutos le reventaron un mitin y lo único que sabía decir era mandar, como si fuera un padre sus hijos, a los que protestaban a estudiar para aprobar las oposiciones. Con personajes como estos en Canarias, que están donde están sin haber aprobado ni estudiado nada, hemos estado yendo, y seguiremos estándolo hasta que no desaparezcan para siempre, de culo. Quizás sea por ello que así huele de mal no sólo el sistema escolar canario sino todas las instituciones en general.
