El pasado viernes 27 de enero hubo un apagón en la zona del cuadrilátero de La Laguna. Fue una situación muy parecida a la que el 29 de noviembre de 2005 dejó a cientos de miles de personas sin electricidad en el Área Metropolitana de Tenerife durante muchas horas. Desde temprano había alerta roja de lluvias y fuertes vientos, eran más de las nueve y soplaba un viento que hacía presagiar una noche de mal tiempo. Al minuto del corte las ventanas de los vecinos se mostraban iluminada por velas —que desde aquellos días nadie ha perdido de vista—, la policía, más por chulería y efecto de las series americanas que ven, se paseaba por la zona con los pirulos azules puestos y alguien gritaba por la ventana Unelco ladrones. Un buen signo era que en la radio hablaban del Estatut Catalán. A los 40 minutos la corriente eléctrica volvió. La sensación, contrastada estos días, es que la red eléctrica del Área Metropolitana, donde por la cola del Temporal Delta se perdieron 149 torres de alta tensión, está, a estas alturas todavía, cogida con pinzas.
Lo que pasó aquellos días fue muy grave. Centenares de miles de personas nos vimos olvidadas durante una semana por parte de la empresa de suministro eléctrico que no tuvo, ni ha tenido meses después, una política de información transparente de los hechos. No fueron capaces en su momento de poner a disposición de los afectados un teléfono gratuito de información, en el recibo de aquella época no se hace la menor referencia al hecho ni se piden disculpas y, por supuesto, no se ve reflejado en el precio de la factura. Mientras, los políticos callaron en su momento o utilizaron el apagón electoralmente. La comisión parlamentaria hecha por este motivo es una pura farsa, nunca dará nombres de responsables políticos y empresariales y más bien está montada como forma para que políticos sin credibilidad se acaricien mutuamente los genitales. A la empresa no se la ha sancionado ni se la va a sancionar nunca. Unelco-Endesa es una multinacional que ha sacado muchísimo dinero de este territorio, para luego comprar eléctricas en Sudamérica y llevar a cabo casos de genocidio patente contra las tribus de los Mapuches en Chile, y que no ha gastado ni un céntimo en la renovación y mantenimiento mínimo de la red eléctrica. Como vimos en el magnífico reportaje del Foro Contra la Incineración la mayoría de aquellas torres que cayeron estaban literalmente podridas.
Algo huele así en Canarias. Décadas de caciquismo primero y de corrupción política luego, han generado un sentir en el canario medio de que las cosas son como son, de que todos sabemos quiénes son los que nos roban pero tenemos un sentimiento de resignación de que nada se puede hacer. Si se hiciera un sondeo entre los ciudadanos sobre el estado de la política en las islas muchos, la gran mayoría, afirmarían que hay casos grandes de corrupción. Es más, una gran parte podrían señalar con el dedo el caso de un político que cobra comisiones de un empresario o cosas por el estilo. Es hora de parar esta situación. Se está fraguando el mayor pelotazo especulativo de la historia de Canarias, el de la construcción del Puerto de Granadilla y la destrucción de más de 6 kilómetros de costa en buen estado de conservación, amén de producir con ello un disloque de exageradas proporciones en lo que es el sistema económico de la isla. Mientras, dicen que no es viable crear hospitales completos en las zonas Sur y Norte de la Isla porque ya sabemos a qué empresario determinado se beneficia con los conciertos de la sanidad canaria. El sistema energético depende de una multinacional que para que éste funcione se abastece de energías fósiles traídas de fuera, sin tomar nota de la actual crisis del gas Ruso por ejemplo, y se desprecian por completo el desarrollo de energías alternativas. Se sigue manteniendo un sistema económico injusto, como es el de la RIC , para que la especulación inmobiliaria siga en marcha mientras la mayoría de los canarios estamos los primeros en las estadísticas de lo malo y los últimos de lo bueno a nivel nacional.
El apagón de noviembre demostró lo frágiles que seguimos estando en estas islas por mucho que el presidente del gobierno hable de ejes transoceánicos de comunicaciones de las galaxias cuando a nuestro gobierno, y a la empresa que presta el servicio, le es imposible garantizar el servicio eléctrico a muchos ciudadanos hasta casi una semana después de que una cola fuerte, pero corta en el tiempo, de una tormenta tropical pasara por las islas. Se hace urgente que la creación de una Agencia Canaria de la Energía que investigue en base a energías alternativas para que se adapten en las distintas zonas de las islas y que huya del actual sistema de grandes centrales contaminantes, se expulse a Endesa de las islas sin ningún tipo de indemnización y se ponga en evidencia que el actual sistema de despilfarro es inviable. Eso y que se refuerce la Fiscalía Anti Corrupción de Canarias porque en las islas hay mucho, pero que mucho, trabajo. Nada es inevitable, con un poco de empeño en el día a día otras islas pueden ser posibles.
Canarias Digital, 30 de enero de 2006.