Hay un momento cumbre en la historia de la animación que, sin duda, aún no ha sido superado y que será muy difícil de hacer. Me refiero a aquellos cortos de dibujos animados que sobre la década de los cincuenta dirigieron genialmente Friz Freleng y Chuck Jones para
El miércoles 31 de mayo Paulino Rivero Baute, como si se tratara del Elmer del Sauzal, intervenía en el congreso de los diputados en el debate del estado de la nación. Su discurso tenía 5.365 palabras y en él repetía el término problema 36 veces. Como el que habla con tacos todo el tiempo esta palabra se convirtió en muletilla en su discurso. La media le sale a un problema cada 150 palabras. No estamos haciendo crítica literaria por lo que no nos vamos a meter con el negro literario que a la sombra le hizo el discurso, a la vista de otras cosas que Paulino ha escrito salta que el es incapaz de articular bien las palabras, pero este dato nos sirve para ver el grado de irresponsabilidad del presidente de coalición canaria y de esta formación. Somos muchas personas las que no hemos podido superar el trauma de vergüenza ajena que sentimos cuando un personaje como este habla en nombre de Canarias. Aunque en las islas entran al año 12 millones de turistas, 6 veces la población residente actualmente en el archipiélago, que suponen un importante impacto sobre los recursos y el medio ambiente de las islas, Rivero dedicó la mayor parte de su discurso a hablar de la llegada de inmigrantes irregulares a Canarias estos últimos días en términos de avalancha y problema. Mentirosamente manifestó hablar en nombre de los canarios y dijo que en las islas hay una sensación de dejadez del archipiélago por parte de las autoridades españolas. La sensación que hay en Canarias, en realidad, es que los que nos gobiernan aquí desde hace 13 años apenas han gastado dinero en servicios sociales sino que éste ha ido todo a favorecer los intereses privados de los amigos de la coalición. Ahora ha sucedido esta llegada diaria de cayucos, las islas no tienen capacidad para responder ante este fenómeno y se echa la culpa al gobierno central mientras se crea un clima racista y xenófobo a través de los titulares del periódico de mayor difusión de las islas, El Día, con editoriales que probablemente deberían de tener consecuencias penales y de cárcel para su director por incitar al racismo. Rivero señalaba que la política de inmigración era utilizada como arma entre el PP y el PSOE para sus enfrentamientos políticos mientras él mismo utilizaba todo el drama de África y de la inmigración irregular como chantaje político al estado en su discurso. A la formación fascista de coalición canaria sólo le interesa el continente africano para materializar el dinero que las empresas se han ahorrado con la exención fiscal de
Otra parte importante de su discurso estaba dedicada a reclamar el mantenimiento del actual Régimen Económico y Fiscal de Canarias y de que se hiciera presión a Bruselas para que se aprobara la prorroga hasta 2010 de este sistema fiscal que sólo beneficia a las rentas altas y que está contribuyendo al empobrecimiento de las clases más humildes de Canarias y al deterioro irreversible de nuestro territorio. Habló Rivero también de las altas tasas de paro que hay en las islas como si fuera una cuestión que al gobierno de Canarias le es ajena. Este gobierno autonómico es el responsable de que en el archipiélago tenga un cuarto de su población viviendo por debajo del nivel de la pobreza, de las tasas de paro, de la carestía de la vida, de los sueldos de miseria que la mayoría de los canarios padecemos, del fracaso de la sanidad y la enseñanza pública, de la falta de política social o de que se pretenda aprobar un puerto ilegal en Granadilla para que sus amigos peguen el mayor pelotazo urbanístico de la historia de Canarias no sólo ya en las costas del sur sino con el desmantelamiento del puerto de Santa Cruz. De eso Rivero no dijo nada porque es capaz de mantener siempre un discurso distinto y de conveniencia según su aforo: El Sauzal, las instituciones canarias, el parlamento español o los foros de Bruselas. Eso sí, el grado de victimismo se adapta no sólo al foro sino al volumen de la subvención a percibir. Dar pena es la forma más vil de que los demás nos quieran. Secularmente esta ha sido siempre la fórmula empleada por la burguesía y la clase política canaria. Por eso la gente honrada sentimos vergüenza cuando alguien de coalición canaria habla en nombre nuestro fuera de nuestra tierra.
En los próximos meses, hasta las elecciones de 2007, vamos a vivir muchos episodios surrealistas al estilo de los dibujos animados en este paraíso de Adán Martín llamado Canarias. Veremos a los políticos subidos al tranvía de Santa Cruz
Canarias Digital, 5 de junio de 2006.