Desgraciadamente los asuntos de la política llevan ya mucho tiempo moviéndose más bajo cuestiones de imagen y pura apariencia que por las que son más propias de esta dedicación y que deberían tener que ver con el servicio al ciudadano antes que con otras cosas. Si tuviéramos que buscar una foto que explicara todo este nuevo paradigma, a escala mundial, sería aquella del 16 de marzo de 2003 del Trío de las Azores después de decidir comenzar una guerra, que más bien ha sido el exterminio de un pueblo, que todavía dura y en la que han muerto varios cientos de miles de iraquíes inocentes. Quizás lo bueno del caso es que la foto es una prueba bastante contundente por si algún día este mundo coge un poco de cordura y decide juzgar, por medio de un tribunal penal internacional, a Bush, Blair y Aznar por genocidio y crímenes contra la humanidad. Aún así mucho me temo, tendría que cambiar mucho el mundo cosa que no parece que sea posible, que estos tres nazis morirán en la cama, donde mismo murió ese inspirador del pensamiento de José María Aznar que fue Franco. Eso sí, las imágenes que sirven para la manipulación a la gente a veces, a estos dirigentes fascistas, se les vuelven en contra porque a través de un buen número de ellas hemos podido ver las torturas que ha sucedido en prisiones, que siempre han estado al margen de la legalidad internacional, como el centro de retensión sin juicio de Guantánamo o la prisión de Abu Ghraib en Bagdad.
En Canarias hay tres cosas que hacen posible esta fórmula de gobierno a través de la imagen: cámaras fotográficas, medios dóciles donde difundir propaganda política y los rostros de los trileros políticos caciquiles canarios formados por CC, PSOE y PP. Además el 7 de mayo de 2007 habrán elecciones a los ayuntamientos, cabildos y al parlamento de Canarias por lo que vamos a entrar, estamos ya en realidad, en una época de imagen, inauguraciones y campaña política. Y si no que se lo digan a la alcaldesa de
En toda Canarias se ha abierto ahora la veda de las fotos y ha empezado la temporada de caciques en el sentido más amplio. El PSOE ultima sus listas para todas las islas, con un ex ministro para el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la posibilidad de Juan Fernando López Aguilar para la candidatura a la presidencia de Canarias. El PP sigue en la línea de los Soria, es decir, de la mentira secular del PP heredada del 11 de marzo y de sus segundones que saben que no ocuparán en Tenerife ningún puesto relevante así que se procuran lo suyo. Y sí no que se lo pregunten a Ángel Llanos que se expone a buscar, por primera vez en su vida, trabajo y a tener que aparcar, tal y como está el tráfico, si pierde su coche oficial. Coalición Canaria ultima miles de vallas publicitarias, que seguramente tendrán una relación directa con estos tres años de inútil publicidad institucional en nuestras calles, y bastantes inauguraciones, sobre todo la del tranvía de área metropolitana de Tenerife y algo en el auditorio de Tenerife, probablemente un nuevo tipo de cisternas en algún baño. Mientras, las luchas internas en esta coalición por el poder deben ser terribles y pudiera ser que José Carlos Mauricio presionara a Adán Martín para meter a Paulino Rivero de candidato a la presidencia de Canarias. Además la campaña se promete dura, no sólo porque caiga en carnavales toda una metáfora de lo que es la política en canarias, sino porque el declive electoral de coalición, según todas las encuestas, está cantado. Eso sí, luego está la antidemocrática e injusta ley electoral de Canarias que hace que con menos de 2.000 votos en El Hierro se obtengan dos parlamentarios y que Izquierda Unida, con casi 40.000 no tenga ninguno. Todo un ejemplo de democracia, como sucede en
Canarias parece que no tiene remedio. Cada vez somos más los que pensamos que sería necesario destruir este sistema para volver a construirlo de nuevo. En los últimos meses ha surgido alguna plancha electoral que pretende cambiar las cosas desde dentro. Aunque uno simpatiza con muchos de sus integrantes, que son gente valiosa y que han demostrado con su trabajo diario su valía, mucho hay que temerse que desde ahí se va a conseguir bien poco porque es como meterse en la cueva de los ladrones. Por eso la única solución que parece que queda en estas islas, depredadas por los buitres y perforadas por el asfalto y el cemento, son las organizaciones de civiles situadas al margen de la política. Eso y alguna dosis de desobediencia civil. Uno todavía no sabe por qué realmente sigue pagando sus impuestos.