Desde hace algo más de una década las políticas socialmente relevantes de la comunidad autónoma de Canarias no se hacen desde las consejerías pertinentes sino desde despachos de empresas privadas relacionadas con sectores como las infraestructuras y la construcción, las empresas de sanidad, la enseñanza privada o las empresas de servicios. No en vano, y demostrando quienes son los amos de los políticos de coalición canaria en todo este sistema de apropiación de lo público por intereses particulares, un grupo de empresarios tinerfeños de la construcción estuvieron a punto de comprar la parte expropiada ilegalmente a sus legítimos propietarios del parlamento de canarias para luego alquilárselo al gobierno. La factura de lo que allí acabó pasando la pagaremos los contribuyentes como siempre. Si hubiera que buscar un sector en el que esta apropiación es descarada sería el energético de tal manera que a
El modelo económico canario está basado en la ventaja fiscal de las grandes empresas, en detrimento de los trabajadores, que invierten en las islas para enriquecerse rápido a costa de una degradación social y ambiental irreversible causada por la mala gestión de los recursos. Este tipo de economía, agotada ya en los principales países de occidente, viene aparejada a un sistema energético ineficiente y basado en el despilfarro energético. Es un sistema que necesita del incremento demográfico para seguir generando riqueza fácil mientras, entre otras cosas, el consumo energético, especialmente el de electricidad, aumenta exponencialmente. Todos estos años de autogobierno canario nunca ha existido una política inequívoca de control público del sector eléctrico sino que esta ha estado en manos de la multinacionales de la electricidad como ha sido UNELCO primero y ENDESA después. Esta empresa se ha caracterizado por el desprecio sistemático al medio ambiente, el enriquecimiento fácil en un mercado cautivo y con escasas posibilidades de apertura a la competencia, la construcción de grandes centrales térmicas muy contaminantes con una infraestructura de transporte que o bien se mantiene mínimamente o que es agresiva con el entorno y que no rentabiliza las energías alternativas que en el archipiélago tienen grandes posibilidades. Cuando único ha habido voluntad política de invertir en energías alternativas en Canarias ha sido con la descubierta trama eólica en Gran Canaria, y que según el empresario Alberto Santana están implicados los hermanos Soria, el actual presidente del cabildo y el ex consejero de industria del gobierno de Canarias, con la que se pretendía crear una empresa intermediaria que revendiera los kilovatios generados en una serie de parques eólicos con el fin de lucrar a personas muy concretas. Hace pocos días el periódico El Día anunciaba en su primera página, con su vomitivo triunfalismo fascista y chichoso, la inauguración de un nuevo generador en la central térmica de Granadilla de funcionamiento mixto, gas natural licuado y gasóleo, de mayor potencia. El presidente del gobierno de Canarias, Adán Martín, asistía a la inauguración de la mano del presidente de ENDESA, Manuel Pizarro, y afirmaba que con la inauguración de este generador Canarias se incorporaba, con la futura implantación del gas natural licuado, al uso de las energías alternativas. Esto es una burda mentira: el gas natural no es una fuente energética alternativa sino que es un combustible fósil dependiente del petróleo y que arrastra los mismos problemas de dependencia, coste y conflictos en el mercado que éste. No hay que olvidar la crisis de Europa con Rusia y Ucrania a principios de 2006 relacionada con el corte del suministro de los gaseoductos rusos que atravesaban Ucrania porque le debía dinero a la antigua potencia. Con la introducción del gas natural licuado en Tenerife en concreto, se pretende construir un macro puerto industrial innecesario en Granadilla para pegar un doble pelotazo urbanístico: la construcción del puerto en la zona sur y el desmantelamiento del actual en Santa Cruz y la consiguiente especulación urbana en la capital del área portuaria a reconvertir en zona comercial y turística. La misma ENDESA justifica la construcción de una planta off-shore, situada mar a adentro, de regasificación en Livorno, Italia, como un sistema más moderno y seguro mientras que en Canarias se quiere hacer una instalación en tierra para justificar este sucio puerto y se dice que para aquí esa tecnología no vale. Mientras estos días se ha salvado la cara a ENDESA por la caída de más de 150 torretas en grave estado de corrosión en el Área Metropolitana de Tenerife con el paso del ala de
En Canarias casi siempre hace sol y hay buenos vientos, no sólo los de los Soria y compañía. Con el desarrollo económico que las islas han experimentado estos últimos años sí se financiaran investigaciones en I+D relacionadas con las energías alternativas las islas se podrían convertir en una potencia en este sector. Estamos asistiendo al principio del fin del petróleo barato. Todo lo que a partir de ahora impliquen los combustibles fósiles significará un encarecimiento de esta materia prima y una serie de fuentes de conflicto, puede que asistamos a guerras como la de Irak, por el control de estas fuentes de energía. Este es un momento histórico para que el archipiélago pueda colocarse en una posición privilegiada a escala mundial. Desgraciadamente en Canarias siempre ha pasado lo mismo en circunstancias parecidas: las castas dominantes, mientras se enriquecen a toda costa de los recursos del archipiélago y del trabajo de sus habitantes, acaban sumiendo a Canarias en la miseria y en la desestructuración social. Esta vez parece que no es distinto, sobre todo si vemos las intensiones de esta panda de sinvergüenzas de políticos y empresarios que nos han tocado soportar. De nosotros, de la sociedad civil, depende en gran medida que estos acaben en su lugar natural: la cárcel. Cada días más se hace urgente empezar con la desobediencia civil.
Canarias Digital, 10 de julio de 2006.