19 agosto 2006

LA INMIGRACIÓN NO ES UN PROBLEMA

Ningún Ser Humano es menos importante que otro porque no tenga unas condiciones legales determinadas como unos papeles de residencia o un documento de identidad. Durante la mayor parte de la existencia de la Humanidad en la Tierra no ha habido ni fronteras entre países ni papeles de identificación. Esto es algo muy reciente, el que las personas seamos legales por nuestros papeles o de que las fronteras sean impermeables a las personas pero no a los capitales, y atiende a los mismos intereses económicos que necesitan que haya desigualdades en el mundo porque ahí reside su principal fuente de beneficios. En la medida en que hay zonas del planeta, como es el caso de África, que están completamente empobrecidas y marginadas a causa del proceso llamado globalización neoliberal, estos fenómenos de carácter migratorio no van a disminuir, ni habrá posibilidad de que se frenen porque hay millones esperando para cruzar las fronteras. Llamar problema al fenómeno de la inmigración en Canarias es, a todas luces, una falta de responsabilidad muy grave si se manifiesta desde un cargo político o desde un medio de comunicación. Esto representa una perversión más del lenguaje que es utilizado para influir sobre las conciencias y contra el que es necesario afinar mucho acerca del significado preciso de las palabras. Lo problemático del asunto reside en la grandes desigualdades establecidas a escala mundial y que hacen que millones de personas en zonas marginadas sean capaces de sacrificar su posesión más preciada, su vida, para encontrar unas condiciones de vida dignas. La emigración es un proceso que se deriva de este auténtico problema.

Que una economía poderosa y caliente como la canaria, que atrae por su poder económico fenómenos de origen migratorio, esté tratando como lo hace a los inmigrantes que llegan a las costas canarias no tiene perdón. Vamos a decirlo claramente: coalición canaria no respeta a las personas ni a los ciudadanos porque es una formación xenófoba y que sólo mira al enriquecimiento de sus líderes y empresarios. La existencia de leyes que están por encima del estatuto de autonomía para los dos millones de residentes que vivimos en Canarias hace que nuestros políticos de la coalición, descendientes familiares y en modos de los caciques insulares, tengan más cuidado en las formas con las que someten a la población llamada de derecho. Si pudieran manifestar su ser claramente sin estos impedimentos superiores nuestros barrios se parecerían más a los campos de internamiento donde encierran hasta 40 días en condiciones indignas a los subsaharianos que llegan a Canarias porque esto les reportaría mucho beneficio, probablemente más del que están ganando ahora. Ello es así porque el sistema de bienestar en canarias nunca se ha llegado a desarrollar y porque de maltrato institucional hacia la población residente puede considerarse la triste situación en la que tienen la sanidad pública que parezca un sistema de beneficencia, el penoso y devaluado sistema educativo público que sólo sirve para fabricar analfabetos funcionales o las condiciones laborales a las que nos tienen sometidos a la mayoría de la población con los salarios más bajos, las mayores tasas de paro y la temporalidad más alta de todo el estado español. Si Canarias no estuviera inmersa en estructuras institucionales de marco superior como es el Gobierno de España o la Unión Europea y dependiéramos sólo de las políticas que se hacen en el archipiélago y fuéramos gobernados solo por esta gentuza de la coalición haría ya tiempo que habrían instaurado un sistema de exclusión de personas y de campos de concentración a la manera que lo hicieron los serbios en la Antigua Yugoslavia contra todos aquellos que somos distintos o pensamos de otra forma que ellos. Por eso no es de extrañar que el trato que las autoridades canarias dispensan a los inmigrantes, que estos días están llegando de forma extraordinaria al archipiélago, sea inhumana y contraria a los Derechos Humanos más fundamentales.

Desde hace 25 años Canarias tiene un sistema autonómico con unas competencias muy importantes y con un sistema impositivo especial, el Régimen Económico y Fiscal de Canarias que cuenta con la Reserva para las Inversiones de Canarias, RIC, que le dan bastante fuerza como autonomía. Históricamente los dirigentes y la burguesía caciquil del archipiélago han desarrollado un secular sistema de victimismo que se basa en llorar a Madrid primero y a Bruselas después para conseguir subvenciones y tratamientos fiscales especiales con el cuento y la mentira de que Canarias es una región que está a la periferia y que por ello necesita de ayudas especiales para progresar. A un mismo tiempo los canarios somos mediáticamente engañados con que los problemas que nos afectan vienen de fuera, ya sea despotricando contra el canarión si se es chicha, contra el godo que viene a conquistar el archipiélago o ahora contra el inmigrante que nos viene a robar nuestro bienestar. Vamos a decirlo claro también: la absoluta totalidad de los problemas y las malas formas de actuación que padecemos en Canarias vienen desde dentro de nuestro mismo sistema autonómico y los generan la rancia burguesía canaria y los políticos que ostentan el gobierno desde hace 15 años bajo las siglas de coalición canaria. En todo caso las instituciones de Madrid o Bruselas, cuando no llegan a ellos los caciques sin fronteras para manipularlas, lo que hacen es corregir o reorientar las políticas que desde las mismas islas se hacen en contra de los ciudadanos. Coalición canaria es la responsable de que el sistema de protección social en Canarias sea nulo y que sólo sea beneficioso para intereses privados. Si ahora sucede lo que llaman avalancha con los inmigrantes que cada día entran a las islas en pateras y cayucos es a causa del trasvase de dinero público a manos privadas que en muchos casos está en el ámbito de la corrupción o del dudoso interés público. Por culpa de los políticos canarios los medios para estas causas humanitarias como llegada masiva de personas por mar, riadas causadas por lluvias torrenciales o apagones por culpa de colas de tormentas tropicales son tan nulas que cuando se producen estas reluce un sistema social injusto y basado en la desigualdad.

La inmigración no es un problema ni un mal sino todo lo contrario: es una bendición para quienes la reciben. Siempre ha sido así. Los países que están produciendo flujos migratorios fuera de su territorio están perdiendo lo mejor que un país puede tener: su capital humano. La inmigración irregular entra en las islas sobre todo por los aeropuertos pero ésta forma es un proceso invisible o si se quiere menos espectacular que la llegada masiva en pateras. La Reserva para la Inversión de Canarias ha supuesto un relanzamiento tal de la economía canaria que esta región ha pasado de ser emisora de inmigrantes a ser receptora de ellos en muy poco tiempo. Sin los inmigrantes los principales motores de la economía canaria, la construcción o el turismo, no funcionarían porque la mano de obra local y con otro tipo de formación no mira para el sector servicios ni a la construcción. La densidad de población alta en el archipiélago es nefasta para su medio ambiente porque los sistemas energéticos de las islas son muy dependientes del petróleo y están basados en el despilfarro energético. Un nuevo modelo económico haría que la economía se enfriara y los flujos migratorios se encauzaran de otra forma. Esto no va a ser posible mientras coalición siga en el poder y atienda a la voz de su amo de la burguesía constructora canaria porque los beneficios personales que este grupo de políticos y empresarios obtienen de la construcción y de la explotación de los trabajadores irregulares son muy grandes. Un medio como el periódico El Día en Tenerife resulta un nefasto vocero para la estabilización de este fenómeno migratorio. Hablar desde sus titulares de avalancha, problema o publicar mentiras de manera conciente como cuando hace unos meses publicaron en la portada la falsa información de que en un barco que venía hacia las costas del archipiélago, y que fue expulsado de aguas canarias por la armada, tenía terroristas de Al-qaeda es de una irresponsabilidad tan grande que, si el estado de derecho imperara de verdad en las islas, este hecho habría tenido consecuencias penales. Se ha sabido recientemente que este barco expulsado de las islas fue remolcado hacia las costas de Brasil y que todos sus integrantes murieron. Un pescador en Barbados encontró 11 cadáveres en el barco momificados y los enseres de 26 personas desaparecidas que seguramente acabaron arrojadas al mar.

A los dirigentes de la coalición les interesa que África siga siendo una región muy pobre porque lo que ellos llaman, desde las cámaras de comercio, cooperación con África no es más que un sistema que están montando para blanquear los capitales que las empresas nos han robado a los trabajadores en las islas a través de la RIC. Ya lo dejaba entrever Melchior cuando la patética visita de Bill Clinton a Tenerife y se refería a los africanos como pobrecitos necesitados de ayuda. Lo que no ha reparado este personaje es que el desgraciado es el mismo. Un tipo inútil que no sirve para nada en la vida ha tenido que llegar al presidente del cabildo de Tenerife para vivir bien a nuestra costa y a la de muchos de esos pobrecitos inmigrantes que trabajamos duro todos los días para que él pueda cobrar su sueldo para este año que es de 93.493,16 euros brutos, más que el de Zapatero por ejemplo. ¡Qué ganas tenemos que tipos dedicados a la política como este emigren para siempre de Canarias!

Canarias Digital, 22 de mayo de 2006.