Los medios de comunicación nos tienen mal acostumbrados a los ciudadanos. Nos han hecho creer que la noticia es aquello que está revestido de tintes dramáticos o que se trata de algo luctuoso. Las buenas noticias no venden y siempre ocupan una superficie marginal, o de complemento, en los distintos medios y por eso, aunque hay muchos aspectos de la realidad que son positivos a priori, no suelen existir porque no se habla de ellos. Desde luego que una noticia como un atentado terrorista o una guerra no debe ser ninguneada, de esas cosas hay que hablar de una manera no manipulada ni distorsionada como se hace siempre aunque este es otro asunto, pero si que los medios tendrían la obligación moral de hablar de las cosas buenas a un mismo nivel que lo hacen con las negativas. Y sin romanticismo barato o abusando de una falsa relevancia. Se puede hacer, no es difícil y, además, la gente cuando le cuentan cosas así las agradece. Todos aquellos aspectos que signifiquen que cada vez haya más igualdad entre mujeres y hombres, que distintas culturas se pueden acercar y que potencien los buenos aspectos de buena voluntad y solidaridad deberían ser priorizados porque son cosas que nos unen más y nos hacen mejores seres humanos.
El domingo 30 de julio se produjo en la playa de La Tejita, al sur de la isla de Tenerife, un hecho que reafirma que la gente corriente está por encima de las expectativas más altas del buen espíritu y solidaridad al mismo tiempo que, y esto siempre ha sido así, superan con creces las capacidades de sus gobernantes. A la llegada de un cayuco con 88 inmigrantes a bordo la gente que estaba en la playa comenzó a socorrerlos sin esperar a ninguna autoridad y sin que nadie les dijera qué tenía que hacer o qué no. La mayoría llegaron extenuados, con hipotermia, sedientos y sin haber comido en días. Les dieron agua, toallas, los arroparon con sus propios cuerpos y les ofrecieron de comer, de fumar y hasta llegaron a meter sus todoterrenos en la playa para evacuar a los que estaban peor. Hace años oí una entrevista de una mujer que estando en una playa de Andalucía socorrió a un niño, que había llegado en una patera y que presentaba síntomas de colapso, dándole de mamar de su propio pecho. En el cayuco de La Tejita sólo venían adultos pero si se hubiera dado el caso probablemente alguna mujer que estuviera allí hubiera hecho lo mismo. Como para demostrar que este hecho no era uno aislado el jueves pasado, 3 de agosto, otro cayuco, esta vez con 49 personas, volvió a recalar en las costas y los bañistas que estaba allí, otros claro está, volvieron a hacer lo mismo. Es más, estoy seguro que si estas llegadas se pudieran predecir la gente corriente se organizaría para ayudar en este tipo de cosas. En un país como es España donde el estado de bienestar siempre ha sido más bien ridículo, y en una comunidad autónoma como la canaria donde este ridículo estado de bienestar ha sido expoliado por los empresarios de coalición canaria, los lazos y las redes solidarias entre las personas funcionan perfectamente y hacen las veces de un inexistente sistema de protección social.
Eso que aquí he contado no es una noticia más sino que, sin duda, es la noticia de las islas en mucho tiempo. Desde los medios de comunicación del archipiélago este hecho ha sido más que ignorado o tomado como algo anecdótico que hubiera sucedido muy lejos. Al contrario ha sucedido en la prensa nacional o internacional que se han hecho mejor eco del asunto. Es más, el periódico El Día volvía a rozar la ilegalidad con responsabilidades penales publicando un artículo xenófobo y racista de ese mercenario de los medios canarios que es Andrés Chaves, especialista en cobrar favores políticos, en el que planteaba que los altos grados de delincuencia de nuestra sociedad son causados por extranjeros y vinculando la inmigración con la precariedad en el empleo haciendo un análisis populista y simplón de lo que el fenómeno de la inmigración significa. Con los medios de tenemos en Canarias no hacen falta catástrofes, ellos las inventan, como ésta de la inmigración, o la ocultan, como fue la desidia de Unelco-Endesa durante el apagón de la Tormenta Delta en Tenerife.
Mientras tanto los políticos, durante estas últimas semanas, no han hecho otra cosa que acariciarse los genitales y demostrar una vez más que están en contra de los que con impuestos pagan sus sueldos y que dicen gobernar. Así Adán Martín y José Miguel Ruano, en sus declaraciones indecentes, tachan al fenómeno de la inmigración como problema y echan culpas a Madrid de lo que ha sucedido en el archipiélago mientras tienen la cara de ir de pedigüeños y desamparados ante las instituciones nacionales y europeas sin querer reconocer que la respuesta a este fenómeno es nula porque todo el dinero de los servicios sociales de las islas ha sido desviado durante muchos años a intereses particulares. En La Laguna los pendones del ayuntamiento salían en procesión tras un trapo, que se dice que es de la conquista, mientras los jóvenes elementos fascistas de la UIP de Sevilla la emprendían a palos e insultos, negándose incluso a identificarse a la gente que les requerían tal derecho debido a sus abusos, contra las personas que legítimamente protestaban contra esta manifestación rancia y trasnochada de tintes franquista. La policía hacía su trabajo, esto es: proteger a los sinvergüenzas de la procesión y tomar policialmente el casco de La Laguna contra gente que ejercían el derecho fundamental de la libertad de expresión, gente de todo tipo y no sólo radicales nacionalistas como se ha querido hacer creer. También la empresa pública canaria GRAFCAN llegaba a un acuerdo con el buscador Google para retirar de los servidores del servicio Google Earh, un potente sistema de navegación y cartografía instantánea online, unos mapas de las islas que eran de más o menos 2005 por otros más antiguos de 2000 en los que desaparecen campos de golf en Gran Canaria, urbanizaciones en primera línea de costa en Lanzarote o una nave en el polígono industrial de Granadilla en la que, desde el cielo, se veían las siglas de MAHER sobre su cubierta y que aclaran quiénes tienen intereses para que se construya el puerto industrial allí. En China esta empresa censura deliberadamente contenidos en su buscador que sean susceptibles a la libertad de expresión y su alianza con los bananeros de coalición canaria no extraña ya a nadie. Además hay que recordar que GRAFCAN es la empresa responsable de manipular las fotos aéreas de la primera manifestación contra el puerto en Granadilla, la del 27 de noviembre de 2004, donde redujeron el número de manifestantes, que fueron del orden de cien mil personas, a menos de 20 mil. Sin duda no quieren que se vean en todo el mundo los desmanes que se han hecho a nuestro territorio como no querían que la aplicación de legislaciones europeas de impacto ambiental llegara a muchos lugares de las islas donde se piensa especular y por eso forzaron, los trileros de la política canaria, una reunión de la COTMAC justo un día antes que entrara en vigor la transposición de la normativa comunitaria que obliga a un análisis de impacto ambiental que ahora no se va a hacer. Tampoco les gusta que la gente piense o reivindique sus ideas y si no se puede descargar encima a la policía nacional fascista del ministerio del interior, en esperas a la policía autonómica, se carga laboralmente contra personas como José Manuel Castellano Gil por haber publicado un libro crítico contra el paraíso de la especulación en la que Canarias se ha convertido o se censura, como ha hecho el ayuntamiento de La Laguna, el programa de las fiestas de Tejina, en Tenerife, por contener artículos que hablan de la segregación de este territorio del ayuntamiento lagunero o por hablar de inmigración. Dan asco, como dan asco las últimas declaraciones de Ricardo Melchior, reproducidas en todos los medios del grupo de la diarrea de Tenerife, diciendo que el ecosistema de Tenerife, palabras que en su boca son sin duda palabrotas, no admite un incremento poblacional cuando él es el primero que, desde su política de depredación de territorio en la que el cabildo de Tenerife lleva años empeñado, está interesado en que esto sea así porque sólo hay que mirar la política antisocial y de enriquecimiento rápido de unos pocos que desde allí se hace, empezando por el tranvía que se lleva el sólo el 25% del presupuesto de la corporación de este año.
Empezamos este artículo hablando de que es necesario, para la buena salud de la sociedad, que los medios de comunicación se hagan eco de las buenas noticias y hemos acabado hablando de toda esta suciedad política que cubre nuestro territorio y que, en el fondo, son malas noticias. Sin embargo hay que tener clara una cosa. Esto que hemos dicho más arriba no se habla en los medios de comunicación que se suponen que deberían de hacerlo porque para eso están. Estas cosas sólo se tratan en medios alternativos como éste. Por eso, por su dimensión, las buenas noticias son acogidas pero nos debemos a las personas, para contarles lo que en realidad sucede, lo mismo que medios como El Día, Radio Club Tenerife, La Opinión, Diario de Avisos, La Gaceta de Canarias o Radio Burgado se deben a los empresarios que los financian y mantienen. Por eso, porque nos debemos a la gente, nos gustaría, desde este pequeño medio de comunicación, felicitar a todas aquellas personas que desde aquella playa, y en más lugares de Canarias, hacen cosas de manera altruista por los demás. Decía Bru Rovira, fotógrafo y periodista catalán que publicó un libro de fotografías titulado Maternidades para el que recorrió medio mundo fotografiando a madres con sus hijos e hijas, que hasta en el campo de refugiados más desolado lleno de miles de seres hambrientos siempre se podían encontrar atisbos de belleza como el de una madre acariciando y comiéndose a besos a su hija y que le hizo ver que hasta en las peores situaciones las cosas positivas nos hacen escapar del mundo por su belleza. Algo así ha pasado estos dos días en la playa de La Tejita.