Si
hubiera que buscar un denominador común a toda la Conferencia
Política Socialista de 2013 sería que los grandes dirigentes del
fracasado modelo de socialdemocracia liberal que representan piensan
que los ciudadanos somos gilipollas. En los 34 años de existencia de
la democracia ceremonial en la que vivimos este partido político ha
gobernado el país más de 20 años y la mayoría de las propuestas
que llevan a esta conferencia, puesta en marcha para engañar a la
gente y arañar votos, las hubieran podido materializar
en todos
sus gobiernos. El PSOE tiene un síndrome patético:
cuando están
en la oposición hablan
de eternos giros
a la izquierda,
coquetean
con organizaciones sociales o encabeza manifestaciones pero cuando
gobiernan
hace políticas liberales y de derecha. Que no sean hipócritas y que
digan que
esa
conferencia está hecha para que unos cuantos listos se postulen para
acabar como un impresentable como Felipe González, que un día llegó
a ser la X
de los GAL, y acabar enchufados en una eléctrica y con una fundación
a su nombre para alimentar su ego y blanquear el dinero de sus
negocios privados.
El
eslogan de esta conferencia política del PSOE es conectemos.
Muchos ciudadanos (des)conectamos de ellos por las cloacas del estado
y la guerra sucia de los GAL con un exministro como Barrionuevo
condenado por secuestro y malversación de caudales públicos a diez
años de los que sólo pasó 3 meses en la cárcel porque el gobierno
de Aznar le dio un indulto. También (des)conectamos con la cúpula
de interior de la
época de González con Rafael Vera y Galindo condenados a prisión
por hacer
terrorismo de estado. (Des)conectamos de Filesa que fue una empresa
pantalla de este partido especializada en presionar a empresarios
para que financiaran al partido que durante los años noventa
apestaba a corrupción y
no ha dejado de hacerlo ni un instante.
Aunque para (des)conectar con el PSOE nada mejor que recordar el
infame referéndum de la OTAN de 1986 en la que este partido, vía
Felipe González, dio la espalda a la ciudadanía que lo había
apoyado durante los primeros años de la democracia y cuya negativa a
entrar en esta estructura militar sirvió para desgastar a la UCD de
Clavo Sotelo. La clase trabajadora (des)conectamos de todas y cada
una de las reformas laborales que desde los años ochenta este
partido ha llevado a cabo contra la clase trabajadora pero, en
especial, con la de Zapatero que sirvió al PP de modelo para poner
a la clase trabajadora al borde de la esclavitud. (Des)conectamos,
sobre todo, de
sus siglas y
en
especial a aquellas que hacen referencia al socialismo
y a los obreros
de
las que han renunciado hace mucho y que, por descaro y poca
vergüenza, no han sido capaces de eliminar de su nombre.
En
Canarias (des)conectamos del PSC PSOE que ha pactado con el paradigma
de la corrupción como es CC para gobernar las islas y se ha
convertido, de golpe y porrazo, en cómplices de las dos décadas de
corrupción de este partido. En La Gomera (des)conectamos con el
Presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, el mayor cacique y putero
de la isla así como de
la
corrupción de este partido en Guía de Isora, Granadilla o El
Rosario con un alcalde imputado como Macario Benítez.
(Des)conectamos con los votos de los diputados sociatas
del Parlamento de Canarias que llevaron a Miguel Zerolo al escondite
del Senado así como todo el despreciable arribismo que han hechos el
golferío de este partido para llevar a cabo una infraestructura
desastrosa como el puerto de Granadilla. (Des)conectamos de los altos
cargos enchufados en Canarias tras el pacto con CC que echaron a
López Aguilar de Canarias para esto pero, sobre todo, con el del
Diputado del Común, Gerónimo Saavedra, que se ha utilizado
un institución
completamente
desprestigiada como
la excusa perfecta para tener casa en Tenerife o en La Palma y
disfrutarlas,
pasando
la factura a los ciudadanos,
con su actual novio.
(Des)conectamos
con la política ultraliberal desplegada por este partido con
ministros como Solchaga, Boyer, Solbes
o Elena Salgado enchufada como consejera en Endesa, empresa que
favoreció con sus políticas económicas en medio de la crisis, para
demostrar que las puertas giratorias no sólo benefician al PP.
También (des)conectamos de los banqueros como Botín, un indulto de
Zapatero a Alfredo Sáenz del Banco de Santander con el gobierno en
funciones supera casi todas las infamias del PP de estos dos años, y
los empresarios que están entre los más ricos del planeta como
Amancio Ortega de Inditex o Juan Roig de Mecadona gracias a los años
de la política económica del PSOE rematada ahora por el PP.
(Des)conectamos de los ERE de Andalucía donde este partido ha
dilapidado millones de euros de dinero público en fraudes en la
comunidad autónoma más castigada por la pobreza y el paro del
estado. (Des)conectamos, finalmente, de la reforma constitucional de
verano de 2011, una carta magna que pide a gritos una reforma en
otros temas, para hacer que la posibilidad de articular un déficit
público razonable
sea
imposible mientras en este país se incumplen flagrantemente derechos
como el de la vivienda o el de un puesto de trabajo dignos.
Una
mujer, esposa de un minero, decía el otro día una expresión que me
quedó bien grabada
cuando, tras el envenenamiento en una mina de León de cinco mineros,
le espetó al ministro Soria que se metiera por
donde se empiezan a
hacer los
cestos
la visita que al final este impresentable no tuvo la vergüenza de
realizar a la mina afectada. Al PSOE hay que decirle lo mismo: que se
metan por donde
mejor les quepa todo sus buenos rollos, sus falacias, sus miserias,
sus mentiras, sus manipulaciones y a líderes como la Chacón o
Rubalcaba y su simulacro de Conferencia Política que no busca otra
cosa que manipular a la ciudadanía para conseguir el voto y
mantenerse en el poder 20 años más. Que se disuelvan, no sólo el
PSOE sino todos los partidos políticos que buscan eternizar el
sistema bipartidista que tantos beneficios les produce, y que dejen
de una vez a la ciudadanía organizarse porque seguro que haremos las
cosas mal pero imposible hacerlo peor que ellos.