Imagen del Foro Contra la Incineración de Residuos donde se muestra una oferta de supermercado de un refresco importado con fondos del REA que es más barato que otra oferta de agua en otro supermercado. Licencia Creative Commons. |
Probablemente nunca en
territorio alguno una verdad a medias, por no decir directamente una
falacia, como la ultraperificidad
como
un elemento negativo
de Canarias ha hecho tan inmensamente ricos a unos pocos, que
podríamos denominar como burguesía
criolla,
a base de explotar consciente y cruelmente a la mayor parte de su
población mientras los distintos gobiernos que las islas han tenido
no sólo no corregían
estos desagravios sino
que eran parte ejecutora de este estado de cosas. Sin ningún género
de dudas si un apelativo se puede emplear para denominar a Canarias
es el de República
Bananera.
Unos políticos que durante décadas se han dedicado a definir las
islas por lo peyorativo para obtener prebendas de Madrid o Bruselas,
la situación geográfica del archipiélago es la que es y tiene
grandes ventajas como su buen clima, la diversidad de sus paisajes o
la inmejorable situación geoestratégica a
la que tanto se la apela ahora con relación a África,
no pueden denominarse de otra manera sino como unos absolutos ineptos
y unos completos miserables. En estas tres últimas décadas los
canarios nos hemos tenido que enfrentar cada cierto tiempo a una
suerte de sopa de letras que simbolizan privilegios económicos como
las del REF, la ZEC, el POSEICAN, la RIC o el REA sin que jamás haya
habido un debate público sobre la conveniencia y el uso para la
sociedad de estas herramientas financieras. Lo más grave de todo es
que los medios de comunicación del archipiélago, siempre a la
defensa de los intereses de sus propietarios, jamás han sabido
explicar a la ciudadanía lo que significa de verdad esta siglas sino
bombardear a ésta con las bondades de estos sistema que, como no
puede ser de otra manera, favorecen tal y como están conferidos a la
burguesía caciquil canaria. No es que la diferencia fiscal del
archipiélago sea de por si negativa, todo lo contrario ya que la
Constitución de 1978 recoge ésta por ser un hecho histórico
totalmente reivindicable,
sino que ha sido el mal uso de la Ley 20/1991 de 7 de junio, del
Régimen Económico y Fiscal de Canarias la que ha llevado a Canarias
a tener los salarios más bajos, una mayor presión fiscal al
ciudadano frente a la baja presión de las empresas, la cesta de la
compra más cara, la mayor tasa de desempleo siempre en relación al
conjunto del estado y una degradación medioambiental preocupante que
en
muchos casos es
irreversible e irreparable.
Sin
duda junto con la Reserva de Inversiones de Canarias, RIC, es el
Régimen Específico de Abastecimiento, REA, el instrumento
financiero peor utilizado en el archipiélago no sólo por el desvío
del objetivo para el que fue creado, hacer que los canarios no
notemos el sobre coste de los productos de consumo alimentario que
implica el transporte por mar,
sino porque ha sido una inmensa bolsa de fraude que hace que la
Agencia Tributaria lo tenga clasificado como un objetivo muy
estratégico en la lucha contra el fraude fiscal. Ya sabemos que los
grandes empresarios, empezando por el amigo de parranda de Paulino
Rivero Miguel Concepción que según parece en Islas Airways eran
publicitados los
vuelos más baratos para los residentes y luego le pasaba la factura
de las subvenciones pagadas
con nuestros impuestos
al ministerio de Fomento con la tarifa más caras
de la compañía,
critican siempre a la administración pública en favor de la
iniciativa
privada
al mimo tiempo que tienen bien agarrado un contrato jugoso con la
misma administración que es la que, en última instancia, hace que
sus negocios sean rentables. En el caso del REA en Canarias esta
herramienta ha
sido un gran coladero de fraude fiscal que el difunto expresidente
Martín en 2005 quitaba importancia porque en aquella época
nadábamos en la supuesta abundancia aunque se estaba fraguando la
debacle en la que nos encontramos aquí se permitía todo.
El
REA también ha tenido una incidencia muy importante en los sectores
agrarios y ganaderos de las islas que no han podido competir en
precios en el mercado interior con las carnes congeladas de Brasil o
China, el queso amarillo de Holanda, la leche de Irlanda o la
mantequilla de Alemania que se producen de manera más intensiva y
competitiva que los productos de las islas y que tenían el coste del
transporte a las islas resuelto por, curiosamente, los ciudadanos
comunitarios que son los que pagan los impuestos que luego van a
parar en estas subvenciones para el transporte. En
el caso de la papa, un cultivo que en las islas ha sido básico para
la alimentación y que cuenta con variedades de muy alta calidad, ha
sido sangrante lo que se ha hecho contra los productores locales con
las papas de importación israelí que entran al archipiélago y se
vende con costes del precio de mercado porque el negocio es cobrar la
subvención del REA y no vender el producto. Canarias
ha tenido siempre una dieta muy pobre, hasta los años 70 del siglo
pasado en las islas se pasaba hambre de manera crónica y somos hasta
el momento la primera generación del archipiélago que no ha tenido
que emigrar en toda su historia, y los problemas para la salud como
el sobrepeso o la diabetes, problemas que hacen que la sanidad sea
más cara de mantener ahora porque no se hicieron campañas de
educación para la alimentación en su momento, que
padecemos actualmente son, sin duda, fruto en
buena medida
de estas equivocadas campañas de financiación del REA de productos
de este tipo. Un interesante reportaje que resalta todo esto fue
publicado hace ahora
un año por el Foro
Contra la Incineración de Residuos
en dónde se ponía en evidencia que, por este mecanismo perverso del
REA, era más barata una botella de refresco procesado de
colorantes y azúcalres traído
hasta las islas gracias a este mecanismo fiscal que una botella de
agua natural en otro supermercado.
Parece
que ha hecho falta un sesudo
estudio
hecho por el gabinete francés Oréade-Brèche
con más pinta de lobby que de otra cosa, junto con expertos de
Grecia, España y Portugal, para llegar a la conclusión que por lo
menos en Canarias, no es la única zona europea que tiene derecho a
estas ayudas, este mecanismo ha servido para cualquier cosa menos
para que
los precios que pagamos por los productos en los supermercados los
ciudadanos sean más baratos. En realidad el REA, en este sentido el
estudio lo tiene claro desde el principio, lo que ha servido es para
enriquecer a intermediarios de
estas ayudas que, sin hacer absolutamente nada más que intermediar,
se ha acabado enriqueciendo con este mecanismo. Nada nuevo bajo el
sol, recordemos que en Canarias la difunta CajaCanarias le concedió
un préstamo, considerado como alto riesgo por el Banco de España,
de 30 millones de euros a un trabajador de Vultesa para que Ignacio
González y Antonio Placensia compraran el frente de las Teresitas y
vender
estos
terrenos al ayuntamiento por 52 millones obteniendo en la operación
un total de 22 millones libres de polvo y paja y, lo más importante,
sin poner un céntimo de sus bolsillos. Lo que ahora sucede con el
REA es que las condiciones de la Unión Europea han cambiado y ahora
las subvenciones se van a centrar en la entrada de cereales para
alimentación de ganado y se pagará mucho menos por productos
elaborados fuera. Todo esto ya se sabía pero esta semana se ha
escenificado una especie de lucha interna dentro del gabinete de
Rivero entre el Consejero de Economía y Hacienda, Javier González
Ortiz, y el Consejero de Agricultura y Ganadería, Juan
Ramón Hernández, que se ha saldado a favor de la tesis de Europa,
expuesta por el de Agricultura, y que sólo ha servido para que con
este tema se hiciera un Consejo de Gobierno extraordinario en sábado,
con el coste de dietas que los ciudadanos deberemos de pagar cosa que
por otra parte debe alegrar a los consejeros depositarios de éstas,
pues el tema debía estar cerrado antes del 31 de julio.
Como
cualquiera que tenga un poco de consciencia sé que la completa
soberanía del archipiélago en materia alimentaria es imposible,
tampoco deseable porque las materias que tiene que ver con la
alimentación son también cultura que recibimos los ciudadanos, pero
el nivel en el que se había situado Canarias en estas décadas de
una completa dependencia del exterior es algo completamente terrible
y suicida Yo me alegro, como no puede ser de otra manera, de la nueva
vertiente que ha tomado las ayudas del REA en Canarias pero no tengo
mucha fe en este asunto. En Canarias los delincuentes están sentados
en los consejos de gobierno, en los ayuntamientos, son asesores de
políticos, están en los sindicatos, los partidos políticos y las
patronales y son altos funcionarios a dedo que saben mirar para otra
parte cuando esto les beneficia. Si aquí los pelotazos se fraguan
intermediando sin hacer nada poco tardarán en cambiar de paradigma
si éste nuevo les beneficia. En un archipiélago bananero como el
nuestro si esta gente gastara sus energías en hacer el bien a toda
la sociedad que en el beneficio propio nuestras islas, esto no lo
pongo en duda, sería un paraíso de verdad y no una tierra manchada
por la corrupción.